32. Decidido

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Nadie los había escuchado subir. Nadie sabía cuánto tiempo ambos chicos llevaban escondidos, escuchando a los adultos hablar. Por la expresión perpleja de Harley, y las lágrimas contenidas en los ojos cristalinos de Peter, era obvio que llevaban demasiado tiempo.

El silencio en la cocina fue sin duda el peor de todos los momentos tensos que Bucky sintió. Todas las miradas en la habitación, estaban fijas en los dos chicos parados bajo el marco de la entrada principal de la cocina.

—Bucky... —masculló Peter, sintiendo un nudo en su garganta.

El chico restregó sus ojos con el dorso de su mano cuando las lágrimas lo hicieron ver borroso. No estaba haciendo tanto frío, pero Peter estaba temblando. Tenía tanto miedo de estar aquí.

—¿Ya nos podemos ir? ¿Por favor? —suplicó abrumado.

Bucky suspiró con pesadez. "Maldito plan Z", pensó empecinado.

—Sí —confirmó Bucky, resignado—. Sí ya podemos irnos, Pete.

Bucky salió de la cocina, sus pasos fueron lo único que resonó entre tanto silencio. El super soldado esbozó una lastimera media sonrisa cuando Harley lo observó perplejo, le dio una suave palmada en el hombro de despedida, antes de girarse y llevarse a Peter con él. Dejó un ambiente sombrío atrás...

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Peter se hallaba sentado a orillas de la cama de Bucky, esperando que el hombre terminase de empacar. El chico seguía encorvado, con la mirada perdida en el suelo. No supo cuánto tiempo llevaba ido en sus pensamientos hasta que sintió la tibia mano de Bucky en su cabeza, acicalando sus rebeldes mechones castaños.

—¿Estás bien, Pete?

—No —respondió el chico, restregando sus ojos cuando sintió que la mirada volvía a nublarse con lágrimas—. Lamento que tengas que irte por mi culpa.

—Nah. Olvídalo... —suspiró Bucky, sentándose a su par—. Lamento que hayas escuchado todas esas tonterías allá arriba. Aunque no tengo idea cuánto escuchaste...

Bucky entrecerró sus ojos, meditando la cantidad de obscenidades que fueron dichas. Y por las mejillas sonrojadas de Peter, su pregunta tuvo respuesta.

—Fue idea de Harley —confesó Peter, nervioso—. Pero yo tampoco abrí la boca para oponerme. Lo siento.

Bucky sonrió, pasó un brazo por la espalda de Peter, dándole un medio abrazo.

—Descuida... solo que, no me gustaría que volvieses a hacerlo, ¿me entiendes? Podrías llevarte una mala impresión de alguien por palabras sin sentido, dichas en el calor del momento —le explicó Bucky.

Peter asintió despacio, pero pronto frunció su ceño cuando miró al super soldado de reojo.

—Pero, tú no dijiste nada malo sobre mí como el capitán Rogers, o el señor Stark. ¿Acaso eso no significa que ellos de verdad piensan así? Que deberías quedarte y regresarme con servicios infantiles...

Y justo en esa mirada castaña que lo interrogaba en silencio, Bucky entendió por qué era difícil tener hijos.

—Bueno. Como te dije, fue una discusión algo acalorada, Pete. Tony no es así. Y tampoco Steve... No creo que ninguno piense lo mismo ahora...

—Pero... el capitán Rogers dijo...

—Steve estaba algo sensible, Pete —lo interrumpió Bucky, buscando excusas para salvar al par de tontos que dejó en la cocina—. No le des importancia a lo que dijo. Es obvio que no se esperaba esa noticia, él no sabía nada al respecto. Y cuando eso pasa, Stevie tiende a decir estupideces de ese estilo, sin siquiera pensarlo.

VIAJERO EN EL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora