𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗢𝗦 | "La delgada línea entre el bien y el mal se pierde cuando has sufrido incontables veces."
Donde 𝗖𝗢𝗥𝗬 𝗕𝗬𝗘𝗥𝗦 tiene pesadillas constantes y Hawkins sería la clave de su rompecabezas.
Donde 𝗕𝗜𝗟𝗟𝗬 𝗛𝗔𝗥𝗚𝗥𝗢𝗩𝗘 se si...
◸───────────────◹ ┊"Capítulo 1" ┊Billy x Cory ┊1984 ◺───────────────◿
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Hᴀᴡᴋɪɴs, Iɴᴅɪᴀɴᴀ.
Había llegado una mañana del sábado a la estación del pueblo donde mis padres me embarcaron, eran las 10: 00 am y mi estómago se encontraba bastante revuelto como para pensar en comida, a pesar que el día anterior ni siquiera había cenado.
Respiré hondo en el momento que el frío impactó en mi rostro, la poca brisa que había me dio la bienvenida a un lugar apartado y desconocido. Mis manos estaban abrigadas por unos guantes negros, a pesar de ello mi nariz se encontraba un poco roja y el peso de las maletas cuando bajé del autobús me hicieron doler los brazos. Sin embargo, yo me sentía feliz, mis padres sabían que necesitaba un aire nuevo y no confiaron en otra persona más que en mi tía Joyce Byers, ella se mudó aquí desde hace mucho y yo sabía lo buena persona que era, nunca tuve la oportunidad de tratarla pero el hecho de haberme aceptado en su casa, me hacía sentir tranquila.
Miré a todos lados para poder divisarla pero su presencia aún no se hacía notar, con preocupación miré mi celular, llevaba aquí parada unos 15 minutos.
Con ayuda de un amable joven mis cosas fueron llevadas hacia una esquina donde podría sentarme a esperar; agradeciéndole por el apoyo decidí llamarla, tal vez se había olvidado.
A la tercera tonada contestó, – ¿Cory? ¡Hija! En el trabajo no me dejaron salir pero hace unos 5 minutos llamé a Jonathan para que vaya a verte. Por favor, espéralo.
– Buenos días tía, no se preocupe, solo quería saber si se había acordado que hoy llegaría, – mencioné en una pequeña sonrisa. – Estaré aquí esperándolo.
Luego de esa corta conversación, miré el paisaje que tenía, no era muy fan de la naturaleza pero debo decir que cuando no hay bulla automáticamente cualquier lugar se vuelve maravilloso.
Al poco rato vi que un carro marrón se estacionó, Jonathan salió y de inmediato me ayudó con 3 maletas, una vez que las guardamos pudimos conversar amenamente.
– ¿Te sigue gustando la fotografía? – inicié.
– Muchísimo, – confirmó con la mirada al volante. – ¿Sigues siendo una niña talentosa en la música?
Reí en el momento que me hizo recordar las veces en que intentaba cantar, eso pasó cuando tenía 9 años pero de vez en cuando mis deseos artísticos salen a la luz. – Sabes que nunca fui una persona verdaderamente talentosa.
