-Niñero ya tienes en la casa-
-Estoy seguro que no tengo de fresa- negó riendo, amo hacer la despensa
-¿Rata?, ¿Niñero?- giramos a esa voz que no podría olvidar
-Joseph- dijo mi rata, estaba cambiado, era pelinegro con barba, algunos tatuajes en el brazo izquierdo, pero era la misma mirada noble y cariñosa de aquel Joseph que conocí, ya no había miedo en él
-Mis agentes favoritos- se lanzo sobre él, no lo movió ni un centímetro seguía siendo grande, los dos se abrazaron fuerte, no se habían despedido, la última vez que se vieron fue en esa maldita bodega
-Para mi no hay abrazo-
-Ven acá- me dio un abrazo
-Gracias- susurro -Sin ti no hubiera estado con mi nena- me separe -Por ustedes tengo esta nueva oportunidad--Sin ti no hubiéramos salido con vida de ese lugar-
-Concuerdo con el niñero, fuiste pieza fundamental-
-Veo que siguen juntos, ya llevan sus años- si supiera que lo perdí por estúpido y todo lo que hemos pasado para volver a estar juntos y esta vez no lo vuelvo a soltar jamás
-Papi- miramos que venía una niña como de 9 años
-Ven acá princesa- la alzo
-Mami dijo que se miraban ricos, podíamos llevar esto- le mostró una bolsa de paletas
-Claro que si-
-Cariño- llego una mujer de la misma estatura que mi rata, aperlada, pelirroja con unos grandes ojos cafés y se notaba su embarazo -Te dijo- asintió y sus mejillas se ruborizaron -No son necesarias-
-Claro que lo son, se te antojaron- sonrió -Oh perdonen, ella es mi esposa Caro y mi nena Paula, ellos son mis amigos que te conté que me salvaron- nos miro con agradecimiento
-Mucho gusto-
-El placer es nuestro- le dimos un apretón de mano
-Teníamos tantas ganas de conocerte, tu papá nos ha contado maravillas de ti- su niña sonrió tímida
Intercambiamos números, quedamos en vernos en dos semanas en su casa, terminamos de hacer las compras, estábamos guardando las cosas en su camioneta
-Wow, desee tanto poder volver a verlo, no pude despedirme y sobre todo agradecerle- tome su mano entrelazando la con la mía -Se ve tan feliz, ahora tiene una familia que ama y lo aman, ya no tiene miedo-
-También lo note, el miedo se esfumó-
-Lo ayudaste-
-Si, mi abogado llevo su caso, le dieron protección de víctimas gracias a tu declaración, nueva identidad, nueva vida en otra ciudad, me extraño verlo aquí-
-Sabremos en dos semanas…..¿Estas bien?-
-Si, me trajo recuerdos cuando tuve que inyectarte, él siempre estuvo ahí apoyándome y dándome ánimos que volverías, tuve demasiado miedo de que fuera tarde-
-Niñero aquí estoy y no me iré a ninguna parte- me tomo del rostro con su mano libre acercándome a sus labios -Te lo prometo- junto los labios comenzando un beso -Vamos que tenemos pasar por las pizzas- cerró la cajuela, me dio un beso y entro a la camioneta, hoy veríamos películas con Mar, Nina, Jessy y Kale, ellas se han llevado muy bien
Ya teníamos todo preparado solo faltaba que llegarán, el departamento donde nos mudamos esta en el mismo edificio donde estaba mi rata, es más grande que el anterior, Jessy nos visitaba seguido así que teníamos que tener un cuarto para ella y Kale quien ya tiene un año y medio, el timbre sonó y fui abrir
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Helsinki
Ngẫu nhiên-Tienes que seguir con la misión- -Es de los nuestros, no puedo quedarme con los brazos cruzados viendo como lo matan- -Méndez debes seguir, estamos cerca- frustrado, impotente, enojado era poco como me sentía, pero juro que lo mantendré vivo hasta...