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Un castaño oscuro se halla viendo el azulado mar aferrado al mismo tiempo de la fría mano contraria.

Ambos se encuentran caminando fuera de la casa en la que no habían salido desde que llegaron, hace ya tres días de aquella llegada.

-¿Me estás escuchando?- Yvette desenlaza ambas manos y lo contempla

-Sí.- Le sonríe él -La estoy escuchando, amor.-

Ella recibe el suave mimo que le da el otro en sus labios y lo contempla relamerse los belfos luego. Si-U se aferra a la mano contraria de nuevo y le sonríe.

El chico se nota muy contento últimamente y Yvette es víctima de aquella felicidad contraria. Los constantes besos y abrazos junto a la delicadeza con la que le habla y la trata el contrario, ha sido la prueba de ello.

-¿Qué te estaba diciendo?-

Si-U deshace su bonita sonrisa cuando repara en la pregunta que se le ha hecho.

-Perdón.- Se disculpa cuando repara en que sinceramente no la estaba escuchando -¿Puede repetir lo que decía?-

Puede que las cosas entre ambos están correctas, sin embargo, hay cosas que no han cambiado y unas de ellas es la manera de Yvette ser.

La pelinegra lo observa con seriedad hasta hacer al otro apartar la mirada. Si-U carraspea ligeramente y retoma sus pasos cuando la contraria emprende a caminar de nuevo.

-Sube.- Le dice ella

Park menor se dispone a subir al yate, el mismo hombre que los trajo es el que recibe al matrimonio Park.

-¿No ha habido ningún inconveniente a última hora?- Pregunta ella

Si-U se queda al margen y viendo hacia el mar, demasiado bonito para él despegar sus ojos de allí.

-Todo está en orden.- Asegura el hombre -Yo le avisaré cuando estemos llegando.-

Luego de algunas palabras más entre el hombre y la pelinegra, ella camina con un castaño que le sigue el paso desde atrás.

Yvette se detiene para tomar la mano contraria y hacer que Si-U quede al lado de ella.

Llegan a un cuarto cómodo y lo suficiente espacioso para sentirse a gusto en él.

La joven mujer se recuesta en la cama y suelta una exhalación calmada. Si-U se encarama en la pelvis de la mayor y posiciona el puño de su mano en su mejilla derecha.

La mirada del joven castaño se ubica en el exterior, viendo el azulado mar y lo bonito que es la naturaleza.

La relación entre ambos ha sido excesivamente tranquila, ningún problema, ningún inconveniente. Y para ambos se ha sentido totalmente diferente, por la razón de que siempre, desde que se conocen, han estado en un sube y baja.

-¿A dónde vamos?- Calmadamente pregunta él

-Te estaba explicando a cerca de ello, pero no me escuchaste.-

Park menor da una risita infantil, logrando con ello que Yvette le dé una sonrisa ladina. Se dispone él a ver de nuevo hacia el exterior y ella tapa sus ojos con su antebrazo.

La fría mano de la empresaria mima cálidamente el muslo derecho de Si-U mientras que aquel joven mantiene su mano por debajo de la holgada camisa de su esposa. Acariciando la pequeña cicatriz que ha quedado en el vientre de ella.

De un momento a otro, el delgado cuerpo de Si-U da un fuerte respingo y se quita de encima del cuerpo femenino contrario. Yvette apenas y se inmuta a ello.

-Totalmente Diferentes- EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora