𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟖

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En tanto llegaron a la casa de Kim, pudieron notar que los hermanos Lee aún se encontraban allí. Un escalofrío recorrió la columna vertebral de Seungmin, tenía un mal presentimiento de eso, no le gustaba que ambos se encontraran en una zona tan peligrosa. 

Bajaron del vehículo y se encaminaron dentro del lugar, Kim sabía que tarde o temprano Hyunjin iba a alcanzarlos y eso no era bueno, porque él estaba sólo y Hwang tenía a casi toda la mafia coreana de su lado. Si quería sobrevivir solo le quedaba huir. 

—¡Mamá!— en tanto abrió la puerta de su hogar fue a la primer persona a la que llamó. 

—¡Minnie!— exclamó la pelirroja con pequeñas lágrimas cayendo de sus orbes— Estas bien, dios santo, que alivio. 

—Temía que algo hubiera pasado aquí, los Hwang son peligrosos— comentó el menor, dejándose abrazar por su madre.

—Soomin ¿Donde esta Chris?— cuestionó Jisung interrumpiendo el momento.

—En la sala, cariño— respondió la mujer con dulzura— Sus padres están en camino.

—¿Y Yongbok y Minho?— interrogó, esta vez, Seungmin. 

—Están con él, esperando por ustedes. 

Inmediatamente los jóvenes se encaminaron hacia el lugar, donde Jisung y Changbin fueron recibidos con un gran abrazo, algunos besos y pequeñas lágrimas. Seungmin y Jeongin se acercaron cautelosamente a Chris, quien descansaba en la camilla de emergencia con la que contaba la familia Kim. 

Se dedicaron a contemplar y susurrarle recuerdos y momentos vividos a su difunto amigo, las lágrimas hicieron acto de presencia en poco tiempo a pesar de que intentaron no mostrarse tristes, como su amigo les había pedido que hicieran si algo como esto le llegaba a pasar. Pero nadie podía retener el dolor de su pérdida, hasta Soomin se encontraba liberando cristalinas gotas. Chris había sido como un hijo para ella, esto no iba a ser nada fácil. 

Habían sido tantas las veces donde llegaban corriendo a su hogar para detener algún sangrado o sacar alguna bala de sus cuerpos, ella los había cuidado a todos, los había visto crecer junto a su propio hijo y convertirse en hombres. Había cuidado de Chris cuando su madre murió, lo aconsejó y le insistió para que encontrará una razón para continuar. La pérdida de el rubio no iba a ser fácil para ella, pero debía procurar estar lo mejor posible si Seungmin la necesitaba. 

—Voy a buscarte en mi próxima vida Chris, y juro que seré digno de tu cariño— susurró el castaño. 

Quería llorar, quería gritar y sacar todo lo que sentía, expresar su dolor y sentimiento de culpa, quería desahogarse, que alguien lo abrazara hasta sentirse tranquilo. Quería llorar por su amigo y recordar cada una de sus travesuras, recordar cada risa, recordar su voz, sus ojos y grabarlos en su mente. 

Pero eso iba a tener que esperar. 

Le gustara o no, Hwang no iba a tardar en atacar y estaba seguro de que esta vez no les tendría compasión, reclutaría a cada clan mafioso que pudiera e iría por él y por Changbin. No estaban a salvo, ni ahí, ni en la base, ni en ningún lado, debían escapar al lugar más lejano que pudieran. 

—Escuchen, se que esto es difícil— comenzó a hablar Seungmin— Pero Hyunjin va a volver y esta vez no vamos a poder escapar, él tiene muchísimos contactos a los que puede llamar, nosotros estamos solos. Debemos huir. 

—¿Que? ¿Ahora?— cuestionó Minho sin entender. 

—Hyunjin solo tiene a una persona en la mira, Changbin, solo lo quiere a él. Pero ahora también me va a querer a mí, soy la persona que lo desobedeció y arruinó su plan— explicó Kim— Ustedes serán dejados a un lado si ya no se ven involucrados con nosotros, es decir, que estarían a salvo. 

La sala quedó en silencio absoluto. Yongbok apretó su agarre sobre el brazo de Changbin y se apegó más a él, se negaba a dejar al mayor, no quería, no podía, lo amaba demasiado. El pelinegro era demasiado importante, no iba a poder continuar sin él. 

La vida del pelirrojo se iluminó ante la llegada de Seo, sintió su alma volver a encenderse, sentía el amor que sus padres tanto le habían negado, sentía la calidez de unos brazos que realmente lo aceptaban y querían como tal cual era, se sentía amado y no sólo deseado. No quería que eso acabará, no quería dejar de ver el bello rostro de Changbin, no quería dejar de ver su sonrisa, no soportaría dejar de escuchar su voz, no sería capaz de sentirse en confianza con otros ojos que no sean los del pelinegro, no podría dormir tranquilo si no eran los brazos de Seo los que rodeaban su cintura. 

No podía renunciar a su amor por Changbin.

Por otro lado, Seo estaba seguro de lo que iba a hacer. Si dejar a Yongbok implicaba su seguridad, entonces no cabían dudas. Iba a dolerle como la mierda abandonarlo, que las sonrisas del pelirrojo ya no pudieran ser la cura todos sus males, que sus labios ya no pudieran acariciar los suyos, que el ritmo de sus corazones ya no se sincronizará. Iba a dolerle tener que dejar de ver esos ojos avellana en los que se había perdido la primera vez que los vió, pero prefería eso antes de tenerlo en peligro por siempre.

—No hay mucho tiempo, es seguro que en algunas horas Hyunjin va a atacar— volvió a hablar Seungmin— Traten de pensarlo bien. 

En ese momento la puerta fue tocada y Soomin se encaminó a abrirla de inmediato. Instantes después un grito se escuchó desde la entrada. 

Rápidamente Seungmin y los demás se acercaron a Soomin. Kim con su arma lista para disparar y estaba listo para hacerlo en tanto vio quien estaba parado frente a su puerta. La persona que tanto temía ya había llegado para acabar con su cometido. 

—¡No dispares!— rogó el castaño arrodillándose frente a ellos— No soy quien creen, por favor, escuchen. 

—¡¿Como no vas a ser tú si eres exactamente igual?!— exclamó Jeongin a punto de jalar el gatillo. 

—No soy el Hyunjin que ustedes conocen, miren mi cabello, soy más blanco, tengo un lunar debajo del ojo— comenzó a enumerar las diferencias con desesperación— Por favor.

—¿Quien eres si no eres Hyunjin?— cuestionó Seungmin sin bajar su arma— Si te atreves a mentirme haré mermelada con tus sesos. 

—Yo soy el verdadero Hwang Hyunjin, él es mi hermano gemelo, Hyunsam— reveló el "verdadero" Hyunjin, aún desde el suelo.

—¿Esperas que te creamos?— interrogó Changbin con enojó. 

—Yo conozco a Hyunjin desde jóvenes— comentó Yongbok desde atrás, llevándose toda la atención— Y el Hyunjin que me secuestró me dijo algunas veces "no soy tu Hyunjin".

—Es porque no lo es. Yongbok, nosotros nos conocemos desde los 15 años, eramos mejores amigos, nunca te llevaba a casa porque la odiaba y no tenía permitido hablar de mi familia— habló el castaño intentando convencer a todos— Soy yo, me fui a Japón porque internaron a Hyunsam en un hospital psiquiátrico ahí y debía haber alguien de la familia en el país para cuidarlo. 

—Dime algo que solo podamos saber nosotros dos— pidió el pelirrojo, para terminar de confirmar sus sospechas. 

—Nos escapamos de clases durante una semana para ir a jugar a un cyber, hasta que Minho se dio cuenta y comenzó a acompañarte todas las mañanas al colegio. 

—Recuerdo eso— susurro Minho.

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¿Hyunsam? ¿Hyunjin? ¿Que acaba de pasar?

Espero q les haya gustado tanto este capítulo como a mi escribirlo no olviden dejar su bella estrellita si así fue, lxs tkm 💖

𓏲ָ 𝑨𝒑𝒊 𝑲𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓❤️‍🔥//ᶜʰᵃⁿᵍˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora