Volvieron a encontrarse de casualidad y ninguna estaba preparada para ello.
Un mes después de mudarse, Brisa volvió a verla.
Se podía decir que Brisa ya se sentía cómoda, tanto en su apartamento como en su nuevo trabajo. Había fortalecido su relación con Sara y se habían vuelto buenas compañeras. Habían salido juntas a bares y de compras y agradecía poder tener con quien pasar el rato, aunque cada día mantenía el contacto con sus amigas.
Era sábado y llegaba al primer evento laboral al que concurriría, si bien era organizado por la empresa para la cual trabajaba, se presentarían varios profesionales y referentes del área. A pesar de que era su obligación asistir, estaba entusiasmada por hacerlo. Habían anunciado que se brindarían varias conferencias y se presentarían nuevos proyectos.
La mayor parte del evento la pasó junto a sus compañeros, disfrutando de las conferencias y charlando.
Cuando anunciaron que la última conferencia sería sobre la aplicación física en la ingeniería, Brisa se interesó de inmediato, era un tema que le apasionaba, pero había tratado de alejarse tanto como podía luego de que todo lo relacionado le recordara a Angie.
Junto a Sara, Joaquín y Juan, se acercaron al escenario a esperar a que comenzara la conferencia, luego de tomar una copa de vino que un chico ofrecía.
Cuando la vió subir al escenario pensó que realmente lo estaba imaginando. Tuvo que mirarla por varios segundos para que su cerebro por fin entendiera que definitivamente estaba frente a Angie, físicamente no podía notar cambios más que su cabello un poco más corto. Siempre se había preguntado cómo reaccionaria el día que la volviera a ver, y nunca se imaginó que se quedaría petrificada y sin poder decir o hacer nada más que mirarla.
La escuchó presentarse y saludar a todos con su característica espontaneidad. Angie se adentró de inmediato en el tema del cual hablaría y varias otras personas se acercaron a escucharla.
Brisa solo la miraba y no estaba segura de querer que la chica también la viera. No sabía como reaccionar si eso pasaba y se sentía tan abrumada como sorprendida. Realmente no estaba prestando atención a lo que Angie decía, pero por las reacciones del resto de personas, sabía que se estaban divirtiendo.
S-¿Estás bien? -Preguntó Sara y Brisa solamente asintió en respuesta y bebió el vino que quedaba en su copa. Volvió su atención una vez más a Angie y trató de fingir que verla allí no le dolía.
Si bien había dejado de pensar en ella tan a menudo, ahora miles de preguntas y reproches rondaban su mente. ¿Por qué no la había buscado? ¿Solamente había sido un juego? Cuántas más preguntas se hacía, peor se sentía y es por esto que luego de avisarle a su compañera que iría al baño, se dio la vuelta y caminó para alejarse. Ingresó al baño y se apoyó en el lavamanos, apretó sus ojos, pero se contuvo tanto como pudo, no se permitiría mostrarse débil. Tomó su teléfono y sin dudarlo llamó a Lourdes, no le importaba que fuera tarde, necesitaba hablar con ella. Obtuvo respuesta antes de lo que hubiera imaginado.
L-¿Bri?
B-Angie. -Fue lo primero que Brisa pudo decir.
L-¿Angie? ¿Qué pasó?
B-Está acá. La vi y no sé qué hacer.
L-¿Qué te dijo? ¿Dónde estás, estás bien?
B-Estoy en el baño, Lu. No me dijo nada, no me vió, está dando una conferencia. ¿Qué hago?
L-No te escondas, Bri. Vos no hiciste nada malo, no tenés que hacerlo. En todo caso ella tendría que hacerlo. -Brisa suspiró, sabía que su amiga estaba muy molesta con Angie y quería lo mejor para ella, pero aun así no se sentía capaz de salir del baño y hacer como si nada hubiera pasado.
B-Creo que voy a volver al departamento, Lu. Te aviso después. ¿Si?
L-Está bien, llamame en cuanto llegues, amiga. -Brisa terminó la llamada y suspiró mientras se preparaba para salir.
Guardó su teléfono y salió del baño tan rápido como pudo, aún sumergida en sus pensamientos. Miró una última vez hacia el escenario y pudo ver que Angie ya se estaba despidiendo.