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Park Yvette siempre fue una mujer fuerte, pero pese a ello también sigue siendo humana. No vive con los sentimientos cotidianos de la gente, sin embargo, al momento de llegar a padecer alguno de ellos los siente ella como si fueran el triple.

Se había levantado en la madrugada, sus ojos se abrieron, apenas su pesadilla finalizó. Deseaba hacerlo antes, pero tal resulta que no todo se da como se quiere.

En esos instantes, con la tranquilidad que siempre la posee a ella, Park Yvette se encamina hacia las urnas de Kim y de su madre.

Había tenido un sueño con ambos, algo demasiado confuso para ella, con su difunta madre tuvo un sueño calmado y sereno, no obstante, con Kim fue todo totalmente diferente.

Sintió un temor tan grande, como si lo estuviese viviendo en carne propia, aquel chico ya no se veía con la luz que solía poseer, pese a todo lo que le aconteció. Ese Kim Chung-Ho de su sueño se notaba oscuro, siniestro y sobre todo, enojado.

-Respira.- Yvette se detiene por un segundo -Respira.- Se repite

No le dará el gusto a esas emociones que está sintiendo, no dejará que ellas se adueñen de sus sentidos y la derrumben.

Esta vez, Park Yvette decide ignorar todo lo que pocas veces siente. Aquella pesadilla no es verdad, para ella es solamente un mal sueño, del cual anhela que quede como tal.

-Aquí estoy.-

Es de madrugada, sin embargo, apenas pudo levantarse de la cama. Con el cuerpo temblando en demasía, se alistó y tomó rumbo al lugar en donde se hallan tanto su madre como Kim Chung-Ho.

-¿Quieres llevártelo?- Una sonrisa amarga sale de ella -¿Qué clase de sueño ha sido ese, Kim?-

No se nota afligida ni mucha menos melancólica, es como si aquella visita, que ella misma ha hecho, ha sido para ver al causante de su mal humor.

Porque para Yvette aquel sueño no tiene sentido, no entiende el significado de aquella pesadilla.

Ella no comprende por qué motivo Chung-Ho se notaba enojado y gritándole que lo ha abandonado. Cuando el único que había abandonado al otro, ha sido él.

Park mayor no comprende por qué razón él, su primer amor, le decía a través de aquel sueño que no merecía aquel peli castaño. No entiende el significado de él haberse llevado a su pequeño esposo.

-No tienes ese derecho.- Ni ella misma entiende por qué le está dando tanta importancia -Tú ya estás muerto y-

Prefiere callarse, su impotencia le hace apretar las manos.

¿Cómo es posible que un sueño la tenga en un estado de alerta?

¿Acaso algo malo pasará con Si-U para que Kim se lo haya llevado en su pesadilla?

No aguantando más, Yvette decide marcharse, creyó que podría hacerle frente a aquel cuerpo muerto. Pero ella no es de discutir sin que nadie le responda luego.

¿Algo malo pasará con su esposo o simplemente ha sido un mal sueño?

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-Totalmente Diferentes- EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora