VIAJERO EN EL TIEMPO

10. Memorias

Después de ver el auto de los Stark refugiado en el pentágono, Bucky dio marcha atrás y empezó a regresar por la carretera. Una parte de él, deseó volver con Tony una sola vez más. Pero los peligros a los que se enfrentaría después, eran desconocidos. Él ya no quería seguir alterando la realidad, por lo que se detuvo a un lado de la carretera. Miró al cielo nocturno cubierto de nubes y la luna tratando de destacar entre ellas. El soldado apretó el botón en su traje que lo catapultó al presente...

Bucky despertó sobresaltado, se sentó en la cama en un solo movimiento, como un vampiro reviviendo de su sarcófago, pero con más violencia. Se aferró a las sábanas bajo sus manos, mientras respiraba con pesadez como si le faltase el aire. Su visión empezó a enfocarse, lentamente. Entonces empezó a reconocer la habitación en donde se hallaba. No era ninguna habitación de Hydra, el aroma a antisépticos y la falta de guardias le quitaron esa idea de la cabeza.

Cuando llevó una mano a su frente, sintió que el mundo se le venía encima. No solo estaba mareado, su cabeza palpitaba con tal violencia como un martillo perforándole el cráneo. Entonces reparó en su mano izquierda, su brazo dado por Hydra seguía pegado a él. La última vez Tony lo arrancó de su cuerpo con un disparo de su reactor de arco, y en Wakanda había tenido uno nuevo antes de pelear contra el ejército extrarrestre.

—No puede ser... —jadeó sorprendido, apenas notó lo que ocurría.

¡Lo recordaba! ¡Recordaba todo! El viaje en el tiempo, Thanos, la pelea de Steve contra Tony. Pero... Bucky frunció el ceño, de nuevo el dolor de cabeza se volvió intenso, había nuevas memorias en su cabeza, todas sus misiones de Hydra, todas las muertes, todos sus castigos, sus controladores. Se suponía que él no debía de recordar eso, los electrochoques servían precisamente para resetear su mente y no conservar información.

Su nuevo presente, aunque lleno de memorias seguía siendo extraño para él. Esa afirmación lo dejó perplejo una vez más, "Su nuevo presente" ¿Sí lo había logrado? ¿O ahora vivían con dinosaurios como Strange le dijo?

Sea como sea, su nuevo presente dolía como la mierda.

Llevó su mano a su pierna derecha, presionando su muslo cerca de su rodilla para aliviar el palpito que se encontraba en su hueso. Recordó el momento exacto cuando se hirió la pierna, y también cuando el mismo Karpov colocó el hueso en su lugar, con hostilidad.

Pero nada dolía más que las cicatrices en su piel, cubriendo su cuerpo. Esas heridas jamás cicatrizaron apropiadamente, el frío evitó que las células siguieran su curso normal de reparar el tejido epitelial. Sentía como si llevase hormigas debajo de la piel, mordiéndolo a cada segundo. Ardía. Nunca le prestó real interés, pues su mente como soldado del invierno hacía a un lado el dolor para cumplir órdenes.

Pero ahora su cabeza, su pierna, y sus cicatrices, estaban volviéndolo loco. Sintió tantas náuseas, pero no parecía llevar nada en el estómago para devolver. Bucky tocó su torso, reprimiendo el dolor cuando sintió que alguien estuvo jugando a los tambores con su caja torácica.

—Joder... —siseó bajito, esforzándose en respirar para calmar su estómago revuelto.

—Genial. Estás despierto.

Tony Stark apareció de repente, entrando por la única puerta de la recamara vacía. Detrás de él, se hallaban los mismos que aparecieron en la terraza, Visión y Wanda. Más Strange. Todavía lo recordaba. Los tres vengadores lo observaron con expresiones de curiosidad, ya no había enojo o recelo hacia él.

Entonces Tony se detuvo a centímetros de la cama, manos atrás, ojos castaños escrutando sus movimientos. Lucía como un gatito preparado para activar sus reflejos. Bucky reprimió ese pensamiento, en especial cuando el semblante de todos los presentes dictaba que seguían considerándolo un peligro.