𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗢𝗦 | "La delgada línea entre el bien y el mal se pierde cuando has sufrido incontables veces."
Donde 𝗖𝗢𝗥𝗬 𝗕𝗬𝗘𝗥𝗦 tiene pesadillas constantes y Hawkins sería la clave de su rompecabezas.
Donde 𝗕𝗜𝗟𝗟𝗬 𝗛𝗔𝗥𝗚𝗥𝗢𝗩𝗘 se si...
◸───────────────◹ ┊"Capítulo 11" ┊Billy x Cory ┊1984 ◺───────────────◿
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Hᴀᴡᴋɪɴs, Iɴᴅɪᴀɴᴀ.
Estoy recostada en el hombro de Eddie. Él se mantiene tranquilo mientras toca mi mano y la acaricia. El grupo de 3 me miran desde una esquina, sus expresiones son dignas de terror. Steve no para de dar vueltas en círculos, muerde de rato en rato su puño. El nerviosismo es su mayor compañía ahora mismo.
– ¿Cómo te sientes, Cory? – los anillos de sus manos me raspan pero prefiero ignorar ese detalle.
– No sé, – un suspiro sale de mis labios. – Estoy preocupada por Billy...
– No esperaba que hiciera eso.
Steve se acerca hasta nosotros. – Mucho menos yo. – sus ojos se agradan mientras habla. – ¿Ustedes dos son amigos?
Me quedo callada.
¿Se supone que debería decir una mierda como: "oye, ¿quieres ser mi amiga"?
El tono sarcástico de ayer me saca una pequeña sonrisa.
– Sí, – muerdo mi labio inferior mirando hacia el piso. – Eso creo.
Steve arquea una ceja. – En la clase parecía odiarte.
Asiento con la cabeza recordando que yo misma me cuestioné aquello. Billy era tan impredecible. ¿Qué podría pasar por su cabeza? Su comportamiento era tan extraño. Trato de esquivar mis pensamientos en él para concentrarme en Tommy. ¿Qué tan mal podría estar? Podría ir a visitarlo, aunque no sé si sea buena idea. Dios, mi primera semana en este pueblo estaba siendo mas intensa de lo que hubiera imaginado.
– Eddie. – levanto mi cabeza para verlo de frente.
Su pelo está un poco enmarañado pero aún así, se sigue viendo muy atractivo.
– ¿Qué pasa?
– Gracias por defenderme. – él esboza una sonrisa sincera. – Sin ti, lo más probable es que sería la burla de todos los estudiantes.
– Yo jamás permitía eso. – se aleja un poco para desordenar mi cabellera. – Eres mi única amiga, Cory.
Mis ojos brillan ante su afirmación.
– ¿Y a mi no agradeces? – Steve pone una mano en su cadera. – Estoy indignando.
Niego con la cabeza riendo. – ¿Cómo crees? Justo iba por ti para agradecerte.
