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"Capítulo Quince, Extra"
↷ ⁞ Hasta que la muerte nos separe
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Jaehyun corrió por su cuarto, buscando las pocas cosas que le importaban para poder guardarlas en sus bolsillos. Luego, abrió su colchón con un par de tijeras, destrozándolo lo suficiente como para que varios fajos de billetes quedaran a la vista.
¿Escapar era imposible? A la mierda, siempre le gustaron los grandes desafíos.
Sacó todos los fajos que pudo, y luego buscó un bolso de cuero con correa, el cual se pasó por los hombros, para poder sostenerlo de mejor manera. Pensó duramente mucho tiempo en la manera perfecta de escapar, pero al final, se dio cuenta de que no había una. De cualquier manera, no importaba, Taeyong y él harían lo que pudieran.
Rápidamente, metió cuantos billetes pudo en el abultado bolso, hasta que notó que ya no se podía llenar más.
Los pasillos estaban vacíos, era la hora perfecta para largarse de allí. El personal solía desaparecer cuando tenía tiempo libre, y afortunadamente, ese era el momento. Las únicas personas que se encontró, fueron dos mucamas y un mayordomo, quienes lo ignoraron sin siquiera preguntarse la razón por la que el chico corría cargando un enorme y abultado bolso marrón, a pesar de que había algo sospechoso con él.
Taeyong lo esperaba en la cocina, bebiendo un vaso de agua. Su expresión era la usual; seria y tranquila. No parecía preocupado en lo absoluto, sus ojos grandes y oscuros estaban fijos en la puerta que colindaba con el garaje. Era su única salida, el lugar más transitado por los empleados, sería aquel que podría dejarles escapar.
Los pasos de Jaehyun advirtieron a Taeyong, quien al verlo, se mostró alegre. Su expresión se suavizó, y sus ojos brillaron. Las comisuras de sus labios se alzaron en una sonrisa, y eso fue suficiente para que Jaehyun corriera para abalanzarse sobre sus brazos. Taeyong rio divertido cuando el bolso que cruzaba el cuerpo de Jaehyun le dio un golpe en los muslos.
Un pequeño beso fue depositado sobre los labios risueños del mayor, y aquello bastó para que se miraran a los ojos, cómplices. Si bien estaban aterrados por lo que planearon hacer, la presencia del otro era suficiente para que el valor superara cualquier temor. Jaehyun tomó las manos de Taeyong mientras hacía un poco de distancia entre ambos, y sus ojos brillaron cuando una delicada pulsera rozó sus dedos.
Aquella pieza de joyería fue un regalo de su parte, y hacía juego con el collar que Jaehyun le había dejado a Seonghwa.
"Cuando pienso en ti,
puedo verte aunque cierre mis ojos,
y puedo escucharte aunque cubra mis oídos"
La inscripción grabada sobre el dije cuadrado y liso, fue algo que el mismo Jaehyun le escribió, y hacía juego con lo que su collar decía. Además, un pequeño y bonito "J&T", decoraba la cadena delgada sobre la muñeca. Jaehyun se sentía como un idiota enamorado cada vez que veía a Taeyong usándolo, incluso cuando estaba prohibido y lo escondía entre su camisa, al final, siempre lo podía ver llevar el brazalete.
Sin embargo, debía dejar de sonreír como un tonto y ponerse manos a la obra, antes de que el resto de empleados volviera y complicaran más las cosas.
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Obsesión ; seongjoong
FanfictionSus manos eran cálidas y amables. Sus ojos eran como un par de estrellas. Su sonrisa era la más sincera que alguna vez recibió. Y su voz... su voz era la más hermosa y suave que alguna vez escuchó. Y él quería todo eso solo para sí. Quería que fue...
