Diciotto: Jung Wooyoung

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"Capítulo Dieciocho"

   ↷ ⁞ Jung Wooyoung    

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HongJoong siempre había pensado que Jung Wooyoung era una maldición.

Desde el día en que llegó a la mansión, hasta la actualidad, nunca pudo ver a su hermano menor con otros ojos. No lo odiaba, era incapaz de hacerlo, pero eso no significaba que deseara estar a su lado.

Wooyoung llegó a su hogar cuando era apenas un niño, y si era sincero, recordaba ese día como si hubiera sido un evento ocurrido hace algunos meses, en vez de un hecho que ya llevaba más de veinte años en su memoria.

Estaba leyendo un libro cuando todo ocurrió. Mientras trataba de comprender una lectura demasiado avanzada para su edad, los ruidos en el piso de abajo le negaron el mantenerse concentrado. Se molestó, y pidió explicaciones a los mayordomos y guardias que deberían estar en su puerta, sin embargo, no había nadie en ningún lado. Solo se escuchaba un desastre en el piso superior, y eso, le hizo creer que se trataba de su padre peleando con su madre como de costumbre.

Dudó por minutos, pero al final, decidió bajar hasta el salón principal para tratar de detener la horrible pelea que sus padres estaban llevando a cabo, sin saber que, por primera vez, las personas que hacían escándalo en ese lugar, no eran sus padres, sino que se trataba de una mujer desconocida, un niño, y sus dos padres más algunos empleados que amenazaban a los invasores con armas.

—¿¡Acaso no tienes ni un mínimo de piedad!? ¡Te estoy trayendo a tu hijo, Kim! ¡NUESTRO HIJO!

HongJoong sintió que todo su mundo se derrumbó en un segundo.

Él no era tonto. No, Kim HongJoong era un niño que sabía mucho más de lo que debía, no solo por sus esfuerzos constantes por el ser el hijo perfecto para sus padres, sino que también se debía a que era un niño extremadamente brillante que debía adaptarse al turbulento ambiente el cual lo rodeaba. Muertes, violencia, armas, negocios, drogas y dinero. Todo eso era su mundo, no podía creerse que no entendería quién era esa mujer y qué es lo que quería decir con sus palabras.

Apretó los puños con fuerza, y tensó la mandíbula. Miró fijamente a la mujer que gritaba y sacudía al niño pequeño delante ella. Era hermosa, pero se notaba a leguas que no era más que una prostituta de bajo nivel.

HongJoong miró a su padre, y sintió ganas de reír simplemente por el coraje que le causó verlo tan tranquilo, mientras su madre escuchaba todo y analizaba a la mujer frente ellos, que no parecía temerle a la muerte.

—¡BESTIA! ¿¡MATARÁS A TU HIJO Y A SU MADRE!? ¡MONSTRUO!

Zorra.

Zorra.

Zorra.

—Zorra.

Pronto, la mujer se calló y lo miró fijamente. El silencio se hizo presente en la habitación.

Chungha lo miró con decepción y desprecio, su padre sonrió con cierta mofa, y la mujer solo parecía desearle la muerte con la mirada. Esos ojos..., estaba acostumbrado a ellos, pero no estaba acostumbrado a los ojos cristalizados y llorosos del pequeño niño que temblaba como un pequeño chihuahua, los cuales, parecían implorar por auxilio y piedad.

¿Piedad?...

—Es por él... ¿no? —Murmuró la mujer y comenzó a carcajearse —. ¡MALDITA SEA!

Obsesión ; seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora