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◸───────────────◹
┊"Capítulo 6"
┊Billy x Cory
┊1984
◺───────────────◿

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Hᴀᴡᴋɪɴs, Iɴᴅɪᴀɴᴀ.

El sol empezó a darle vida a mi habitación en cuanto salió, la alarma sonó indicando que por fin había amanecido. Estiré mis brazos y piernas para sentirme un poco más relajada. Pero la verdad no quería despegarme de la calidez de mi cama, era tan suave, tan abrigada, ¿quién podría querer despertarse un martes tan temprano?

Inevitablemente sabía que sería yo.

Pero también recordé al huésped.

Sin remedio alguno mis pies tocaron el frío piso, me peine un poco para dejarlo bonito y medio ondulado en las puntas. Realicé mi rutina diaria, lo único que faltaría sería elegir ropa, pero eso lo haría cuando se vaya Billy.

Billy... ¿después de todo no podría ser tan malo, verdad?

– Pst. – lo sacudí intentando despertarlo. Estaba tieso como un muerto. Me asusté tanto que empecé a  despertarlo un poquito más rudo. Creo que me excedí en ello, ya que lo siguiente en pasar, fue verlo rendido en el piso gruñendo cosas sin sentido. – Ay.

– Mierda, mi cabeza. – se sentó como pudo hasta posar sus ojos en mi. – ¿Qué hago aquí? ¿Qué me hiciste?

– ¿Hacerte algo yo? – mis manos se posaron en mi cintura de forma recriminatoria. – Tú fuiste el acosador que vino en la madrugada todo borracho.

Agarrando su chaqueta rebuscó algo en los pequeños bolsillos. – No puedo creer que haya desperdiciado dos condones contigo. Debí estar muy borracho para hacer algo tan loco como eso.

Mis mejillas enrojecieron ante la ofensa. – ¡Agh! Eres un imbecil, idiota y ... ¡Agh! Ya vete. – Se había vuelto experto en colmar mi paciencia.

Como pudo rió hasta agarrarse la cabeza, sintiendo el dolor de migraña–. No grites. – se levantó para mirarse al espejo, dándome la espalda. – En realidad los gasté con dos chicas espectaculares. De solo recordarlas podría volver a ponerme duro. – Hice una mueca de asco y me quedé callada sabiendo que si volvía hablar lo insultaría. – No podría coger con una chica que usa una bata de convento y unos calzones de señora, tú entiendes. No tienes nada interesante para ver, ni aunque estuviera borracho podría mirarte de otra forma. – sonrió relajado. – Sin ofender.– Cada palabra salida de su boca tuvo un tono burlesco, su cuerpo recostado sobre la pared lo hicieron ver tranquilo.

 𝐃𝐔𝐋𝐂𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 | 𝖻𝗂𝗅𝗅𝗒 𝗁𝖺𝗋𝗀𝗋𝗈𝗏𝖾  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora