CAPÍTULO XXIV: Me enamoré de una estrella

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Biu

Leí en uno de los libros de nannakun que : el nacimiento de una estella, dura varios cientos de miles de años, y empieza cuando una región del medio interestelar se hace lo suficiente densa y masiva como para que la fuerza de la gravedad rompa el equilibrio en que se encontraba y cuando esto sucede, el material inicia un proceso de contracción que solo termina al crearse una estrella, en cuyo interior la fuerza de gravedad es equilibrada mediante la producción de energía por reacciones nucleares. Pensar en estrellas hace que a mi mente vengan bible sumett y jeff satur, así como cada una de las estrellas que de una u otra forma han tocado mi vida a través de su talento, voz, encanto, alegría, palabras, melodías, letras y presentaciones.

Jeff satur, quien me acompaño en mis momentos más oscuros y dolorosos a través de su prodigiosa voz con el tiempo se convirtió en un estándar y más tarde ese estándar se volcó en una ilusión gracias a la cual sonreí y sentí mi corazón vibrar, gracias a él comprendí que las estrellas que brillan en nuestro universo y son nuestras predilectas siempre podrán contar con nosotros, pues como fans siempre vamos a desear ser el escudo, ejército, chaleco antibalas o todo en cuanto nuestras brillantes estrellas deseen y necesiten pues es lo mínimo que sentimos que podemos hacer cuando ellos nos han dado su vida, tiempo y esfuerzo.

Ahora, mientras mi mente viaja al pasado también soy capaz de darme cuenta de que sin importar el tiempo, espacio o circunstancias, las estrellas que hemos amado y seguido, de una o de otra forma siempre serán parte de nuestra historía pues en más de una ocasión las podremos encontrar en nuestras memorias, dado que ellas, nuestras estrellas están en los momentos felices o tristes, pues gracias a su existencia nosotros nunca hemos estado solos, pues incluso cuando todo ha estado apabullante y tenebroso, las hemos tenido a ellas.

— ¿Por qué estás sonriendo así mientras me miras?

Jeff satur gira en su silla y me mira con una ceja elevada.

Sonrió.

— Porque estoy agradecido contigo — digo sin excusas.

— ¿Por qué estás agradecido?

— Por muchas razones, principalmente estoy agradecido por tu existencia.

Jeff me mira sin comprender y yo sonrió.

Satur, quien era mi dios satur, no tiene forma de comprender en que medida me siento agradecido con él,  más aún, ahora que lo veo brillando de felicidad mientras se prepara para salir al escenario, desde el fondo de mi corazón deseo decirle que le agradezco por ser la voz que me acompaño cuando las lágrimas se derramaron por mis mejillas, pero también deseo decirle que me siento agradecido porque gracias a sus palabras aprendí a amarme un poquito más a mi mismo y de la misma forma deseo decirle gracias pues él también me ha dado inspiración y me ha acompañado en los momentos felices, más aún, ahora que lo veo con su traje de gala y todo el equipo de audio mis palabras se quedan trabadas en mi garganta y un nudo de emoción me impide hablar más así que espero que con lo que he dicho todo quede claro. — Biu — me llama jeff. — Gracias por ser mi mejor fan.

Sonrió. — Por favor no dejes que code escuche esto y tampoco permitas que tus demás fanáticos escuchen, he tenido suficiente de amenazas donde involucran a mi cabello. 

Jeff suelta una sonora carcajada. — ¿Algún día lo superarás?

— Puede ser.

Jeff sonríe una vez más, me mira y luego toma su celular.

— Ven aquí.

— ¿Mmm?

Jeff enfoca el celular en modo selfi y pronto tenemos una foto juntos.

ME ENAMORÉ DE MI ANTI-FAN BBBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora