Capítulo 19

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Capítulo 19

La humillación le había golpeado fuerte y a su vez era un alivio racional.

La cocina estaba silenciosa y se sentía anormalmente insípida y fría,  Jungkook estaba ahí, con los bóxer enredados en los tobillos, el pene al aire y la vergüenza nunca había calado tan profundo, seguido de la cruda insatisfacción, que a pesar del mal momento que estaba pasando, seguía, viva y palpitante.

El bochorno se sentía intenso cuando se agachó para subir su ropa interior por sus muslos y cubrir su desnudez. El corazón le martillaba en los oídos y sentía las orejas calientes y la cara ardiente. Se había confiado. Debía admitir que era un golpe para su orgullo pero había sido lo suficientemente justo, Jimin tenía razón, él había empezado todo besándole ese día en la piscina y peor, había asumido que el chico estaría disponible para cuando se hiciera cargo de su mierda mental, que en realidad seguía ahí, más fuerte que nunca. Si, había sido lo mejor, ese beso no debía haber pasado en primer lugar, que Jimin le chupara la polla tampoco pero…bueno, lo tomaría como un revancha que se merecía, el asunto estaba cerrado.

O debería estarlo.

No lo entendía, no se entendía a sí mismo, salía con el propósito de sacarse a Park Jimin de su sistema y solo empeoraba, no hacía nada más que pensar en él y su sarcasmo agrio y encantadora sonrisa maliciosa. Se suponía que era meramente platónico, estaba ayudando a un chico en una situación difícil, no tenía que volverse un problema más y sin embargo ahí estaba, en algún tipo de tira y afloja que lo estaba volviendo loco.

El tintineo de las garras sobre el suelo lo hicieron apartar la vista de la encimera y dirigirla hacia Gennadi que corría contento hacia él con una de sus pelotas de juguete que hacía un chirrido horrible entre los dientes. Cuando estuvo a su alcance la tomó entre sus dedos y se inclinó sobre una rodilla, acariciando la cabeza de su perro.

—Amigo, vayamos a dar un paseo.

El animal sacó la lengua, como si de alguna manera entendiera y se contentara por ello y corrió entre sus piernas cuando se movió para tomar ropa y buscar la correa.

____


Estaba en “su habitación”, tirado sobre la cama con los brazos y pies extendidos y los pensamientos volando en su cabeza, se sentía ansioso e inestable, seguramente lo había jodido pero ¿que esperaba?, era Park Jimin, las cosas siempre estaban jodidas para él. Había visto salir por la ventana a Jeon con ropa deportiva y su perro con la correa puesta, las horas habían pasado y no había vuelto aún. La soledad lo hacía sentir en una especie de deja vú, el silencio lo aturdía y no podía dejar los dedos quietos. Hasta ese momento no había estado realmente solo, la mayoría del tiempo sabía que Jeon estaría en la planta de abajo pegado a la televisión como un anciano aburrido o podría jugar con el perro, pudiendo mantener su mente ocupada, ahora era otra historia, todo estaba tan quieto que podía sentir el latido de sí propio corazón traquetear en sus oídos y se sentía tan negativo que el peso en su mente parecía ser de toneladas.

El arrepentimiento tiraba de él, esa había sido su oportunidad y ahora se había ido, Jeon se había ido también, alejándose de él al menos por un par de horas, joder, se sentía como un peso muerto. Se había metido en la vida de Jungkook, arreglándoselas para meterlo en un lío demasiado gordo hasta para el tipo que era policía. Se había metido en su casa también, usurpando su espacio como si nada, quitándole su privacidad y seguramente comodidad, sería perfectamente racional que el tipo lo sacara a patadas en cualquier momento y oh, también se había comportado como un crío estúpido, como un adolescente que no puede controlar su propia polla guardada en los jodidos pantalones por mucho tiempo, paseándose delante del tipo con obvias intenciones ridículas de seducción a la primera pista de que era gay.

Suicide | Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora