HACKE AL REY -LA SELECCIÓN- [TAELICE] [LIZKOOK]

HACKE 38

Taehyung se había alistado con su traje de gala y antes de dirigirse al carruaje real, para emprender el camino hasta donde se celebrarían las sentencias, recordó el presente que les trajo a las omegas, asi que se tomo un momento de pasar con cada una de las omegas a entregarles dicho presente, a Irene le regalo unos bonitos aretes con dos zafiros enormes la omega estaba que saltaba de la felicidad, de inmediato se fue al cuello de Taehyung para plantarle un beso en los labios, pero el príncipe se movió y termino dándoselo en la comisura del labio.

Para la pelirrubia, Rosé consiguió un collar con una hermosa piedra de ópalo en el centro, las mejillas de la pelirrubia se colorearon del mismo color que la piedra y dio las gracias de manera amable.

A Momo le regalo una gargantilla de hermosos rubies, roja y brillante, Momo abrió los ojos enormes cuando vio el presente, dio las gracias a Taehyung y un beso a la mejilla del príncipe

Finalmente, el príncipe se dirigía a la habitación de la pelinegra, con el estuche en la mano, pensando que quizá la rebelde omega le rechazaría el presente por ser demasiado ostentoso.

Toco dos veces la puerta y Lisa se apresuró a abrir, lucia hermosa con un vestido en tonos azul rey con hilos dorados y plateados, curiosamente los colores del emblema del reino, no era sorpresa que combinara perfectamente con el príncipe.

Moom y Nayeon, se encargaron de llevarle el vestido.

-Hola pequeña Lalisa, luces hermosa -fue lo primero que dijo el príncipe al verla detrás de la puerta.

Con una sonrisa tímida Lisa se hizo a un lado para dejarlo entrar a la habitación, Taehyung, le dio una mirada a Jungkook y cerró la puerta.

-No, te quito mucho tiempo Lisa, tenemos que irnos ya, yo solo te traía este obsequio, lo conseguí en la frontera, de hecho le traje a todas algo...

Oh

El corazón de Lisa se apachurraba cada que el príncipe le recordaba que no era la única ahí, que le tenga que dar su atención a las otras tres, no le gustaba mucho. Pero tampoco iba a reclamar, de hecho, Lisa aún seguía en duda de lo que debía hacer, ¿seguir en la selección? ¿ser luna? Algunas noches, ella solo quería pedirle a Jungkgook que la llevara lejos de Corea y rehicieran su vida solo ellos, incluso estaba pensando en pedirle ayuda a Jihyo, la princesa de Japón.

Taehung la trajo de vuelta a la realidad cuando abrió el estuche enfrente de ella, Lalisa, jamás en su vida había visto algo tan hermoso como eso, el príncipe le estaba obsequiando un hermoso collar con mas de cinco piedras hermosas, ópalos, rubies, zafiros, esmeraldas y un diamante en el centro.

-Tu tienes todas las piedras... -Le dijo el príncipe mientras sacaba el collar para colocárselo a Lisa -A las demás les di un presente con una sola piedra, este obsequio es tuyo, seas o no mi Luna, podrás llevártelo contigo. Todas de hecho podrán llevarse la joya que les obsequie hoy.

Oh

-Es, es muy hermoso... yo jamás había visto un diamante ni ninguna otra piedra preciosa -Gracias Tae... -El príncipe estaba por detrás de Lisa terminando de colocarle el collar, bajo sus enormes manos hasta la cintura de Lisa y la atrajo mas hacia él, le encantaba poder estrechar a Lisa así, se sentía tan pequeña en sus brazos.

Olfateo su cuello y Lisa lo ladeo, le encantaba sentir la respiración y los besos húmedos que Taehyung dejaba en ella, mas aun le encantaba que el rozara sus dientes en el lugar en donde un día iría una marca.

-Eres hermosa Lalisa... -Le dijo el príncipe, mientras seguía besándola en el cuello y rozando levemente sus dientes, sin dejar marca.

Lisa no dijo nada, solo cerro sus ojos, disfrutando del pequeño momento -Me iré ahora, o no me detendré – Taehyung la giro para quedar ahora frente a frente, Lisa abrió sus ojos

-Gracias... -volvió a decir Lisa, pero de momento una leve angustia se instalo un su pecho. Taehyung lo noto de inmediato

-¿Qué pasa pequeña Lalisa? -La tomo del mentón para que no bajara su cabeza

Uh

-Es... estoy nerviosa, yo... estará todo el pueblo ahí... Yoongi quizá este también, yo... no se que debo hacer... de verdad quiero ser de ayuda, yo no quiero que Corea siga siendo reprimida... pero tengo miedo...

-Lo se amor, también tengo miedo, es todo demasiado abrumador, Lisa por favor, piensa muy bien antes de actuar, no hagas un locura, mi padre estará ahí y no puedo permitir que te dañe, yo... no me gustaría enfrentarme a él, delante de todo el mundo

-Claro... yo... seré sensata como tu madre nos ha enseñado... -Taehyung se acerco a dar un beso en los labios a la pelinegra y por fin la soltó saliendo de la habitación.

Lisa se abrazo a si misma, los nervios estaban calando hasta sus huesos, se miro al espejo por ultima vez, el collar si que era hermoso, lo acaricio con la lleva de sus dedos y suspiro.

Salió de la habitación y se dirigió a los carruajes, junto con Jungkook.

-No te preocupes Lili, lo aras bien... -el peli castaño la apoyo, sabía que estaba nerviosa, la conocía demasiado bien, como par no darse cuenta.

Lisa lo tomo de la mano y le dio un fuerte apretón -Gracias Kook, por siempre estar para mi ... -Fue lo ultimo que le dijo antes de que ambos subieran al carruaje que les correspondía.

El camino a la plaza fue rápido, estaba casi oscureciendo, varias antorchas iluminaban el lugar, los pueblerinos de diferentes facciones estaban ahí, era arriesgado hacer el evento, al anochecer, se arriesgaban a que los rebeldes atacaran, pero era una tradición, así que el Rey Namjoon confiaba en su ejército, que se encontraba alrededor cubriendo cada centímetro del lugar.

Los primeros en colocarse en su sitio fueron los Reyes y el príncipe, luego las omegas fueron subiendo a la tarima.

El vocero real, inició a las sentencias:

-Este año, las sentencias son muy importantes, además de nuestra querida Reyna y Luna, su majestad Kim Jisoo, las omegas de la selección otorgaran el castigo necesario a los acusados, que suban los acusados.

El bullicio no se hizo esperar, los pueblerinos abucheaban, Lisa no sabia exactamente a quien ¿a los acusados? ¿o a la reina? quizá a las sentencias como tal

Una fila de cinco hombres subió al estrado, iban encadenados de pies y manos, con la ropa rasgada y algunos golpes, parecía que no se bañaban en días, el ultimo acusado era un pequeño alfa, de apenas unos 16 años, Lisa estaba rogándole a la Luna que no le tocara sentenciar a ese chiquillo. 

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