Sei: San

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"Capítulo Seis"

     ↷ ⁞ San      

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San estaba cansado, fue una tarde más complicada de lo que se había esperado. Solo había ido a ese centro comercial para comprarle un regalo a su novio, pues había una tienda en particular que tenía cosas que lo deslumbraban. Acababa de ganar muchísimo dinero después de una extensa jornada en el casino, obviamente iba a aprovecharlo para mimar a la persona que tanto quería.

Nunca esperó enredarse con Park Seonghwa y sus amigos. No obstante, no se sintió enojado, sino que desdichado.

Desdichado por la situación que pasaba el muchacho de cabellera azabache, y cómo se aferraba a él y a un demonio para sentir seguridad.

La chica de nombre Soojin, junto a otra de nombre Soyeon, le explicaron brevemente la situación que rodeaba a Seonghwa, y simplemente se sintió pésimo por todo. Gracias a sus palabras, se esforzó en hablar con el muchacho, incluso estaba dispuesto a llevarlo a su casa acompañado de uno de sus amigos, no recordaba cómo se llamaba, pero era un chico castaño exageradamente apuesto.

La idea quedó en el aire cuando un joven de hermosa apariencia se acercó a Soojin. San palideció al verlo, sintió que el pecho se le oprimió y el aire le faltó cuando aquel hombre de mirada profunda, posó sus ojos encantadores y estremecedores sobre su figura. Él entendió la situación claramente y llegó a una sola conclusión: si no se marchaba de allí en ese preciso instante, él, y más importante aún, su novio, estarían jodidos.

Aunque aún no sabía por qué ese hombre estuvo allí, fue así. Habló tranquilamente con Soojin, se ganó las miradas de todos.

El muchacho era simplemente hermoso, encantador, extremadamente difícil de ignorar. Una vez que se le veía, era imposible no querer repetir la acción.

Sin tiempo como para pensar en algo mejor, fingió una llamada telefónica. El hombre misterioso se había alejado una vez que Soojin le prestó su celular, pero antes de irse, lo miró una vez más. San sintió que su pecho estaba siendo oprimido, sintió la forma en que un cuchillo cortaba la suave piel de su cuello con un filo que era inusual.

Su cabeza le jugó una mala pasada, y fue imposible para él buscar una mejor excusa.

Fingió que se trataba de una llamada de su abuela, aquella que cuidaba de su abuelo enfermo, le pedía medicamentos con urgencia. Seonghwa era demasiado amable, así que fingiendo estar tranquilo, le tomó la mano y le sonrió, agradeciéndole la compañía y animándolo a ir junto a su abuela. Eso hizo que San se sintiera un desalmado asqueroso, una basura más grande que la que ya era, y sintió enormes ganas de llorar por la amabilidad de Seonghwa y por la mirada severa que Soyeon parecía ofrecerle.

Antes de marcharse se aseguró de que Seonghwa estuviera bien, de que hubiese hablado con su padre, y que ya estuviera listo para irse. Yong Hwan había llegado por él, salió de su trabajo solo para ir a buscar a su hijo en compañía de un chofer. San le dio un abrazo a Seonghwa y le prometió volver a verlo, y Seonghwa, dudoso, asintió. Se despidió amistosamente de los amigos del chico y se marchó con prisa.

Lo peor, fue que su abuelo ya había muerto, y su abuela estaba fuera del país.

Ni siquiera fue a comprar algo para comer, tampoco le compró el regalo a su novio.

Obsesión ; seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora