|Cuatro|

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Angie estaba en su apartamento, en pijamas y mirando un documental mientras organizaba su trabajo, eran cerca de las 18 horas cuando encontró la hoja con las inscripciones a las tutorías. Solo habían tres inscriptos pero uno de ellos era Brisa, era más que suficiente. Miró la hoja por varios segundos y debatió internamente si tratar de coordinar ahora con los chicos o dejarlo para el lunes. Finalmente decidió no perder el tiempo y agendó en su teléfono los tres números, acto seguido creó un grupo de WhatsApp y escribió:

Angie: Buenas tardes, no es necesario que me respondan ahora, aún así me gustaría coordinar con ustedes el horario que mejor se adapte a sus actividades. De mi parte estoy a su disposición.

Luego de enviar el mensaje salió del grupo y se encontró mirando la foto de perfil de su alumna. Angie suspiró, la última semana la chica se había llevado toda su atención y parte de sus pensamientos. Era su alumna, no la conocía mucho, aún así ya estaba en su mente la mayor parte del tiempo. Resignada dejó su teléfono y antes de volver a su carpeta debió volver a tomar su teléfono pues había sonado. Efectivamente, era un nuevo mensaje en el grupo.

Brisa: Hola, Angie. Luego de las 14 hs que terminan mis clases estoy libre. Me adapto a tus horarios sin problemas.

Angie sonrió en respuesta y respondió también.

Angie: Gracias, Brisa. Veremos qué opinan tus compañeros pero me gustaría que nos reunamos al rededor de las 18 o 19 si no tienen problemas.

Brisa: Claro, por mi perfecto.

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Brisa estaba nerviosa, decidida pero nerviosa. El fin de semana se habían puesto de acuerdo y finalmente habían optado por realizar las tutorías a las 19 horas en un pequeño salón junto a la biblioteca de la universidad. Si bien había visto a Angie en la mañana en su clase, ahora sería diferente.

Había llegado cinco minutos antes para tener la posibilidad de al menos saludar a su profesora antes de que sus dos compañeros llegaran. Entró en el salón sin tocar la puerta y se encontró a Angie leyendo algo en su teléfono.

B- Angie. -Habló Brisa y de inmediato se topó con los ojos de la chica que la miraban de arriba a abajo con poco disimulo.

A- Hola, ¿cómo estás? Que bueno que viniste. -Exclamó Angie mientras guardaba su teléfono y le sonreía a la chica. Brisa se acercó y se sentó justo al lado de la profesora.

B- Estoy bien, estaba ansiosa por esto. ¿Vos?

A- Algo cansada pero bien, ¿y por qué ansiosa?

Brisa se encogió de hombros y le sonrió a la chica, nunca habían estado así de cerca y Brisa no podía disfrutar más de la vista frente a ella.

A- En tanto llegan tus compañeros podrías contarme sobre vos y tus intereses.

Brisa se mordió el labio inferior y pudo jurar que si no lo hubiera hecho, le hubiera confesado a Angie su verdadero interés.

B- Aún no decido si voy por la ingeniería o por las ciencias. -Confeso Brisa y Angie asintió.

A- No te preocupes, tenés tiempo. Te sugiero ir probando con materias y terminar de definir con eso.

B- Gracias, eso voy a intentar. ¿Vos estabas segura de lo que querías?

A- Creo que si, siempre me llamó la atención la física y estaba decidida a estudiar una ciencia pura.

B- Me suenas a alguien muy segura, me gusta. -Se atrevió a decir Brisa y Angie apretó sus labios en una sonrisa.

A- ¿Por qué las tutorías?

Brangie - Olías a futuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora