Steve apenas había salido de la habitación cuando Bucky se dirigió directo a la regadera de su baño. Intentó quitarse las manchas de sangre, el sudor, las caricias de Tony en su cabello, los dedos de Steve en su espalda, y los besos de ambos hombres de sus labios.
No podía creer lo que había hecho. Él juró mantener el temple, alejarse de ambos y ser solo otro amigo hasta buscar un lugar propio. Vivir en la torre tan cerca de Steve y Tony, lo volvería loco. Bucky ni siquiera había superado una semana bajo su mismo techo cuando ya estaba cayendo por los besos de ambos.
Después de meditarlo bajo el chorro de agua fría, la decisión ya estaba prácticamente hecha: se iría. Tenía que huir de la torre de los vengadores, de Nueva York preferiblemente. Donde sea que lo llevase el viento, pero lejos de Stevie, y lejos de Anthony...
Salió del cuarto de baño en un santiamén, se vistió de inmediato y cogió una mochila de viaje llenándola con un par de mudas de ropa limpia. Eso le bastaría. No deseaba nada más de ellos, no quería ser otra razón para ocasionar una guerra. En la última que Steve y Tony habían peleado, él perdió un brazo y ambos hombres se habían distanciado hasta reunirse para una última batalla, donde uno dio la vida por el mundo. James se rehusaba a repetir la historia...
—Vamos... vamos... —gruñó molesto, apretando más de una vez el botón del elevador para poder marcharse.
La idea de irse por las escaleras de emergencia empezó a llamar su atención. Apenas hizo ademan para dirigirse hacia ellas cuando las puertas del elevador se separaron. Bucky permaneció ahí, impaciente por entrar y marcharse. Dio una zancada al frente antes de detenerse cuando notó la presencia de alguien más dentro de la cabina.
Steve se mantenía estoico justo al centro, piernas levemente separadas, brazos cruzados, acentuando la musculatura de sus bíceps y sus anchos hombros. Su semblante era serio, calculador. Esos ojos azules como el cielo lo observaban con tanta fijeza que Bucky se sintió en problemas. Después de todo, no era una sonrisa lo que estiraba los labios del capitán, sino una línea severa, marcando su descontento.
—Oh, joder —gruñó Bucky, desganado.
El rubio alzó una ceja, nada impresionado.
—¿Te asusté de nuevo, Buck?
Apenas terminó su pregunta y ya estaba sujetando la camisa de Barnes con una imponente mano. Lo obligó a entrar a la cabina, entonces las puertas se cerraron dejándolos dentro.
Bucky no era un indefenso ante Steve. Casi competían en musculatura, en altura y sobre todo en fuerza. Eran súper soldados con características tan distintas como similares. Rubio contra castaño. Piel de porcelana contra una oliva besada por el sol. Pero justo ahora en ese elevador, James Barnes se sintió impotente para luchar contra su mejor amigo. El rubio se aprovechó de su conmoción arrinconándolo contra la esquina, robándole su espacio personal.
—¿Qué haces? —jadeó Bucky, sujetándose a los pasamanos con tanta fuerza que sus manos empezaron a abollar el metal.
Steve frunció el ceño, haciéndolo tragar seco.
—Ya sé que besaste a Tony.
Oh mierda, pensó Bucky, estoy muerto. Steve jamás lo había visto con tanta seriedad, y tampoco se había impuesto sobre él, tratándolo como si fuese un vulnerable chico no un hombre de su mismo peso y talla. Barnes tragó duro, tratando de hacer lo correcto.
—Lo siento, Stevie —se disculpó sin aire.
—¿Te gustó? —demandó el capitán, tan impaciente por una respuesta que apretó más fuerte su agarre en su camisa inclinándose más cerca con aire amenazador— Responde, Buck. ¿Te gustó cómo te besó?
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VIAJERO EN EL TIEMPO
Fanfiction*Historia Post End Game* Bucky se rehúsa a aceptar el final que dejó Thanos. Su mente lo lleva a practicar un plan tan desquiciado para darle a la tierra una segunda oportunidad, y más que nada regresar a los que faltan. Solo que cambiar su realidad...