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Final

Una semana después

-No has comido casi nada, ¿te sientes bien?-

-¿Has escuchado del síndrome de Estocolmo?-

-Claro, se de que se trata porq…….espera, no Emilio- movía mi tenedor de un lado a otro -Ey, niñero- niñero ese apodo ya no me estaba gustando -Mírame- alce la vista -No tengo el síndrome-

-No dije eso-

-Pero lo estás pensando- volví a bajar la mirada, movió mi plato, hizo con esfuerzo la silla hacia atrás, abrió mis brazos, se sentó a horcajadas -Cariño, te quiero por quien eres, no por otra cosa- acaricio mis mejillas -¿Tu me quieres?-

-Con todo mi corazón-

-Y el corazón nunca se equivoca, así que nos queremos, me enamoré de tu persona aunque estabas encubierto siempre fuiste Emilio Alexander Méndez Nañez-

-Siempre sabes que decir rata-

-Solo digo la verdad, ahora anda- tomo un poco de pasta con cuidado
-No es necesario que me des de comer-

-Pues aun así lo haré, ahora abre la boca grande niñero- termine de comer con él en las piernas, vimos una serie en la televisión acostados en la cama, se quedó dormido y yo acariciaba su mejilla con delicadeza, a pesar de que hace una semana tuve esa pequeña pelea con Andre no me podía sacar de mi mente si podría ser que tuviera razón

-Me hubiera encantado quedarme contigo pero el trabajo espera- asentí hoy por la noche tendría su primer operativo después de tres meses que estuvo solo trabajo de escritorio por fin estaría en campo

-Por favor cuídate mucho-

-Claro-

-Llámame cuando termines por favor- sentía un terror que algo mal pasara

-Todo estará bien- alcanzó mis labios y comenzó a besarme, le seguí el beso pero aún tenía mucho miedo

-Estaré esperando la llamada- asintió y lo vi entrar a su edifico, Marin me saludo de lejos

Lo espere dentro de mi carro mientras seguía investigando sobre los síndromes hasta quede con una persona que había tenido el síndrome, estaba tan atento al video sobre los especialistas del tema que me asusto cuando toco el vidrio, al verlo lo baje

-¿Estuviste todo este tiempo aquí?- asentí -Ahora vuelvo- hasta que se dio la vuelta me di cuenta que tenía su uniforme y llevaba la cara cubierta, se miraba muy sexy, lo vi salir aún tenía el uniforme pero con la cara descubierta, se subió al auto -¿Porqué no te fuiste a tu casa?-

-Me sentía intranquilo- me miro sorprendido

-No sucederá de nuevo- con una mano detrás de su nuca la atraje a mis labios

-Lo se….pero aún me asusta-

-Estaré bien, mi equipo también estaba asustado pero no podemos vivir con miedo, debemos de seguir y yo no me iré del FBI-

-No te lo estoy pidiendo- conteste algo molesto

-Solo digo- asentí -Estoy cansado, ve a casa y descansa-

-Te quiero-

-Yo también- me dio un beso, salió del auto, observe que entro a su camioneta y arranco

A la mañana siguiente fui al trabajo y evitaba a toda costa a Andre, fue el día en que más veces me lo tope

-Sabes Andre esta en la lista de la próxima misión-

HelsinkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora