28

4 1 0
                                    

-Méndez es muy arriesgado-

-Jefe en verdad es necesario conozco a García y esta a nada de escaparse de la casa, es muy bueno en escabullirse y no creo que quiera tener al Sargento con su equipo aquí-

-Méndez comprendo pero no quiero poner en riesgo a García-

-No creo que el Tuerto nos siga, los agentes Marin y Romes han hecho algunos rondines y no se tiene algún rastro-

-¿El equipo del Sargento está al tanto?-

-Son su familia- 

-De acuerdo pero solo puede ser una semana aunque deben de ir la seguridad-

-Me parece bien-

-Deben de saber que lugares irán y por favor Méndez no se escapen de ellos-

-No lo haremos-

-Los gastos págalos con las tarjetas que se les dieron, no le dieron uso en la misión así que gasten y disfrútenlo-

-Gracias jefe-

-Salúdame a García-

-De su parte- el tiempo fue perfecto ya que aun me quedaba 20 minutos para que saliera de su terapia y no se enterara que me fui, antes de llegar al consultorio le compré un ramo de girasoles  y unos chocolate, los imprimí que era lo mas importante -Jorge puedes bajar por favor-

-Enseguida- tardo unos tres minutos en llegar -¿Sucede algo?, vio a Ortiz- se puso en alarma

-No, todo esta bien, solo quiero que si puedes llevarte unas cosas y dejarlas en el auto hasta que yo te las pida-

-Claro- no podía traer las en el auto porque la rata es muy curioso y se da cuenta de todo, la puse en la parte trasera del auto que ellos utilizan y subimos justo a tiempo

-Gracias- dijo cuando salió de la sesión, fue a pagar -¿Pasa algo?- apenas me dijo cuando llego

-No nada, ¿Porqué?- me conoce muy bien y eso me ponía nervioso no quiero que se entere antes, así que trate de comportarme normal

-Estas como nervioso-

-Sabes que cuando salimos me da nervios que el imbécil nos encuentre- asintió pero no estaba convencido de mi mentira bueno no es de todo mentira porque si me pongo ansioso salir, siento que saldrá de algún lado y tratara de atacar a mi rata pero aquí estoy yo para protegerlo y ese imbécil no lo volverá a tocar

-Quiero comer afuera-

-Okey-

-No te opondrás-

-No, ayer me lo dijiste estas harto del encierro, podemos salir para que despejes tu mente- me miro

-Muy bien, ¿Seguro que te sientes bien?-

-Muy bien- entrelazo nuestras manos, bajamos para ir al carro, siempre Jorge y Samuel manejaban detrás nunca se despegaba -¿A dónde quieres ir?-

-Me encantaría ir a un lugar pero eso será después ahora a donde sea esta bien-

-¿Porqué no vamos a donde quieres?-

-La dueña es especial y no me arriesgare- asentí, se ha alejado de todas las personas que quiere y sabia que estaba haciéndole mal no poder estar con ellos pero lo comprendo, el Tuerto esta demente y no solo lo atacaría a él sino que a su familia también podría herirlos, Chávez a pesar de ser un cabron solo lo amenazaba nunca se les acercó solo mando a fotografiarlos y fue sorprendente saber que al Tuerto no le dio esa tarea siendo como su mano derecha quizás el también pensaba que el Tuerto esta loco.

Lo lleve a comer hamburguesas fue ameno, comimos, platicamos y lo mas importante le cambio el semblante estaba alegre que hace días no veía en su rostro, además Jorge y Samuel ya platican más con nosotros, al inicio solo estaban vigilando todo el tiempo y esta bien pero ni siquiera sabíamos a que hora comían siempre les invitábamos pero se negaban.

-Daré una vuelta de vigilancia, Samuel se quedara-

-Claro- le dijo y Jorge asintió, ya la noche había llegado y estábamos apunto de irnos al cuarto para dormir, cuando se metió al baño prepare las cosas, había aprovechado que entro al cuarto cuando llegamos de comer para hacer la video llamada con su madre para sacar las cosas del auto y esconderlas en la alacena, coloque las cosas en la cama -Sabes creo que…..- miro las cosas -¿Y esto?-

-Sorpresa- sonrió

-Aun te acuerdas de mis flores favoritas y chocolates-

-No podría olvidarlo-

-Gracias- vino a mi y me abrazo -Sabes que te quiero verdad-

-Eso es lo que me dices- sonrió y no pude aguantarme, tome su rostro atrayéndolo a mi, por fin besaba esos apetitosos labios, solo nos besamos en el cuarto porque le da algo de pena hacerlo enfrente de ellos -Quisiera seguir pero ansío que veas tu regalo-

-Me sorprende que te guardarás la sorpresa-

-A mi también- digamos que no soy una persona que puede ocultar una sorpresa, al momento qué tengo el regalo en mis manos ya quiero darlo, tomo el sobre y cuando los saco se asombro

-¿Es enserio?-

-Completamente-

-El jefe lo sabe- asentí -¿Cuándo lo hiciste?-

-Mientras estabas en terapia, ayer te vi muy mal y quiero ayudarte a sentirte mejor-

-Tenia razón que estabas nervioso- sonreí -Muchas gracias-

-Bueno haz la maleta que mañana salimos temprano….sabes mejor solo lleva un cambio-

-¿Uno?- asentí

-No utilizamos las tarjetas que nos dieron-

-Pero ya no estamos en el encubierto-

-Lo se, el jefe dijo que las utilizáramos- puso la cosas arriba del buró, nos acostamos abrazados -Sabes la CIA te quería reclutar aunque creo que aun quieren, solo por la situación todavía no te lo han dicho-

-¿Lo crees?-

-Si, nunca había sucedido que no tuvieran limites las tarjetas siempre se hace el presupuesto de acuerdo a lo que somos, que profesión u oficio hacemos, fue impresiones cuando Victoria me lo dijo “no tiene limites”-

-Valla-

-Te digo que eres el favorito-

-Podríamos ser compañeros-

-Ni con un salario multimillonario dejarías el FBI-

-Si, no puedo dejarlos, son mi familia-

-Envidio eso, no establecemos lazos muy fuertes, tiene muchas personas que quieren la victoria, ser el centro de atención-

-Si a ti te dieran la oferta de irte al FBI ¿Aceptarías?-

-No lo se……pero no estaría mal, te tendría más cerca- lo atraje más a mi

-Vamos a dormir que mañana tendremos que madrugar-

A las 5 de la mañana llegamos al aeropuerto solo esperamos media hora y abordamos, durante el camino me dormí, desde que nos enteramos que el Tuerto estaba prófugo no puedo dormir bien, siempre pienso que se llevara a mi rata y no lo voy a permitir por eso siempre estoy alerta, al llegar a Miami el calor nos recibió, fuimos al hotel y la recamara de nosotros quedaba justo en medio de las habitaciones de Samuel a la izquierda y Jorge a la derecha

-No me gusta que quedáramos en medio-

-¿Porqué?- se acerco a mi, sus manos las puso en mi pecho comenzando a descender hasta mi cintura, se puso de puntitas, cerca de mi oreja me dijo

-No podremos ser ruidosos- sentí mis mejillas arder, si bien casi no hemos tenido sexo por lo mismo que sería incomodo que nos escucharan, comenzó a besar mi cuello, me moví para darle mas acceso, sus manos comenzaban acariciar mi espalda, iba a tomarlo de la cintura cuando se alejo -Bueno vamos a disfrutar de esta semana-

-Eso no se hace rata-

-¿Qué cosa?- dijo lo más inocente posible, sonrió -Vamos niñero que no tenemos ropa, dejemos en banca rota al CIA- me reí

Fuimos al centro comercial mas cercano, entramos a varias tiendas y compramos lo necesario, dejamos las cosas en la habitación, fuimos a comer algo y durante la tarde estaríamos disfrutando.

En el camastro estábamos los dos, se había quedado dormido, su mano estaba sobre mi pecho, gire su anillo de matrimonio aun no nos lo quitamos

-¿Cuánto llevan de casados?- dijo una mujer que llegó a sentarse a lado

-Poco, un año- le conteste sin dejar de mirarlo

-Según se dice que el primer año es como la luna de miel, todo es amor- sonreí si supiera todo lo que hemos pasado -Después viene peleas-

-No va a existir ninguna pelea que logre dejarlo de amar- alce la mirada hacia ella que me sonreía

-Te creo, en tus ojos se mira que lo amas-

-Lo hago-

Toda la semana estuvimos relajados, salimos a dar paseos, caminar por la playa en los atardeceres y en la última noche le prepare una sorpresa

-Méndez te tengo noticias sobre Ortiz- deje la vela que tenia en la mano

-¿Qué sucede jefe?-

-Encontraron su cuerpo en un auto-

-¿Cuerpo?, él está.. –

-Así es Méndez, Ortiz murió, lo identificaron unos policías que estaban de civiles en un supermercado, hubo una persecución y perdió el control del auto, se estrelló contra un poste y exploto su auto-

-Valla nunca pensé que terminaría de esa manera-

-Mañana que regresen pueden regresar a sus vidas-

-Gracias Jefe-

-Nos vemos Méndez y salúdame a García-

-De su parte- era un alivio el saber que ya no tendríamos que escondernos de ese cabron, mi teléfono volvió a sonar -Hola-

-Ya va para allá-

-Gracias Jorge- aun era mas mi felicidad, espero solo cinco minutos, verifique que todo estuviera en su lugar y lo vi venir a mi -Hola rata-

-Hola, ¿Qué es esto?- tenía una gran sonrisa

-Es nuestra despedida de todo esto- me miro confundido -Al fin regresaremos a nuestras vidas-

-¿Hablas enserió?- asentí -¿Qué ha pasado?-

-El tuerto está muerto-

-¿Qué?-

-Me acaba de llamar el jefe, hubo una persecución perdió el control del auto, se estrelló y exploto-

-Valla-

-Siéntate- en la playa había puesto una manta y unos cojines para sentarnos, lleve vino y pizza, algunas velas para romantizar el momento donde las coloque en una tabla para que tuvieran estabilidad

-Es impresionante que terminara así-

-Lo se pero fue una persona que no le importaba que hacer para tener poder, contigo no tuvo piedad para torturarte- entrelace nuestra manos -La verdad es que esto es para comenzar- me miro -Tres años estuvimos separados, tres años donde te perdí por mi estupidez, fue la peor decisión que he tomado en mi vida y me arrepentí pero ya no podía volver, pero el destino nos volvió a unir en esa misión y al principio fue difícil volver a estar en un mismo lugar, que nos costó volver a sentirnos cómodos con nuestras presencias pero el amor lo logró porque aún te seguía amando, mi corazón nunca te olvido, siempre espero a que volvieras y ahora aquí bajo la luz de la luna te pregunto ¿Puedo ser tu novio una vez más? Y esta vez te prometo que no te voy a dejar y la única manera en que deje de ser tu novio será porque te llamare esposo- sus ojos estaban llenos de lagrimas y yo desde que comencé hablar estaba llorando

-Si quiero estar de nuevo junto a ti- tome su rostro entre mis manos, guiándolo a mis labios, comenzando un beso lento y delicado donde las palabras no hacían falta porque nos decíamos cuanto nos amábamos besándonos

-Te amo Rata, estoy completamente seguro que eres el amor de mi vida-

-Y tu el mío, te amo- el destino nos había dado una nueva oportunidad para volver a estar juntos

HelsinkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora