Obsesión ; seongjoong

Due: L'angelo

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"Capítulo Dos"

 ↷ ⁞ El Ángel  

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Seonghwa abrió lentamente los ojos, algo aturdido aún por la luz. Además, estaba confundido acerca de su ubicación actual. Sintió un pequeño pinchazo en su brazo izquierdo, y al fijarse, se dio cuenta de que era una enfermera insertándole una aguja, al lado de ella, había una bolsita con suero.

Pronto sintió otra área que le dolía, pero ni siquiera fue necesario que volteara a mirar, porque la propia mujer que trabajaba en su hombro, le explicó toda la situación.

—Hace poco te trajeron de urgencia unos hombres, estabas todo ensangrentado y sin consciencia. Una de tus costillas está fracturada, pero más allá de eso, y la herida profunda en tu hombro, no tienes más lesiones graves, lo cual, es una suerte teniendo en cuenta el accidente en el que estuviste —explicó la mujer y le sonrió. Limpió nuevamente la herida en su hombro y volvió a lo suyo, al parecer, estaba suturándoselo.

La otra mujer se levantó después de terminar con la inyección de suero.

—La policía querrá hablar pronto contigo, está esperando afuera, están hablando con un tipo rubio en la puerta, él dijo tener algo de información sobre el accidente...

—¿Un hombre rubio? —cuestionó, pensativo. Aunque al darse cuenta de que la enfermera no debería saber mucho sobre él, decidió preguntar otra cosa —. Quienes me trajeron... ¿Qué fue de ellos?

—Se fueron después de traerte y de explicar qué te ocurría. Uno parecía querer quedarse contigo, no sé por qué no lo hizo. Traía un mullet... ¿es tú...? —la mujer prefirió callarse. Demasiado acostumbrada a trabajar con mujeres embarazadas que chismeaban hasta el cansancio. Prefirió finalizar allí, y se marchó.

La otra señorita no tardó mucho más en acabar con las suturas, así que después de arreglarle la bata, darle una sonrisa y decirle que sus padres deberían de estar en camino, revisó el suero y se fue.

Seonghwa se quedó en silencio, semi recostado y agradeciendo el calmante que le habían inyectado, porque incluso de ese modo, sentía el dolor punzar bravamente sobre su cuerpo. Se había revisado los brazos con la mirada, y había tanteado lenta y delicadamente su rostro. Tenía algunas vendas en los brazos, una aguja fijada con cinta de papel y algunas curaciones en los dedos, además de una pequeña curación en una de sus mejillas.

Después de no mucho tiempo, dos oficiales entraron a su habitación acompañados de la enfermera que había estado con él hace poco. Se trataba de dos hombres altos. Uno de ellos mantenía una expresión un poco seria y distante, mientras que el otro, al verlo, sonrió con amabilidad y se le acercó lenta y tentativamente. Lo miró de arriba abajo, y al sentarse a su lado, no pudo evitar hacer una mueca. Por su parte, el otro sujeto sacó una pequeña libreta de notas y un lápiz, obviamente para tomar constancia de cualquier cosa útil que pudiera decirles.

—Soy el oficial Choi Minho, y él es mi compañero Lee Jinki, necesitamos hacerte algunas preguntas relacionadas a lo que te ocurrió hace unas horas, ¿está bien? —preguntó con un tono de voz suave y amable.

Agradecido por la amabilidad en el trato del oficial, Seonghwa asintió acomodándose un poco en la cama.

—Está bien...

—¿Qué fue exactamente lo qué pasó? —preguntó Minho.

Seonghwa carraspeó, y tras soltar un suspiro profundo, comenzó a relatar lo sucedido, por pedido del oficial que al parecer se llamaba Jinki, hizo énfasis en todos los detalles que él recordaba. Comenzó por explicar que volvía de la casa de su amigo, de la relación que tenía con su chofer y del trato de aquel, y luego prosiguió hasta llegar al accidente, por supuesto que, desde su perspectiva, la razón del incidente seguía sonando demasiado inocente, como si tratara de defender al hombre que, obviamente, había planeado chocar a propósito.