-El tractor de atrás hace ver estéril la foto- me dijo Ovidio entregándome el teléfono y entrando para la casa.
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—¿Estéril?— dije repitiendo lo que me dijo Ovidio.
Entre a la casa y el estaba sentado en el sillón mientras comía Sabritas, lo mire por un momento.
-¿Cómo dijiste que me veía?-
-Te ves bien estéril Evita- hacentia mientras le chupaba el polvito a sus Takis -Oye pero por qué lloras -
-Por que tú me dijiste que ponerme y ahora dices que me veo estéril - dije mientras volvía a sollozar.
Ando más sencible que un piscis cuando se enoja.
- Pero así es como dice tiktok, te ves estéril - dijo el confundido mientras buscaba su teléfono.
—Pendejo, es astetik- dijo Alfredo mientras torcia los ojos y me daba un medio abrazo.-¿Por qué lloras mi chiquita?-
Ahora voy a llorar más.
—Es que Ovidio...-
-Yo le dije que se miraba muy guapa- dijo el ratón mientras me miraba suplicante, si le decía a Alfredo que Ovidio me hizo llorar, lo castra.
-A...- fue lo único que dijo.
-Vamos al rancho de tu ama- dijo Ovidio viendo su teléfono mientras le señalaba a Alfredo.
—Vamos Evita-
Me pare dudosa, sabía que ahí estaría Iván, no sabía si sería bien recibida, pero ni pedo, también es mi mamá.
—¿Y tú por qué estás vestida así?- dijo Alfredo y lo mire indignada mientras comenzaba a llorar de nuevo.
—Ovidio me dijo que me tenía que vestir así, por qué así se deben de ver sus mujeres- dije y me quedé un momento procesando.
—¿Te vestiste así por un hombre?- me dijo Alfredo sorprendido.
Y ahí me cayó el 20.
—Carnal, tu bien sabes que Adriana siempre andaba así de extravagante — dijo Ovidio.
Me había comparado con su ex.
—Vuelves a comparar a mi hermana y te juro que te rompo el osico Ovidio- dijo Alfredo mirándome —¿Dónde quedó la Eva que llegó sintiéndose poderosa?- me dijo y solo lo mire.
—Estaba jugando Alfredito, cambie de look— dije segura, y el me miró no muy convencido.
—Que bueno mensa, me asusté pero Sea como sea sigues siendo la mujer más chula—
No lo había pensado honestamente, pero llevaba como 2 semanas viviendo con Ovidio y se había encargado de hacerme a su forma.
Voltee a mirarlo un momento el estaba con la mirada agachada.
—¿Te estás aprovechando de mí?- le dije una vez que llegamos al rancho y Alfredo se había bajado.
—¿Que? No, nunca e hecho nada que no quieras— me dijo.
—Te estás aprovechando de lo frágil que estoy- le dije y el solo se quedó serio-Quieres convertirme en alguien que no soy Ovidio, ¿Que pasa contigo?- le dije y el me miró sin saber que decir.
—Eva yo no quería....-
No dije nada y me baje de la camioneta.
Iván Archivaldo.
Mire a Eva caminar hacia mí y lo único que hice fue verla, se miraba diferente.
—¿Que le paso a tú hermana?- dije mirándola de arriba hacia abajo, podría hacer esto todo el día.
-Cambio de look- dijo el subiendo y bajando los hombros.
—su hermana se mira guapa- dijo mi apa mientras salí la saludaba y después se iba.
—Hola- dijo ella hacercandose a mí, pero antes de que llegara me di media vuelta y me fui a la cocina.
Me dolía más a mí comportarme así, pero era lo mejor, tenía que mantener la distancia con Eva, ella está con Ovidio y a mi solo me verá como su hermano, justo como yo debo empezar a verla a ella.
-Eva, que bueno que veniste mi amor- le dijo mi mamá mientras le daba de besos
-Si ama- dijo ella mirándome triste.
Voltee mi cara para otro lado.
—Vamos para la palapa- dije agarrando una hielera y saliendo junto a mis hermanos.
—¿Por qué Eva viene llorando?- le dije a Ovidio y rápido abrió los ojos.
—Si Ovidio, por qué - me siguió Alfredo.
—No sé - se limito a contestar.
Seguiría hablando de no ser por Eva quien se acercaba junto con mi mamá. Ella se sentó a mi lado y el olor de su perfume D&G inundó mis fosas nasales. La mire por un momento, Eva era realmente muy chula, pero el brillo con el que llegó a Culiacán ya no estaba.
La droga le había arrebatado muchas cosas, su estabilidad por ejemplo.
—Voy por tortillas- dije parandome.
—Yo voy- me dijo ella y comenzó a caminar.
Mi vista estaba fijada en el Vaivén de sus caderas, ese pantalón le hacía resaltar su.....¿¡Que madres es eso!?
—Alfredo llama rápido a un doctor, ¡Pero rápido cabrón!- dije alterado mientras corría hacia Eva y todos detrás de mí.
—¿Que paso Iván?- me dijo asustada mientras yo la cargaba en los brazos.
-Mi niña te dieron un tiro en las nalgas- le dije bien asustado mientras corría con ella tratando de no lastimarla.—Pero todo estara bien corazón - dije sintiéndome desesperado.
—De que hablas- me dijo un poco más pálida y tocándose su vientre.
—Estas manchada de sangre, ¿Te duele tu vientre también? ¡Alfredo, dile al pinche cabrón del mata santos que se apure!- Eva iba a seguir hablando pero yo bajé a la sala aver por qué se tardaban tanto.
Llegó el doctor y antes de que pasará entre yo primero para tomarme a Eva frente al espejo viendo sus glúteos con los ojos muy abiertos.
—Ivan— me dijo bien pálida.
—Tranquila mi niña— dije acercándome a ella—Ajlrota te sacan la bala, ¿Te ayudo a acostarte?-
Ella negó rápido.
—Ivan, es que esto no es una bala- me dijo segura.
-¿Cómo que no? ¿No ves la sangre? Pero tu tranquila, aquí está el doctor y ya andan buscando al cabrón que te disparó ¿Te duele mucho?- le dije preocupado
