𓏲ָ 𝑨𝒑𝒊 𝑲𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓❤️‍🔥//ᶜʰᵃⁿᵍˡⁱˣ

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟏

En tanto Seungmin y Jisung recibieron el mensaje de Chris, decidieron retirarse de la casa Lee, era un asunto que no se podía hacer esperar por más que la estuvieran pasando bien. 

Aunque Seungmin no la estaba pasando tan bien, ver a Changbin tratando de una manera tan amorosa y delicada a Yongbok le había dolido mucho más de lo que había imaginado. No podía evitar las punzadas en su pecho al verlos besarse, al observar cómo se miraban, al ver que Yongbok era casi perfecto y que Changbin no era capaz de mirar a nadie más que no fuera él. 

No odiaba a Yongbok, no podría hacerlo, era una persona muy bella, dulce y amable. Merecía todo el cariño que le brindaba Changbin, lo sabía bien. Pero eso no evitaba que su corazón se encogiera al ver cada demostración de afecto. Tenía que dejar atrás a Changbin de alguna manera, no le gustaba sentirse así. 

—Jisung, debemos irnos— anunció Seungmin. 

—Claro, dejame ir a buscar mis cosas y vamos.

—¿A dónde van?— cuestionó Minho. 

—Chris dice que encontró a alguien que puede ser apto para el puesto que estamos buscando dentro del plan— explicó el castaño— Tenemos que ir a ver si es así o no. 

—¿Podemos ir?— pidió Changbin. 

—Lamento decirles que no, ninguno debe querer separarse de Yongbok y no creo que él quiera salir...— negó el menor, le hubiera gustado ir con Changbin, pero debía tener en cuenta que Yongbok aún no podía estar solo, seguramente iba a sentirse muy mal si lo dejaban. 

—Algún día voy a tener que hacerlo— respondió el pelirrojo.

—¿Quieres venir?— interrogó Seungmin, no era nadie para negarle ir. 

—Si se puede me gustaría, no puedo vivir encerrado...

—Muy bien, entonces vamos todos— terminó por aceptar el menor, debía aceptar que el grupo ya no se conformaba por Jisung, Chris y él, ahora había varias personas más a tener en cuenta. 

En tanto todos estuvieron preparados se encaminaron al auto de Changbin, donde Yongbok tomó el asiento del acompañante y el resto fue atrás.

—¿Vamos a tu casa?— cuestionó Changbin. 

—No, vamos a la base, yo te guio— respondió Kim con tranquilidad. 

El pelinegro asintió y emprendió camino siguiendo las indicaciones del menor. Poco a poco se fueron adentrando en una zona bastante peligrosa de Seúl, abandonada y sucia, llegando casi a las afueras de la ciudad, donde se podían encontrar varias edificaciones abandonadas. 

Avanzaron un poco más hasta que Seungmin le mencionó al mayor al volante que iba a ser mejor "esconder" el auto, debido a los robos. Doblaron hacia la derecha por un pasillo algo angosto, al final de este pudieron ver otro auto, cosa que le sorprendió a todos, principalmente porque era último modelo. 

La mayoría sentía conocer aquel vehículo, pero prefirieron no decir nada, por alguna razón algo les decía que era mejor callar. 

Yongbok había estado algo tenso todo el viaje, no se sentía muy cómodo, pero debía avanzar, no podía dejar que un imbécil le arrebatara su libertad tan fácilmente. Además Seungmin le había dicho que lo iban a cuidar bien y que nadie se le podría acercar mientras estuviera con él, cosa que lo alivió bastante. 

Se notaba que Kim era un chico de buen corazón, no entendía cómo ese tipo de personas terminaban involucradas en entornos tan peligrosos, le sorprendía enormemente. Aún le costaba asimilar que estaba tratando con criminales, porque le gustara o no eso eran, Seungmin y Jisung, dos personas que lo ayudaron y protegieron tanto eran capaces de matar gente por dinero. Simplemente no podía aceptarlo.