𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟏

51 7 3
                                    

Ya era mitad de semana los exámenes llovían por doquier, pero el verdadero problema en ese preciso momento es que Yongbok no había aparecido. Changbin y Minho se encontraban caminando por las paredes ante el enorme retraso que estaba teniendo el menor, la primera hora de clases había transcurrido por completo pero Yongbok no hacía acto de presencia. Ambos mayores se encontraban sumamente preocupados esperando en la entrada de la institución, ya que, para empeorar todo, el pecoso no respondía las llamadas ni los mensajes.

—¡Allá está!— exclamó Changbin para luego salir corriendo.

Minho giro su vista hacía donde el pelinegro había apuntado, encontrándose con una imagen que nunca creyó ver. Su pequeño hermano se encontraba totalmente demacrado, la sangre se veía por todos lados y su blanca piel se encontraba repleta de parches morados.

—¡Bokkie! bokkie, mi cielo, ¿qué pasó?— cuestionó con extrema preocupación Minho.

—No se... no se de donde salieron, ni que querían— intento hablar el menor desde los brazos de Changbin— Pero no se llevaron nada, solo me dijeron que hacían eso porque elegí al equivocado.

Los mayores se miraron confundidos, sin entender a qué quisieron referirse los monstruos que se atrevieron a tocar a su niño.

—Tranquilo lix, vamos a llevarte a la enfermería, todo va a estar bien— lo tranquilizó el azabache para luego plantarle un dulce beso en sus labios rotos, y a pesar del dolor, Yongbok sonrió.

Luego de las últimas palabras dichas por Changbin se desvaneció en sus brazos debido al dolor que se expandía por su cuerpo. No tenía idea de cómo había sido capaz de caminar las cuadras que le faltaban para llegar a la universidad.

Yongbok había sido trasladado al hospital ya que tenía demasiados golpes y probablemente necesitaría hacerse estudios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yongbok había sido trasladado al hospital ya que tenía demasiados golpes y probablemente necesitaría hacerse estudios. Minho y Changbin se ausentaron a sus clases debido a esto, ya que querían estar en todo momento para el menor.

Estuvieron varias horas en el hospital esperando mientras Yongbok era llevado por los médicos a hacerse los análisis necesarios. Cuando por fin terminaron el pelirrojo fue llevado a una habitación y dejado en observación.

Changbin no podía parar de pensar en las últimas palabras mencionadas por pelirrojo, eran demasiado extrañas, no tenían sentido, al menos no para el. De todas formas en lo único que podía pensar era en las amenazas que había estado recibiendo hacía unas semanas, todo era demasiado sospechoso, cosa que no le gustaba en lo más mínimo. Decidió llamar a su padre, aprovechando que Minho había ido hasta su casa a hablar con sus padres y a buscar algunas cosas para Yongbok.

—¿Como se encuentra mi futuro yerno?— interrogó Dongseok adentrándose en la habitación.

Changbin sonrió ante la forma en la que su padre llamó a Yongbok, realmente el mayor tenía casi tantas ganas como él de que fuera su novio.

—Está estable, hasta ahora no nos han dicho mucho más— informó el pelinegro.

—¿Por qué golpearían a un niño tan bueno como él?— cuestionó curioso y sorprendido el Seo mayor.

—De eso quería hablarte— comentó Changbin— Antes de desmayarse dijo que las personas que lo golpearon le dijeron que "había elegido al equivocado", y hace unas semanas me estaban llegando una especie de cartas con amenazas.

—¿Con amenazas? ¿Por qué no me dijiste nada?— reprocho Dongseok con preocupación.

—Por qué no quería preocuparte y tampoco deseaba que te metieras en algo peligroso— respondió tranquilo el menor— Así que fui a hablar con Hyunmi.

—¡¿Qué hiciste qué!?— exclamó sorprendido el canoso.

—Era necesario papá, ella es la que está metida en esas mierdas— se justificó el azabache.

—¿Y así es como va la cosa?, creo que tu charla con tu madre no fue de lo mejor.

—¿Tu crees que está relacionado?— interrogó Changbin temeroso a la respuesta.

—¿Que decían las amenazas?

—Cosas como que mi destino estaba en sus manos y que me iban a hacer sufrir— respondió el pelinegro.

—No se si esto tenga que ver con tu madre hijo... solo te puedo decir que lo que le pasó a Yongbok y las amenazas que recibiste están relacionadas— aseguró el mayor— Creo que quieren hacerte sufrir en base al sufrimiento de él.

—¿Pero quién querrían algo así?— cuestionó el menor— Me resulta imposible.

—Hay algo llamado sociópata, bin, me sorprende que no lo sepas.

—¿Entonces tengo que descubrir quién es?— volvió a preguntar Changbin dudoso de cómo moverse en esa situación.

—Primero habla con Yongbok, debes contarle todo— aconsejó Dongseok— Luego veremos que hacer, al menos si las cosas no se ponen demasiado serias.

Changbin asintió algo inseguro, esto no le gustaba nada, sobre todo porque Yongbok se había vuelto demasiado importante y odiaría verlo sufrir, mucho más si era por su culpa. No tenía idea de cómo o qué debía hacer, en esos momentos sólo estaba deseando que todo fuera una horrible pesadilla.

—Binnie— susurro Yongbok a su lado, sacándolo de sus pensamientos.

—Hola lindo, ¿como te sientes?— cuestionó el mayor con preocupación.

—Demasiado drogado— declaró el pelirrojo con voz ronca y los ojos levemente abiertos.

Changbin rió ante el comentario del menor, ya que era lógico que se sintiera de aquella forma debido a que estaba bajo los efectos de diferentes drogas para calmar el dolor de su cuerpo.

—Es por los medicamentos lixie— le informó Changbin.

—¿Entonces estoy efectivamente drogado?— cuestionó algo sorprendido el menor.

—Podría decirse, si.

—¿Y no me puedo hacer adicto a esto? Changbin yo no soy adicto.

El pelinegro rió ante el miedo ilógico de Yongbok, le parecía sumamente tierno que a pesar de estar en esas condiciones pensara en algo tan serio como en las adicciones. Definitivamente era un niño demasiado bueno, si su padre hubiera escuchado lo que el pelirrojo había dicho de seguro se lo llevaría a su casa sin dudarlo dos veces.

—Tranquilo cariño, no puedes volverte adicto, no te preocupes— lo calmó el mayor.

—De todas formas creo que ya tengo una droga a la que soy adicto— respondió Yongbok cerrando los ojos.

—¿En serio? ¿Cual?— interrogó divertido el azabache.

Tú.

La sonrisa de Changbin se desvaneció en un instante al escuchar aquellas palabras. Lo que Yongbok acaba de decirle era demasiado que procesar, y aunque él sabía bien que los efectos de los medicamentos se encontraban a flor de piel en el organismo del australiano, prefirió creer lo que sus labios decían.

Pero una adicción puede significar demasiados problemas, eso lo sabemos todos.

.

.

.

.

.

holii, buenas, volví. Ya estoy deseando que empiece la acción, pero primero necesito q se encariñen un poco con los personajes jaja

espero q les haya gustado el cap tanto como a mi me gustó escribirlo, no olviden dejar su bella estrellita si así fue 💖💖

pd: no sé droguen JAJSJ

𓏲ָ 𝑨𝒑𝒊 𝑲𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓❤️‍🔥//ᶜʰᵃⁿᵍˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora