𝗘𝘅𝘁𝗿𝗮 ⁰¹

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N ᴛɪᴍᴇ ᴛᴏ ᴅɪᴇ

𝙳𝚎𝚋𝚎𝚛𝚒́𝚊 𝚑𝚊𝚋𝚎𝚛 𝚜𝚊𝚋𝚒𝚍𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊 𝚜𝚊𝚗𝚐𝚛𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚊𝚗𝚐𝚛𝚊𝚜 𝚎𝚜 𝚕𝚊 𝚜𝚊𝚗𝚐𝚛𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚎𝚋𝚎𝚜.




𝙸𝚜𝚊𝚋𝚎𝚕 𝙷𝚒𝚐𝚐𝚒𝚗𝚜

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𝙸𝚜𝚊𝚋𝚎𝚕 𝙷𝚒𝚐𝚐𝚒𝚗𝚜

¹⁹⁸⁴

𝒮ℯ𝓂𝒶𝓃𝒶𝓈 𝒶𝓃𝓉ℯ𝓈...



Mi alma está rota y no pretendo arreglarla.

Sé que no merezco vivir porque estos demonios internos no me dejan en paz. Cada noche me gritan mediante las abrazadores pesadillas: «mátate y mátalos» ¿debería hacerle caso? Me cuestiono hasta reflexionar, ¿vale la pena aún mantener la cordura? Nadie ha sido bueno, nadie se ha preocupado por mí, ¿entonces por qué no le doy pie a mis deseos? Sé que el mal me persigue y no pretendo escapar.

Quiero que me consuma.

— Hazte a un lado, linda.

Una voz suena tras mi espalda.

Una voz demasiado encantadora que logra ruborizarme casi por completo.

Me giro a verlo pero él ya ha desaparecido, mis ojos buscan el dueño de mi nueva obsesión y a duras penas su silueta se hace notar entre el medio de los pasadizos. No nos hemos podido ver pero si le he parecido linda sin verme, ¿podría significar algo bueno? Mi corazón salta entusiasmado porque jamás he recibido un halago sobre mi físico.

¿Será que por fin la vida me está sonriendo?

— Esto es para ti. — susurro en un tono de voz muy suave. — ¿Quieres salir más tarde?

Todo el salón se queda en silencio.

No debí haber hecho eso...

Sus ojos azules me miran con diversión en el momento que tira la comida que traje por sobre mi cabeza. Lágrimas ruedan por mis mejillas cuando las burlas de todos los estudiantes terminan ensordeciendo el ambiente.

— Jamás vuelvas ha dirigirme la palabra.

Es lo único que dice antes de irse junto a otras chicas más. Aprieto los puños a ambos lado de mi cuerpo y salgo corriendo lo más rápido que puedo del instituto. Mis piernas tiemblan en cada paso hasta que llego al bosque y caigo desplomada sobre las hojas secas del otoño. La vergüenza me consume y llena mi alma podrida, ¿por qué me rechaza? ¿por qué todos se terminan burlando de mí? Nada cambia, todo sigue igual... No importa lo mucho que me esfuerce en ser normal si nadie lo nota.

Y yo estoy cansada.

Estoy cansada de fingir que soy feliz con esta vida.

Estoy cansada de ser la inteligente y no la bonita.

Estoy cansada simplemente de todo.



Pero entonces logro ver una luz, una esperanza, una vida

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Pero entonces logro ver una luz, una esperanza, una vida.

Es hermosa, es malditamente hermosa y no sé si esto me terminé matando. Pero debo confesar que no me asusta, sino la contrario... me fascina, me llena y me hace sentir poderosa.

La dejo entrar, la dejo adueñarse de mi cuerpo.

Me promete.

Me promete la muerte y el delirio.

Me promete dejar de sufrir.




















El capítulo 24  ya está publicado <3

 𝐃𝐔𝐋𝐂𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 | 𝖻𝗂𝗅𝗅𝗒 𝗁𝖺𝗋𝗀𝗋𝗈𝗏𝖾  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora