Apoyo

1.9K 193 0
                                    


Smut

------------------------------------------------

A Harry le gustaba apoyar a Draco, o más bien apoyarse en Draco, o mejor dicho: apoyarle a Draco.

Su rutina era simple, el rubio cocinaba, y Harry aparecía detrás suyo, "buscando un vaso", y por tal motivo, debía apoyar su entrepierna en el trasero del chico.

Cuando se agachaba a juntar a juntar algo que se le caía, era el momento perfecto para palmearle o apoyarle con más fuerza.

La mejor parte era cuando dormían y a él le tocaba ser la cuchara grande, pues solían fingir embestidas sacándole una de las más bellas risas al rubio.

Luego de una ronda de sexo salvaje, el cual fue iniciado por los tantos roces de Harry hacia el otro, Draco acariciaba su espalda marcada con sus dientes, mientras miraba las nalgas coloradas de haberlas estado agarrándolas con fuerza y de palmearlas mientras lo follaba.

—Sabes —dijo tras besar uno de los holluelos de su espalda baja—, cuando dijeron que debíamos apoyarnos, se referían a emocionalmente —besó el segundo—. A que nos respetemos y no juzguemos nuestras maneras de hacer las cosas, que estamos aprendiendo... que nos ayudemos y eso.

—¡Ah! —Harry fingió comprender, estirando la a—. Mala mía. Aunque... —se apoyó en los codos y lo miró por encima de su hombro. Se mordió el labio inferior al darse cuenta que no despegaba la vista de su trasero y que pasaba su lengua por los labios— si vamos al caso, yo sí he estado apoyándote emocionalmente.

—¿Ah si? —preguntó divertido mirándolo a los ojos esta vez.

—Claro, estaba ayudando a tu autoestima cuando dije que follabas como los dioses.

—Hmm —canturreó mientras volvía a posar la mirada en su cuerpo. Luego comenzó a amasar sus nalgas, abriéndolas un poco para ver su entrada.

—Tú también lo hiciste —comentó, sintiendo como se comenzaba a poner duro de nuevo.

—¿Y qué dijie? —comenzó a jugar con sus dedos y el perineo del chico.

—Q-que... apretaba rico y... ¡ah! —un par de dedos de Draco, que ya estaban dentro suyo, lo interrumpió.

—Contame qué mas te dije —ronroneó mientras los sacaba y volvía a meter.

La habilidad de los dedos de Draco eran sumamente increíbles. S u novio sí que sabía lo que hacía, porque sabía dónde y como tocar, p rovocándole una ola de extasis en su cuerpo. El chapoteo del lubricante dentro suyo, más los gemidos que no podía ahogar por todo lo que Draco le hacía era un combo para dejarse llevar directamente hacia la locura y perder la cordura. Quiso seguir diciéndole todo lo que pensaba, pero realmente no pudo, ya que en minutos se encontraba jadeando, de cuatro patas, follándose a sus dedos.

Rápidamente Draco se puso detrás, siguió con sus dedos, y se frotó contra él, haciéndolo gemir.

—Fóllame —pidió Harry, lloriqueando.

—Pero ya estás un poco irritado, bebé —explicó al ver la enrojecida entrada que se tragaba sus tres dedos.

—Por favor —gimió de manera tan obsena que Draco casi se corre al escucharlo—. Necesito sentirte otra vez.

El rubio retiró sus dedos y lo penetró lentamente. Harry cerró los ojos con fuerza al sentir el ardor, hasta que ya no lo sentía tan fuerte.

Draco comenzó a moverse despacio, pues le gustaba hacerlo de esa manera, sobre todo porque le encendía escucharlo rogar que se apresurara.

—Más, más —logró decir Harry entre gemidos. Sintió cómo su novio lo tomaba y comenzaba a masturbarlo a la vez que sus embestidas se aceleraban.

—Estoy cerca, bebé. ¿Tú lo estás?

—S-si.

El sentir al rubio correrse dentro suyo, gimiendo abiertamente en su espalda, hizo que él también lo hiciera en su mano.

Se recostaron nuevamente, luego de limpiar todo con su varita, y se acurrucaron enfrentados, dándose caricias y besos hasta que ambos quedaron dormidos.


No fue un error | Mpreg DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora