19. Discreción

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Discreción.

La palabra sabía amarga en la lengua de Tony. Mantener el secreto de compartir a James se sentía igual que admitir vergüenza por querer al súper soldado. Y el inventor no estaba ni una pizca apenado de compartir su afecto, su cariño y amor con dos hombres. Steve también se había empecinado al escuchar la única petición que tenía Barnes para quedarse.

Guardar silencio sobre ellos.

¡Dios! Como odiaba hacerlo. Tony estaba convencido que Bucky atravesaba la misma fase de Steve apenas salió del hielo, creyendo que las reglas de su época seguían vigentes, que el hecho de tener sentimientos por alguien del mismo sexo, era considerado una enfermedad que debía erradicarse. Le costó trabajo cambiar esos pensamientos en el capitán, y a veces todavía tenía que recordarle que el mundo era tan cambiante, que existían personas casadas con su auto y eso era legal.

—Tal vez él tenga un punto, Tones —suspiró el Coronel Rhodes, sentado sobre la mesa de trabajo en el taller de Tony, mientras este clasificaba tuercas antes de empezar a reparar el sistema de enfriado en su guante derecho, había tenido fallas últimamente, necesitaba varios ajustes.

—¿Qué punto, Rhodey? —bufó el inventor, mirando con enojo a su mejor amigo a su lado— Bucky pidió claramente que todo siguiera igual fuera de la habitación. Quizás el que se avergüenza de decir que tiene dos novios es él. Sí, eso debe ser...

El coronel cruzó sus brazos sobre su pecho, bajó sus oscuras cejas en un ceño fruncido al registrar el tono de fastidio en la voz de Tony.

—Espera, si Barnes te ha pedido guardar el secreto, ¿qué haces contándome esto?

El millonario soltó la tuerca entre sus dedos, giró en su banco enfrentando a su amigo.

—Hay muchas razones, Rhodey... Tú eres mi mejor amigo. Potts no regresará hasta en dos días. Si le digo a Nat es probable que me corte el pene por meter a Bucky en un trío cuando aparentemente aún no está listo para esta sociedad. Hawkeye solo se reiría y diría: disfruta el sexo. No creo que a Sam le importe. Vis y Wanda son como mis hijos, no puedo quebrantar su inocencia con mi perversión. Banner sigue desaparecido, y Thor no tiene un móvil, además dudo que los cuervos terrícolas tengan visa para Asgard. Elige una.

—Me quedaré con la primera opción —siseó Rhodey, arrepentido de haber preguntado.

Era obvio que Tony no podía conservar su boca cerrada, ni siquiera para mantener un secreto que uno de sus súper soldados le había pedido. Había sido toda una noticia para el coronel, pero la verdad es, que había visto a Tony haciendo peores cosas que involucrarse en un trío con dos hombres de cien años que lucían de treinta, y tenían súper fuerza. Esto era solo la cereza del pastel.

—Entonces... ¿dónde está Steve y Bucky ahora?

Tony gimió desganado al recordar la aburrida junta de SHIELD de la que logró zafarse por un tecnicismo. "Ser consultor" no lo involucraba abiertamente en las reuniones del personal. Ah, cómo adoraba ese título, lo sacaba de apuros...

—En una reunión de al menos tres horas con Fury. Steve cree que Bucky mejorará su sociabilidad si se mantiene enfocado en el trabajo. Así que intenta hacerlo parte de los nuevos vengadores —informó el millonario, desplegando planos azules holográficos a su izquierda, prestándoles atención.

—¿Y tú qué piensas al respecto, Tones?

El inventor encogió sus hombros, indiferente, con su mirada fija en los planos.

—Que a Fury tampoco le importará mucho si le cuento que soy el sexy jamoncito de ese súper sándwich —canturreó insolente.

El coronel Rhodes se arrepintió de seguir haciendo preguntas.

VIAJERO EN EL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora