Capítulo 11

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Narra Alba:
Pensé que estaba muerta.

Pero.....

No fue así.

En estos momentos estaba en una especie de tienda y yo estaba recostada en una camilla.
La enfermera que me atendió apenas y me habló, solo dijo cosas como que no saliera sola y que debía guardar reposo.

Pero obviamente, yo no le hice el más mínimo caso.
Justo cuando logré desconectarme de él aparato que mostraba mis signos vitales, este comenzó a hacer un ruido molesto y cuando pensé que nadie lo escucharía y que podía salir de esta situación de rositas, la persona en la que estuve pensando horas y horas, hizo acto de presencia.

Alba: R....Río.....

Río: Q...., qué crees que estas haciendo.

Alba: Río yo...., lo siento....

Río: Dime por favor que has recuperado tu memoria.

Alba: .........

Río: Alba por favor.

Alba: No la recupere por completo, solo recordé los recuerdos que tienen que ver contigo.

Río: Me paso lo mismo.

Alba: Si pero porque no podemos recordar más nada, ahora esta más que comprobado que realmente nos paso algo malo.

Río: En estos momentos ya no quiero pensar otra cosa que no sea besarte y follarte aquí mismo.

Alba: Río yo......., te extrañe.

Río: Yo también.

Atención:
Voy a advertir que esta escena no tengo la menor idea de si me quedo bien o no, solo se que di mi mayor esfuerzo porque nunca había escrito una escena de sexo.
En fin, espero que les guste.

Río se acerco lentamente a mí como si tuviera miedo a dañarme, pero justo en el instante en que pareció arrepentirse de lo que estaba haciendo y se dió la vuelta para marcharse, yo fui más rápida y con un ágil movimiento, le plantee cara y sin detenerme a pensar en las consecuencias, lo agarré del cuello de su camiseta y termine besándolo.

Debo admitir dos cosas.
La primera era que Río besaba magníficamente bien, tanto que yo a su lado, parecía una inexperta.
Y la segunda era que eso me molestaba y se preguntaran porque, simplemente porque solo,él,  no aprendió, tubo que haber besado a muchas para tener tanta experiencia y eso ocasiono celos incontrolables en mi.
Porque no había que ser experto para darse cuenta de que yo era virgen, osea, nunca tuve una pareja ya que era demasiada responsabilidad, y pues Río estuvo para mi en todos los problemas en los que me metí por simplemente por tratar a los chicos como mercancía.

Para mi los chicos eran como la comida, una vez que los comías ya no podías volver a comerlos y fue así en toda mi adolescencia.
"Los hombres no valen la pena, todos solo piensan en meterse bajo tus bragas, y una vez que logran su cometido, tú, ya no les sirves".
Esas siempre fueron las palabras de mi madre, y yo las creí siempre.

Pero me equivoqué, yo, me enamore de Río, y lo que más me dolía era que sabía que si esto salía mal, él y yo jamás volveríamos a tener la antigua relación que teníamos.

El beso subió de intensidad y también lo hizo él calor en la habitación, a este punto yo ya me quería esfumar de esta situación.

El calor que he comenzado a sentir hace que quiera despojarme de estas molestas prendas de una vez por todas.

Y al parecer Río se dio cuenta de que la ropa estorbaba por lo que comenzó a desabrochar los molestos botones que hasta hoy consideraba lindos y monos en mi camiseta, pero que ahora en estos momentos me resultaban incómodos.

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