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Final.2

-Ey, Mírame- sonreí, sentí un gran alivio y di una gran bocanada de aire al momento qué me quito el chaleco

-Rata- toque su rostro y mire si no estaba herido

-Pensaba que no llegaría- me abrazo, se alejo para verme -Eres estúpido- me dio un golpe en el brazo -Como se te ocurre venir si te habían dicho que esperaras-

-No podía dejar que el Tuerto se fuera- alzo una ceja -Lo se, escapo pero se que esta aquí, no se irá esta vez, ¿Cómo estás?, esa explosión es verdad-

-Si, pero después te cuento, debemos de atraparlo- su cara estaba un poco sucia, me ayudo a levantarme

-Son tan tercos los dos, de seguro por eso se enamoraron- me dijo Marin negando -Te dijimos espera en el auto hasta que lleguemos-

-El tiempo…-

-Méndez- me calle al instante, el Sargento llego con todo el quipo

-Señor yo…-

-¿Esas herido?- negué -No vuelvas hacer caso omiso a las indicaciones, eres parte del equipo en este operativo y no podemos perderte, somos un equipo donde seremos ojos y oídos que te ayudarán, se que es diferente en el CIA pero aquí nos cuidamos las espaldas-

-Lo siento Sargento-

-Lo bueno es que no estas herido, ¿Qué sucedió?- le conté todo -Entonces cree que su plan sigue en pie, si se fue rumbo al norte de aquí aun no sale añadiendo que esta herido-

El Sargento nos explicó el plan, lo rodearemos hasta acorralarlo, las vallas están muy altas y con el brazo herido será difícil que pueda cruzar, estábamos preparándonos para salir a su caza

-NO te lo quites- le ajuste el chaleco

-No lo hare esta vez- le di un beso rápido

-Muy bien enamorados vamos por ese hijo de puta- dijo Romes

Comenzamos la búsqueda del Tuerto, había rastro de sangre la cual seguimos, nos movíamos lento y en silencio, hasta que lo encontramos se estaba poniendo una pedazo de tela alrededor de la herida 

-Mierda- dijo y comenzó a disparar, nos resguardamos en lo más cercano que teníamos, así comenzó el tiroteo, el Tuerto corrió y era lo que queríamos

-Estas sin salida Ortiz- le dijo Sánchez al llegar al punto sin salida

-Yo nunca estoy sin salida- levantó un control

-Retrocedan- dijo Ramírez pero la explosión nos gano, sentí como fue impulsado mi cuerpo estrellándose contra la pared, estaba aturdido, solo veía humo y varias cosas quemándose y mi vista lo enfoco negué pero no hizo caso, comenzó a correr tras de él

-Rata- los demás se levantaban, como pude me levante me dolía el costado pero eso no me impidió comenzar a correr en dirección donde se habían ido.

No los veía por ninguna parte y escuche disparos y me cabeza recordó aquel día, mi corazón latía demasiado rápido, corrí donde se escucharon, me frene, estaban los dos tirados -No, no,no,no-

García

17 horas antes

-Jorge iré al baño, si quieres ves por algo de comer-

-Le diré a Samuel que valla por algo mientras me quedare a vigilar- sonreí negando, a pesar que el Tuerto ya esta muerto ellos aun dicen que me cuidaran hasta que me den de alta, entre a orinar, me lave las manos y me vi en el espejo, lo rojez del cuello estaba bajando, era la primera vez que llegaba hasta lo último de los efectos de la alergia siempre tenia a la mano la inyección pero la saque de mi mochila y fue un error, salí del baño y estaba sentado en la cama

-Hola niñito- me impacto verlo, se miraba un poco más viejo como si hubiera pasado 5 años

-No te sentó bien la cárcel y mucho menos la muerte-

-Lo se, por eso he vuelto, tuve tanto tiempo para pensar tranquilo, por que no tenía a los puercos detrás como perros tras su presa- 

-¿Qué es lo que quieres?-

-A ti-

-¿Enserió?, las veces que mandaste por mi no creo que me quieras vivo-

-Solo fue un mal reclutamiento de personal, pero no te preocupes ya fueron castigados, no podía no hacer nada si casi le hacen algo a mi amigo-

-Claro amigo- iba a caminar

-Yo no he dicho que te muevas-

-Y que te hace pensar que haré lo que digas-

-Esto- saco un celular y estaba un video de Mar saliendo de la casa -Es en vivo y si no haces lo que te digo, una sola llamada y no verás a tu hermanita-

-Hazle algo..-

-¿Qué vas hacer?, antes de que puedas tocarme un pelo tu hermana estaría ya vendida y nunca sabrías donde esta- apreté la mandíbula porque tenía razón pero tenía la esperanza que ella se diera cuenta y se pusiera a salvo -Ahora que estamos claros, ponte la chamarra- me la aventó -Tenemos que irnos- me la coloque y me quedaba grande, cubría perfectamente la bata del hospital, salimos y tomamos el elevador, antes que se cerrara puede ver al niñero pero no haría algo tenía que proteger a Mar, el hospital estaba algo lleno, salimos por una puerta trasera y caminamos hasta llegar a un auto azul

-¿Cómo sabré que ella está bien?- había puesto el celular justo enfrente de mi donde podía ver a Mar

-Solo te queda confiar en mi- manejo al sur de la ciudad -Cuando lleguemos no hagas ningún movimiento, te daré una mochila, cuentas hasta diez, te levantas para ir al baño que está al fondo- solo asentí, miraba como Mar caminaba hacia la cafetería del parque, al llegar al lugar estaba lleno

-Buenas tardes, si gustan esperar- el Tuerto asintió, me entrego la mochila y comencé la cuenta 1..2..3..4..5..6..7..8..9..10, me fui al baño, eran pequeño, entre al ultimo y cuando iba a cerrar la puerta entró

-No te dejare solo niñito, eres mañoso y no me voy arriesgar, vas a cambiarte enfrente de mi- me puse el pantalón de mezclilla y la playera gris que traía los cuales eran de mi talla lo que me sorprendió -Te he estado viendo niñito por un gran tiempo- antes de salir me quite la pulsera dejándola en el piso -Por acá- coloco su mano en mi cintura y quería moverme -Ni lo pienses, tengo limpia las manos niñito- me daba asco que me tocara, al salir por detrás un auto negro estaba estacionado

-Aquí esta tal y como se lo prometí, espero mi feria-

-Aquí esta- de su bolso de pecho saco un fajo de billetes y se lo entrego -Mas te vale que no digas nada, nunca me viste, entendido-

-Simón- el chico entro por la puerta a la cafetería

-Sube- durante el camino pude ver a Mar hacer sus cosas y ella aún no se daba cuenta que la estaban siguiendo, se estacionó afuera de una casa vieja que parecía que estaba a nada de caerse -Bienvenido a mi humilde hogar-

-Estar rodeado de humedad y suciedad es lo tuyo-

-Mira imbécil no te golpeo ahorita mismo porque no me servirías-  me amarro manos y pies, el torso y piernas a la silla -Debo de hacer cosas así que no te escapes que estas vigilado- salió y del portazo pensé que se derrumbaría la casa, trate de quitarme la soga pero esta vez lo había hecho muy bien, estuve concentrado en poder escuchar los sonidos de mi alrededor, este barrio nunca había estado pero se que esta catalogado como uno de los más peligrosos que tiene la ciudad.

Tardo seis horas en llegar, el reloj marcaban las nueve -Tienes una obsesión por los relojes- miro el reloj que estaba justo enfrente de mi

-Quise recrear nuestro lugar, fuiste muy feliz ahí, quería colgarte de la viga pero como ves esta muy vieja la casa y no quería que te lastimaras niñito- dijo con sarcasmo -Soy tan buen anfitrión que te traje la cena- me enseño un caldo y enseguida supe de que era

-Es pulpo- sonrió

-Que pasaría si hago que te lo tragues, seria divertido ver como te quedas sin aire poco a poco-

-Por eso Chávez decía que estabas demente, nunca hubieras llenado  su lugar como jefe ni siquiera a los talones le llegabas- me dio una cachetada fuerte, sentí el sabor a sangre

-Cállate el puto hocico-

-Que, no puedes aguantar- me tomo fuerte de la mandíbula

-Niñito no te mato ahorita por que mis planes no se completarían como lo he pensado durante mucho tiempo- me soltó y se volvió a ir, ¿Cuáles son sus planes?, no volvió en toda la noche, me desperté a las 6 y afuera ya se escuchaba gente ¿Dónde esta?, seguí intentando liberarme pero no podía, mi estomago me pedía comida, el último bocado que di fue a las 12 del mediodía.

Casi me puede quitar el de los pies, moviendo los hacia arriba y abajo, cuando llego eran las 5 de la tarde
-Es hora niñito- se miraba emocionado, no se dio cuenta que las cuerdas de los pies estaban flojas, me levanto y me metió a una camioneta, entró a la casa, al salir traía como una maleta -No se puede olvidar- me dejó el reloj en mis piernas, entró a la camioneta y arranco

-¿Quiero verla?-

-Tendrás que esperar-

-Quiero verla ahora-

-No estas para poner condiciones estúpido- el camino fue rápido llegamos en 15 minutos, al entrar al lugar había varios carros viejos, el camino era algo largo en poder llegar a una bodega fue de 10 minutos, tenias que manejar con cuidado porque había partes de carros por el camino, se nota que el lugar está totalmente abandonado, me tomo del brazo -Qué triste que sea nuestro último día- entramos al lugar donde había pilas de cajas -Coloque cada cosa en su lugar según recuerdo- todo estaba igual pero era un poco más grande -Te hace recordar aquellos momentos fantásticos que pasaste- tense la mandíbula, me sento en una silla que había en el centro, me ato a ella -Cómo los viejos tiempos, si pudiera regresar al pasado iría exactamente en los meses que estabas como un pedazo de carne colgado, ver como la sangre te envolvía, tu bonito rostro lleno de moretones- trataba de no recordar pero se me estaba dificultando -Ese día donde te marque como mi propiedad, pasar el filo de la navaja por todo tu torso- su boca estaba muy cerca -Mis dedos rozando tu piel, ver como la sangre salía de tu piel al hacer mi obra de arte-

-Eres un imbécil- río

-Ódiame todo lo que quieras pero siempre me tendrás en tu piel- me beso la mejilla y se alejo

-Te equivocas no te odio ni por esa cicatriz que tengo en mi cuerpo te puedo odiar, lo único que me haces sentir es lastima, nunca vas a poder ser como Chávez, porque él era tu ejemplo a seguir se notaba cada vez que lo mirabas pero él nunca te vio como su sucesor, nunca estuviste en sus opciones- Chávez me lo había dicho

-Mira como te dejo niñito- no tenia fuerzas para poder hablar -Lo siento yo no di esa orden- sentí que me miraba pero no podía abrir los ojos ya que todo el cuerpo me dolía -Cuando el Tuerto lo capturaron y lo torturaron me sentí culpable era tan joven pero desde ese momento cambió radicalmente…ahora no le importa como obtener lo que quiere no tiene limites y hasta para ser jefe de esto los necesitas, aunque no lo creas necesitamos tener humanidad, por eso el Tuerto nunca me reemplazará mi gente sabe que no deben de asignarle el puesto si algo me pasa….se que lo quiere pero ese poder en sus manos seria muy peligroso- nunca hubiera imaginado que Chávez pensara así

-Todos sabían que tu no podrías llega al poder- sabía que estaba molesto

-No te creo ninguna palabra-

-Por eso me das lastima todo tu esfuerzo siempre fue en vano y aun así no lo crees, sigues ilusionado- algo no estaba bien, estaba furioso por lo que le dije pero no me hizo nada

-Veremos quien le tiene lastima al otro- lo que vino a mi mente no quería que fuera cierto

-Tu no me quieres a mi- todo cuadro en mi mente

-Valla que si eres inteligente
niñito- coloco en un perchero el reloj -Debemos de saber la hora- giro a verme

-Tu quieres a Méndez- asintió sonriendo, todo el tiempo que se fue estuvo planeando lo del niñero

-Tu solo fuiste la carnada, ese imbécil fue el que arruinó todo, si no fuera por él yo estuviera viviendo de lo mejor y no escondiéndome como una rata pero tuvo que meterse, aunque claro que las dos veces si era regalo especial para ti pero tienes mas vidas que un gato pero eso creo que acabara-

-Eres un pendejo-

-Lo que digas, así que tu te quedarás aquí esperando a tus amiguitos a que te encuentren mientras que yo me voy a encontrarme con el imbécil del novato, lo cite a las 6 y no quiero llegar tarde- mire el reloj y marcaban las 5:30 -No soy tan malo, dejaré que te sueltes mientras yo voy y mato a tu noviecito- sonrió -Fue un gusto volverte a ver niñito, nos vemos en el infierno- salió de la bodega por la parte trasera

Comencé a mover las muñecas para poder quitarme la soga pero eran demasiados nudos -Mierda- solo llevaba dos desatados, necesitaba llegar para ayudar al niñero no podía dejar que le hiciera daño, sentía que el tiempo pasaba demasiado rápido el reloj marcaba las 5:45, escuche pasos -Harol, Marce- llegaron corriendo, me comenzaron a quitar los nudos que faltaban, se miraban nerviosos

-Agente tenemos que salir de aquí- me tomaron de la mano -Este lugar va a explotar-

-¿Qué?-

-Ese tipo puso explosivos no tenemos tiempo de explicar, salgamos- corrimos a la entrada y exploto lo cual hizo que nos aventáramos

-¿Están bien?- Marín estaba ayudando a Marce a levantarse y los demás estaban llegando corriendo

-Es una trampa, el tuerto quiere a Méndez debemos de ir ayudarlo-

-Lo sabemos y él también, Harol nos lo dijo- los miré curioso -Te lo explicaremos luego, vamos que Méndez nos espera-

-Él está aquí-

-Si en la parte de enfrente, pero vamos que el tiempo se acaba-

-Hijo estas bien- me tomo de los brazos y miraba si estaba herido

-Si papá, pero vamos- asintió, nos subimos al auto y fuimos a la entrada, este lugar estaba grande, al llegar no estaba -¿Dónde está?-

-Le dije que esperara- el carro donde venia Sánchez, Romes  y Ochoa se colocaron a un lado

-Sargento lo mas seguro es que se fue al lugar-

-Vamos, no puede estar solo- ese estúpido me va a escuchar

-Papá debemos de llegar a tiempo- faltaban 10 minutos para el encuentro


Méndez

Actualidad

El Tuerto tenia una herida en la pierna y otra en el brazo, patee el arma y corrí hacia él -Mi amor- tenía proyecciones en el pecho pero no había sangre

-Ayud..- rápido le desabroche el chaleco ya que con el impacto estaba dificultándole respirar, dio una gran bocanada de aire -Ahora…no..me lo…quite- sonrió

-Eres una rata estúpida….me asustaste, no podía…- mi voz se corto

-Ey no podía dejar que tu solo te enfrentarás, estamos juntos- asentí, limpio mis lagrimas, lo atraje a mi -Auch-

-Te quedará un gran moretón- escuche a nuestros compañeros llegar, se llevaron al Tuerto y una paramédico llegó a nosotros, reviso su pecho

-Solo se hará un hematoma puede que sea grande ya que fueron tres impactos, solo untaras una crema y listo-

-De eso me encargo yo- la paramédico asintió y se fue -Te amo mucho-

-Yo también- me aferre a él en el abrazo, no saber nada por más de 24 horas me dio tanto miedo, no podía perder al amor de mi vida, sentía como acariciaba mi cabello, no quería soltarlo me aterraba que fuera un sueño -Estoy aquí cariño- comencé a llorar -Gracias por todo, te amo-


El Tuerto había sido enviado a una cárcel de máxima seguridad de otro estado donde ahora si no podía escapar de ella, había quedado en silla de ruedas porque la herida en la pierna que se hizo para entrar al hospital se le infecto lo cual causo que la perdiera, Chávez cuando se entero de su final pago para que lo cuidaran de los otros reos porque era un sujeto que ellos clasifican como inferior que debe de servir a los más fuertes.

El FBI le dieron un reconocimiento a Harol, Marce y la pandilla por rescate y colaboración en la búsqueda y rescate de un agente, también les dieron un apoyo económico.

El CIA mando a llamar a mi rata para darle la propuesta de estar en la agencia, su contrato tenia muchos beneficios que cualquiera aceptaría a la primera pero mi rata no acepto, les dijo que su lugar es en el FBI donde si saben proteger a los suyos.

Ahora vivo con mi rata y soy el más feliz
-Niñero- estábamos trabajando cada quien en su computadora

-Mande- le dije sin levantar la vista de la pantalla

-Quiero decirte algo-

-Te escucho-

-¿Quisieras mudarte conmigo?- en automático levante la vista enfocándola en él

-Lo dices enserio- asintió

-Prácticamente has estado aquí viviendo aquí, además si extrañaba tenerte por las noches y ver tus boxers de súper man- río

-Sabía que te excitaban mis súper boxer-

-Entonces agente Méndez, ¿Cuál es su respuesta?-

-Déjame pensar…claro que si rata, me encanta que seas lo primero y último que vea-

Ya han pasado cuatro meses desde ese día, y todo eso ha pasado entre algunas cosas más, estoy con la persona que más amo, tengo una relación más cercana con mi familia y ya lo conocieron, me encanta ser parte de las reuniones del equipo, convivo más con mis suegros, y lo más importante comenzamos un hogar juntos y esta vez era nuestro, éramos García y Méndez viviendo juntos; si me dijeran hace más de tres años que a mi vida volvería el amor de mi vida no le pudiera creer aunque en lo más profundo nunca hubiera perdido las esperanzas de tenerlo de nuevo; el destino es tan caprichoso que nos volvió a juntar y esta vez para siempre.

HelsinkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora