Mientras Megan debe lidiar con su pasado y presente, Lily debe enfrentar sentimientos que jamás se han ido de ella y Sam tendrá que descubrir los nuevos cambios de su vida cuando su matrimonio estará en tensión por los recientes descubrimientos.
(Le...
Me levanté en la mañana y fui a chequear a Kate, encontrándome con Megan dormida en el pequeño sillón y Kate en sus brazos. Las dos estaban dormidas y suspiré al notar los ojos hinchados en Megan. Había estado llorando y verla aferrada a nuestra hija me hizo pensar en lo mucho que le afectaría alejarse de ella. En ese instante comencé a tener el mismo temor que Lily, temía que Megan ingresara en esa oscuridad otra vez. Y con eso en mente, salí de ahí. Cerré la puerta de la habitación y tomé mi celular. Disqué el número de Alice y esperé a que me contestara.
—¿Sam? —Dijo su voz—. ¿Qué haces llamando a esta hora? ¿No es temprano?
—Lo siento, lamento despertarte. Es que Kate no estuvo bien anoche, está enferma y hoy no iré a trabajar para cuidarla, Megan estuvo toda la noche vigilándola. —Dije y escuché sonido como si se despertara—. Alice, necesito un favor.
—Sí, claro. ¿Quieres que vaya por medicina?
—No, necesito que vengas a casa. Quiero hablar contigo. ¿Puedes? ¿O debes trabajar?
—No, tengo que hacer unas cosas en casa, pero iré a estar contigo y lo haré allá. ¿Segura que no quieres que lleve nada?
—Le pregunto a Megan y te digo por mensaje. Iré a despertarla. —Dije y tomé aire—. Y Alice... Si llegas y Megan sigue aquí... No la verás bien. Ninguna de las dos tiene buena cara.
—Oh, cielos... —Dijo y sentí que suspiraba sonoramente—. ¿Discutieron de nuevo?
—No, no discutimos. —Le aclaré—. Iré a despertarla, te cuento cuando llegues.
—Está bien, estaré atenta tu mensaje. Voy a levantarme.
Cortamos la llamada y me movilicé. Salí de la habitación y regresé a la de Kate. Me acerqué a Megan y la moví con cuidado.
—Megan... —Dije con cuidado y abrió los ojos—. Lamento despertarte, pero sé que tienes que ir a la clínica.
—Oh, gracias. —Dijo y se movió, notando a Kate en sus brazos y chequeándola—. Está bien, controlé su fiebre. Pero quizás deberíamos darle un antifebril para niños.
—Alice viene para acá a estar con nosotras, le diré que traiga.
Asintió y le escribí un mensaje a Alice para que trajera eso. Megan me dio a Kate con una mirada tímida y luego fue a darse un baño. Me llevé a Kate a la cocina y comencé a hacer un desayuno. Escuché pasos y noté que era Megan.
—Sam, yo no voy a desayunar. —Dijo y la miré con sorpresa.
—¿Cómo que no vas a desayunar? ¿Comiste algo?
Negó y sonrió con pena, acercándose a Kate para darle un beso.
—No, no tengo hambre.
—No, no. Megan, no puedes estar sin desayunar. —Dije y me acerqué a tomar una taza térmica—. Llévate el café y estas galletas. Come algo, por favor. No me hagas preocuparme por ti.
Respiró hondo y asintió. Tomó las cosas cuando se las di y noté que estaba lista para irse.
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