No fue un error | Mpreg Drarry

Síndrome de Couvade

Draco estaba en su oficina de administración de la heladería que había comprado en el Callejón Diagon. Se estaba poniendo al día con las compras y ventas, ya que había estado de viaje para su próxima inversión: abrir más sucursales.

Se estiró luego de hacer el papeleo correspondiente del día y se puso de pie. Realmente necesitaba comer algo, pero no cualquier cosa. Necesitaba comer un banana split, y lo necesitaba ya.

Salió de la oficina y saludó a sus empleados como todos los días.

—Buenas —saludó a Susan Bones que estaba en la caja—. ¿Me podrás preparar un banana split, por favor?

—No tenemos más bananas.

—¿Cómo que no hay? —se alarmó—. ¡Necesito que busquen, ya!

La chica lo miró extrañado, pero salió a buscar.

—Oye, Draco —lo llamó Theo, que trabajaba con él—. Estás un poco más... hinchado.

—¿Me estás diciendo gordo?

—No, pero...

—Ya sé. Me estuve comiendo banana splits como tres veces al día —confesó tomándose del puente de la nariz—. No sé qué me pasa.

—No estarás embarazado, ¿no? —bromeó el chico haciéndolo rodar los ojos.

—Volveré a mi oficina. Avísame cuando llegue Susan.

De vuelta en su escritorio, frunció el ceño al recordar el estúpido comentario de Theo. Pero algo de ese comentario le hacía ruido en sus pensamientos.

Tranquilo, se dijo. Sólo tienes hambre.

Y estás un poco más gordo.

Y los pies hinchados.

Y...

Se tomó de la panza alarmado.

—Nah, sólo son gases...

Pero segundo que tardaba Susan, segundo que se volvía loco por no comer ese delicioso postre, por lo que decidió ir a San Mungo luego de cerrar el local.

Luego de tres horas de espera por sus resultados, la medimaga lo llamó a entrar a su consultorio.

—Tus análisis están todos bien, Draco.

El chico juntó las cejas pensativo.

—Pero- ¿seguro?

Hablaron nuevamente de los síntomas que tenía el rubio pero volvieron a la conclusión de que sus estudios estaban bien.

—Por las dudas... —dijo la medimaga luego de reflexionar—, ¿su pareja no está embarazada?

—¿Cómo dice?

—El Síndrome de Couvade —Draco permaneció callado y ella continuó—. Es normal que cuando su pareja está embarazada usted tenga también una especie de alteraciones a nivel hormonal, físico... ya sabe, antojos o náuseas.

—Si tan sólo tuviera pareja...

La mujer sonrió y dio por concluida su consulta.

Draco salió más confundido que cuando había ingresado y se dirigió a su casa. Lo que menos se esperaba encontrar allí era a Harry.