-10-

1.8K 101 16
                                    

Park Yvette desciende las escaleras del segundo piso con elegancia, vestida elegantemente y con su cabello suelto, pero siendo retenido por sus orejas, para que no tapen su pálido y pequeño rostro.

Por parte de Si-U, aquel joven hombre tuvo que ponerse una camisa manga larga cuello tortura para tapar aquellos chupetones, su color es negra igual que su pantalón plisado y unos mocasines para hombre también negros. Su cabello está lacio, cayendo sobre su frente.

—Señorita Park, buenas tardes.— Kim saluda con una reverencia —Joven Park.— Dice también para el muchacho

—Buenas tardes, Kim.— Corresponde Yvette

Aquello llama la atención del castaño, su Noona siempre le responde un, hola, a secas, mientras que a los demás si los saluda diferente a su persona.

Bufando por lo bajo, Si-U sube a la Land Rover Range Rover blanca sin corresponder al saludo del chofer.

Yvette lo observa con sus ojos luciendo confundidos.

—Llévanos a Seoul National University, por favor.— Pide para enseguida ubicarse al lado del castaño

Si-U se abrocha el cinturón y aprieta sus manos entre sí, la incomodidad de su miembro debajo de su pantalón es desagradable.

Aun si se duchó con agua bien fría para intentar bajar su excitación, no lo logró. Pequeños gruñidos salen de sus labios cada que el auto se mueve de más.

No quiere que algo no deseado se le note cuando salga del auto, el roce de la tela de su bóxer con su pene le hace apretar los labios.

Por la parte de Yvette, aquella mujer no es consciente del sufrimiento y la incomodidad que posee el menor, los constantes movimientos que él hace para tratar de encontrar una postura cómoda, no son notados. Ella va absorta en su móvil, revisando algunos correos del trabajo.

—Llegaremos en quince minutos.— Informa Kwang

—Está bien.— Yvette le responde sin despegar la vista de su aparato

Un suspiro tembloroso sale de los delgados labios del menor, captando con aquello la atención de la pelinegra.

—¿Qué ocurre?— Pregunta

—N-Nada...— Vuelve a removerse —Ngh...— Gruñe por lo bajo el castaño

La pelinegra no vuelve a quitar su vista del menor, lo observa divertida, ya se ha dado cuenta de lo que ocurre con el otro.

—Te excita el movimiento del carro.—

Aquello dicho por los pomposos labios de su esposa, logra que él lleve sus grandes ojos hacia ella, mirándola con sorpresa y un rubor en sus mejillas.

—Por eso te estás moviendo- — Dos grandes manos se posan una sobre la otra en su boca para que se calle

—¡Señorita Park!— Le reprende el castaño —¿Qué dice...?— Sus ojos están bien abiertos

Con un par de ojeadas hacia el frente, Si-U se da cuenta de que el chofer prosigue con su labor de conducir.

Las manos que siguen en la boca de la pelinegra, una de ellas es mordida por Yvette, sus dientes se incrustan en la palma de la mano contraria fuertemente y con placer escucha al contrario quejarse mientras aparta las manos con rapidez.

—No vuelvas hacer eso.— Dice mientras se limpia la boca —No vuelvas hacerlo, me enojaré si lo haces.— Lo observa —¿Has entendido?—

—Sí...— Responde aún con sus mejillas ruborizadas

-Totalmente Diferentes- EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora