A Liz tuve que mentirle diciéndole que mi madre estaba un poco enferma y tendría que viajar para estar con ella, no me sentía bien mintiendo le pero no puede saber nada aun.
La cita que había hecho era hoy, cruzaba los dedos para obtener luz verde para comenzar con el plan de rescate. Llegué al edificio y todo estaba normal, miré a su cubículo pero no estaba -Hola Emilio-
-Fabi, ¿te irás de encubierto?- sus cosas ya no estaban en su lugar
-Si, por fin, y lo mejor es que no es aquí, iré a California- dijo emocionada
-Me da gusto Fabi-
-Se que no preguntaras pero quieres saber, él también lo han mandado de encubierto, ya tiene tiempo- asentí
-Debo pasar, tengo cita con el jefe-
-Suerte- caminé a la oficina, me daba gusto que por fin lo volvieran a mandar a campo, espero que esta vez no se equivoque, toqué la puerta
-Adelante- abrí la puerta e ingresé -Toma asiento Méndez-
-Gracias-
-¿Va todo bien con Chávez?-
-Si, pero vengo hablar sobre el agente que tiene Chávez-
-Oh, esó- respire para calmarme por llamar eso a mi rata -Eso debes de olvidar lo- no pude más y me levanté
-Me dijo que hablaría con el puto jefe-
-Emilio toma asiento-
-Hable-
-Lo hice pero tal como te ordené no puedes hacer nada, el operativo del FBI falló, son cosas que pueden pasar y es el riesgo de trabajar en esto-
-Podemos ayudarlo- negó
-Como te lo dije la primera vez, no puedes y no vas hacer nada, estamos muy cerca de Chávez- tiré las cosas que tenía en el escritorio lo cual dio un pequeño brinco de la impresión
-¿Que somos?, porque mierda nos importa el bastardo y no uno de los nuestros-
-Él no..- antes que siguiera hablando rodee el escritorio y lo tomé del saco
-Él es de los nuestros, así como usted, como yo y toda la puta gente de este edificio juramos proteger a la sociedad de la mierda de la calle…ahora él nos necesita- mi respiración era acelerada, estaba molesto con estos hipócritas de mierda
-Lo lamento si hiciste un lazo con él pero no permitiremos que arruines la misión y todo el trabajo que nos costó-
-Costó- me reí -Ustedes están sentados en la oficina, los que salimos al campo somos los que nos cuesta, no ustedes que ni una puta taza de café se sirven-
-No discutiré más Emilio, no puedes intervenir en los planes de Chávez-
-JÓDETE- lo solté y apenas me di la vuelta dijo
-Has lo que te piden, nosotros arreglaremos para que no tengas problemas con su familia- fue tan rápido que no se lo esperó, mi puño lo estrellé contra su cara, reventando le el labio
-Pedazo de mierda- se tomó el labio y su secretaria entró
-Señor- salí hecho una furia de su oficina, como mierdas dice que haga lo que me pidió Chávez claro que lo haría si en lugar de mi rata estuviera ese bastardo.
Al estar en mi coche golpeé el volante -Mierda- me sentía impotente no pude sacarlo cuando se lo propuse, el maldito de Chávez tuvo que intervenir, fui al supermercado para comprar despensa, tenía que hacer algo para sacarlo por el momento lo mantendría fuerte para que siga resistiendo, llegué a casa acomode las cosas, iba a comenzar a cocinar la cena pero tocaron la puerta, al abrirla era la policía
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Helsinki
Random-Tienes que seguir con la misión- -Es de los nuestros, no puedo quedarme con los brazos cruzados viendo como lo matan- -Méndez debes seguir, estamos cerca- frustrado, impotente, enojado era poco como me sentía, pero juro que lo mantendré vivo hasta...