|Quince|

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Cuando por fin se encontraron en el departamento de Angie, fue Brisa la primera en preguntar.

B- ¿Nos vió?

A- Realmente no lo sé, espero que no. -Respondió un poco preocupada mientras preparaba café y Brisa la seguía a la cocina.

B- También espero lo mismo, eso definitivamente sería tener mala suerte. -Suspiró la chica mientras apoyaba su espalda contra la mesada de la cocina, junto a Angie.

A- Tranquila linda, no me dijo nada. Y creo que sí nos hubiera visto, lo haría. -Angie prendió la cafetera y se dió la vuelta para ponerse de pie frente a ella, mientras se apoyaba sobre la mesada.

B- Quizás sea mala idea que siga yendo a las tutorías. ¿No?

A- No, solo hay que tener un poco más de cuidado. -Susurró Angie mientras ahora rodeaba la espalda de la chica con sus brazos y Brisa escondía su rostro en su cuello.

B- Ya me acostumbré a vos, no quiero perderte, An. -Angie se estremeció ante las palabras y se separó apenas para hacer contacto con los ojos de Brisa.

A- Yo tampoco quiero perderte, linda. -Respondió Angie y luego unió sus labios para comenzar un beso.

Brisa de inmediato continuó el beso mientras rodeaba el cuello de Angie con sus dos brazos. Si bien ninguna había definido que era ésto que tenían, ambas estaban seguras de que no querían perderlo.

El beso poco a poco fue progresando a uno más desesperado y ansioso. Sus lenguas luchaban por llevar el control de la situación y las manos de Angie habían bajado hasta los glúteos de Brisa para presionar sus cuerpos juntos. Brisa llevó sus manos a los brazos de Angie y luego a su cintura, dónde subió apenas su remera y sumergió sus manos dentro para acariciar la piel de la chica con sus uñas. Angie suspiró contra los labios de Brisa y los soltó suavemente pero aún así se mantuvo cerca rozando sus labios. Brisa tuvo la sensación de que la chica iba a decir algo, pero no lo hizo. Es por esto que decidió preguntar.

B- ¿Qué pasa? -Preguntó sobre sus labios, pero mirando fijamente sus ojos. Angie le sonrió levemente y negó con la cabeza.

A- No pasa nada, solo que me gusta que estés acá. -Respondió Angie, y aunque era verdad no dijo todo lo que pensaba.

Brisa volvió a sonreír y sin esperar unió nuevamente sus labios con lo de Angie quien la recibió ansiosamente. Angie disfrutó algunos segundos los labios de la chica y luego bajó dejando pequeños besos por su mentón hasta llegar a su cuello dónde se detuvo besando su piel intensamente, dejó pequeñas mordidas y realmente no se preocupó por si generaba alguna marca. Brisa tampoco lo hizo, había cerrado sus ojos y se permitió jadear en voz baja ante las sensaciones que la chica le provocaba. En tanto, Brisa seguía con sus manos bajo la remera de Angie y las deslizaba suavemente por su espalda y cintura.

Cuando Brisa sintió como Angie mordía un poco más fuerte que antes su piel, no pudo evitar gemir el nombre de la chica. Angie subió su rostro suavemente y en cuanto se topó con los labios de Brisa volvió a unirlos. Brisa no perdió el tiempo y en cuanto sus labios y sus lenguas se unieron, bajó sus manos para desabrochar y comenzar a bajar el jean de Angie, era más accesible que su remera en aquél momento. Angie ayudó a la chica sin separar sus labios e hizo lo mismo con el de Brisa. Unos minutos después, sin dejar de besarse aún, ambas estaban solamente en ropa interior inferior y con sus cuerpos apretados.

A- ¿Vamos a mi habitación? -Preguntó Angie casi sin aliento cuando se separó de los labios de Brisa y la chica frente a ella asintió tomando su mano para guiarla. Angie sonrió y siguió a la chica que caminaba frente a ella, sin poder apartar la mirada de su cuerpo.

Brangie - Olías a futuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora