Llegaron a la gran mansión Kim minutos más tarde. Changbin se había encargado de avisarle a Minho que iba a tardar un buen rato para ir a buscarlo y que luego le avisaría.
Subieron las escaleras hacía la elegante galería, pero no se adentraron en el hogar, Seungmin giró hacía la izquierda abriendo una pequeña cerca de madera, adentrándose al bello patio trasero. Se dirigieron hacía la párvula construcción en el fondo del espacioso lugar, donde el menor se adentro y abrió una puerta cerca de una de las esquinas de la edificación, dejando ver unas largas escaleras que conducían hacia abajo.
Al bajar Changbin se encontró con el lugar más tecnológico que había visto en su vida, era una habitación bastante opaca, con varias luces verde y azul neón. Las computadoras abundaban, las pantallas gigantes estaban por todo el lugar, junto a enormes paneles de control extremadamente difíciles de comprender.
—¿Me prestas el celular?— pidió Seungmin ya sentado frente a una de las enormes pantallas.
Changbin le entregó su celular, mirando atentamente como el menor se encargaba de rastrear la ubicación de donde había sido enviado aquel video. Sabía cómo se hacían ese tipo de cosas, pero prefirió mantenerse al margen, aún no confiaba con totalidad en su conocimiento, por lo que le daba demasiado miedo cagarla.
—Aquí está— anunció el castaño— Es en un descampado a unos kilómetros de la ciudad.
—Perfecto, vamos.
—Aún no.
—¿Qué? ¿Por qué no?— cuestionó el mayor con ansiedad y confusión.
—Porque ningún secuestrador es tan estúpido como para enviar un archivo desde su ubicación real, Changbin— respondió Seungmin con obviedad— Tenemos que intentar rastrear el dispositivo.
—¿Qué pasa si el secuestrador es aún más inteligente y sabe que no irás a la ubicación de dónde se envió el vídeo?
—...Iremos a ambos lugares, no es tan dificil.
Pasó un largo rato en el que el menor intentaba dar con la ubicación actual del dispositivo, tecleando cosas que en ese punto ya eran desconocidas para Changbin, cosa que no le agradaba mucho.
—Lo encontré— comentó el castaño— En un recinto de edificios abandonados, el lugar favorito de varios secuestradores.
—Eso no quita que pueda estar en el lugar anterior.
—Nunca dije eso— se defendió Seungmin levantándose de su asiento y entregándole el celular a Changbin— Andando, aún hay que ir por Minho.
El pelinegro se sorprendió ante el último comentario del menor, creyó que iba a tener que tener otra pequeña discusión con él debido a eso, pero al parecer el joven Kim Seungmin si tenía corazón.
No había parte de su cuerpo que no se encontrara bajo los efectos de un profundo dolor, era incapaz de encontrar una posición en la que le resultara cómodo estar. Su espalda, brazos, abdomen, piernas y hasta su rostro estaban heridos.
ESTÁS LEYENDO
𓏲ָ 𝑨𝒑𝒊 𝑲𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓❤️🔥//ᶜʰᵃⁿᵍˡⁱˣ
Romance¿𝘘𝘶𝘦 𝘵𝘢𝘯 𝘩𝘪𝘫𝘢 𝘥𝘦 𝘱𝘶𝘵𝘢 𝘱𝘶𝘵𝘢 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘴𝘪 𝘴𝘦 𝘭𝘰 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘰𝘯𝘦? ¿𝘊𝘶á𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘷𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘦𝘴 𝘤𝘢𝘱𝘢𝘻 𝘥𝘦 𝘢𝘳𝘳𝘶𝘪𝘯𝘢𝘳? ¿𝘊𝘶á𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘢𝘮𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘦𝘴 𝘤𝘢𝘱𝘢𝘻 𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘳? ⚠️Violenc...