Quattro: Amicizia

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"Capítulo Cuatro"

↷ ⁞ Amistad

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Hacía ya mes y medio desde el accidente que había involucrado la vida de Seonghwa.

Al principio, fue más difícil para él de lo que había pensado. Soñó repetidas veces con el accidente, en sus oídos parecía retumbar el sonido del auto excéntrico chocando con el Audi negro. Su cuerpo parecía recordar a la perfección el dolor de los golpes, de los vidrios clavándose en su piel. A veces se veía a sí mismo arrastrándose fuera del auto, tratando de escapar inútilmente, pues con frecuencia, despertaba después de que un par de zapatos negros de hombre se posaran frente a sus ojos, y que un arma se apoyara en su cabeza. Solo escuchaba el ruido estruendoso antes de despertar.

Si no se despertaba con eso, lo hacía con la imagen de un San cayendo muerto frente a él, con Changmin torturándolo hasta el hastío, con una explosión provocada por el choque de ambos vehículos, con la vista horrible y traumática de su propio cuerpo ensangrentado y sin vida en el suelo, o con HongJoong cayendo muerto a su lado después de recibir el impacto de una bala en su ojo izquierdo.

A veces, también se asustaba de ir en auto, incluso si era el propio Park Yong Hwan quien se dedicaba a llevarlo a donde sea que quisiera ir, sin importarle sacrificar tiempo de su trabajo para ello. No podía hacer menos, su hijo parecía temblar cada vez que su chofer personal se acercaba, incluso la criada le había causado algo de aflicción.

Después de enterarse del "suicidio" de Changmin, Seonghwa se sintió incluso peor. Se sentía culpable, abatido y una persona despreciable, pues la sonrisa de alivio que se dibujó en sus labios una vez que los oficiales Choi y Lee le dieron la noticia, le pareció horrible.

Changmin había intentado matarlo, pero eso no significaba que no fuera humano.

Seonghwa sabía que la naturaleza humana a veces era cruel, no lo había vivido en carne propia, pero no era tan iluso como para tener fe en la raza que destruía el mundo lentamente y que además era el único ser que podía castigar a los hijos que debía proteger con golpes y palabras crueles. Y también sabía que las personas, muchas veces, no eran malas solo porque sí. Además, Changmin se suicidó, eso significaba que debió haber sido un tormento para sí mismo el haber intentado acabar con la vida de un mocoso.

Inevitablemente, comenzó a ver al fantasma de Shim Changmin constantemente. No podía estar solo, porque de lo contrario, sentiría tanto pánico que comenzaría a arañar su propia piel.

Habían explicado que era normal, era producto del trauma y tomaba aún más fundamento la normalidad de su reacción, cuando se refería a la naturaleza misma de Seonghwa.

Debió de asistir a terapia tres veces a la semana, y finalmente, después de veintiocho sesiones, dejó de sentir culpa por la muerte de Changmin. Su fantasma dejó de acecharlo a donde quiera que vaya.

Algunas sesiones más tarde, no solo se sintió preparado para salir en un auto sin su padre, sino que la propia terapeuta le dio el visto bueno, y expresó su confianza para con él.

Si Seonghwa lograba ir y venir en un auto solo con otra persona y pasar la tarde sin sufrir de una crisis de pánico, podrían aplazar las sesiones una de la otra, y así, gradualmente llegar al momento en que finalmente deberían de despedirse, terapeuta y paciente, con una dulce sensación de victoria y superación en el paladar.

Obsesión ; seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora