Capítulo 9

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Narra Alba:
Habían dos cosas en mi vida que siempre me causaron miedo, las cuales nunca me arme de valor para hablarlas con otras personas.
1: Mi miedo o más bien, fobia a la oscuridad.
2: Mis desesperadas decisiones.

Sabía que los chicos no se confiaban mucho de lo que yo había dicho minutos atrás, una prueba de eso es que ninguno dijo nada ante el comentario de Lara.
Ciertamente me lo esperaba, osea, ellos llevan muchos tiempo juntos conviviendo entre ellos, porque le harían caso a una extraña que apenas comenzaba a entrar en sus vidas.
Por supuesto que obviamente tener a Zack de mi lado me sorprendió muchísimo, no por el hecho de tener algo en contra de él, sino porque, apenas habíamos cruzado siquiera tres palabras.
Tampoco entendía del todo a Río, en un momento parece estar de mi lado, y al momento en que pestañeó, parece que quién tengo delante es una persona completamente distinta.

Pero eso ya no me importaba, verdaderamente ninguno de ellos me importaba.

A pesar de tener la necesidad y la extraña sensación de protegerlos, en el fondo, ellos no eran nada mío.
Yo sabía perfectamente que ninguno de ellos me veía como una amiga y por eso no pensaba arriesgar mi vida en este lugar para protegerlos.
Solo me concentraría en mi de ahora en adelante, porque lo único que quería, era salir con vida de este lugar.

Esto no era un juego, estás personas querían matarnos al parecer, y por alguna razón, está situación se sentía jodidamente familiar, pero no le preste más atención al tema.

Ya había pasado una hora desde que nos trajeron a este lugar, y ya podíamos al menos caminar y ver un poco los alrededores porque las cadenas que teníamos, las habían quitado.
Aunque obviamente teníamos límites, no podíamos explorarlo todo, porque esos tipos con máscaras estaban haciendo una especie de círculo por todo el borde del lugar o algo así.
Sin darme cuenta termine chocando con alguien y de lo fuerte que fue el golpe, termine callendo de bruces al suelo.
Por el impacto al final termine un poco mareada pero rápidamente me recompuse cuando vi dos pies super pequeños y al levantar la mirada me quedé un poco confundida.
Derek estaba dándole la mano a una pequeña niña, que juraría que era su hermana, porque el parecido era increíble. Lo que más me sorprendió fue la cara de terror que tenía plasmada Derek en su rostro y la niña tenía los ojos vidriosos como si quisiera llorar.

Un momento.........

¿QUÉ DIABLOS HACE UNA NIÑA EN ESTE LUGAR?

Alba: Derek qué.........

No termine de hablar cuando la niña se abalanzó sobre mi llorando y enterrado su cara en mi cuello.
Derek estaba en schok y ya más aún.

Alba: Derek qué diablos está pasando.

Derek: Es......es mi hermana.....yo no sé cómo llegó aquí.

Alba: Como que no sabes.

Derek: No lo se, ella debería estar en casa.

Alba: Debería.......

Derek: Si, osea, Merlia nunca se ha escapado de casa, por eso no se qué hace aquí, no ha querido decirme.

Alba:¿ Merlia?

Derek: Ese es su nombre.

Merlia: Tengo miedo.

Alba: Oye oye tranquila.

Merlia: Qué nos van a hacer estas personas.

Alba: No nos van a hacer nada, todo estará bien.

En ese instante mire a Derek y al parecer los dos pensábamos lo mismo.
Esto no estaba bien, nada de esto estaba bien.

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