𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗢𝗦 | "La delgada línea entre el bien y el mal se pierde cuando has sufrido incontables veces."
Donde 𝗖𝗢𝗥𝗬 𝗕𝗬𝗘𝗥𝗦 tiene pesadillas constantes y Hawkins sería la clave de su rompecabezas.
Donde 𝗕𝗜𝗟𝗟𝗬 𝗛𝗔𝗥𝗚𝗥𝗢𝗩𝗘 se si...
◸───────────────◹ ┊"Capítulo 17" ┊Billy x Cory ┊1984 ◺───────────────◿
I Wᴀɴᴛ Iᴛ Aʟʟ - Cᴀᴍᴇʀᴏɴ
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Hᴀᴡᴋɪɴs, Iɴᴅɪᴀɴᴀ.
Otro día más de preparatoria.
Robin a su costado se encontraba mordiendo las uñas de sus dedos con nerviosismo absoluto, el exceso del esmalte blanco se veía muy destrozado. Estaban saliendo de clases sin la compañía de Eddie porque este último se había ido casi volando a su casa para arreglarse y tener la "gran"cita. Robin no se encontró en el valor de decirle la verdad, lo intentó pero fue imposible. Lo máximo que había logrado era extender un día más la salida, ya que el día de ayer Cory le mencionó que sería imposible planear algo y más cuando llegó a casa, dándose cuenta de lo muy extraña que estaba su tía. Ni que decir de Will, parecía un pequeño fantasma pálido. Bob se encontraba igual de confundida que ella, pero siguiéndole el juego, lograron descifrar una especie de mapa que horas después, salieron con gran emergencia. Cory se había quedado a ordenar lo que dejaron o al menos, la mitad porque las hojas fueron intocables.
– Cory, tienes que ir y decirle la verdad. – mencionó parándose a su costado, esperando divisar a un compañero. La castaña al frente suyo suspiró con pesadez, era malísima para enfrentar la realidad y siempre que se trataba de una confesión, mucho más. – Yo no pude hacerlo.
– Yo tampoco sé si pueda, me da miedo pensar en cómo se pondrá. – agregó con frustración. Eddie había pasado la tarde del lunes junto a ella, después de lo de Billy y Katherine, la convenció de ir a uno de sus tantos ensayos con sus amigos. Cory fue su mayor fan en ese momento y Eddie, quien tocaba la guitarra eléctrica se sentía orgulloso de tenerla a su lado. Sonrió con ternura cuando recordó que entre pequeñas bromas, se habían caído de la carretera porque al ser tan tarde, las luces apenas brillaban. Apretó la correa de su mochila volviendo a mirar a Robin. – Deséame suerte, ¿sí? Hoy mismo le contaré todo.
Con la mano en el pecho, ambas se abrazaron hasta que Robin pellizcó la nariz de Cory en símbolo de despedida. Ellas dos extrañaban a Jonathan porque ahora sin él, no había quien las lleve y compartan comidas como sabían hacerlo. La de ojos verdes fue corriendo en dirección de un chico delgado que al menos la castaña no lograba divisar quién era.
– Supongo que ahora no hay ningún impedimento para llevarte a casa, ¿verdad? – interrogó Steve con una sonrisa. Había estado esperando que Cory salga de la preparatoria para llevarla a casa, al igual que ayer lo hizo. No sabía por cuál motivo la chica con pecas rodaba los ojos ante su presencia, así que por ese motivo, prefirió esperar a que se retire y pueda conversar con su Byears favorita.
