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-Aquí tienes- deje su cuerpo con cuidado en el suelo, tome una venda, era pequeña ya que tenía la más grande en el pecho aun por las costillas rotas, le coloque gasas y después la venda, necesitare más cosas para extraerle la bala

-¿Cuándo despertara?-

-No lo se-

-¿Cuándo hará reacción?-

-Dependerá del tiempo que se le administrado el antídoto- 

-¿Puede fallar?-

-Emilio son pruebas, estamos tras prueba y error, esta es la que su modificación es la mas segura pero no es cien por ciento confiable, es una prueba-

-Despertara verdad- asentí, eso espero, por favor rata lucha.
Con la ayuda de Joseph lo colocamos detrás de unas pilas de cajas donde nadie movía, esa bodega nadie iba, solo arrojaban cajas

-Mañana vendré, te quiero- le susurré,  tenía la esperanza de que me escuchará, al checar su pulso era demasiado débil casi nulo

Con cosas hice un tipo bulto que le diera un aspecto al cuerpo de mi rata, envolviendo lo con bolsas negras, Joseph  me ayudo a sacarlo, Chávez debe de creer que me deshice del cuerpo y sabia que vigilaría las cámaras, al salir del territorio de Chávez pude hablar con Joseph -Debe ser un secreto, nadie debe saber que esta vivo-

-Claro, el nuevo no me dio buena espina-

-No debemos confiar en nadie, solo tu y yo- asintió, ahora no sabia que podría ser capaz de hacer mi hermano, estaba muy molesto pero me importa un carajo él, ahora mi rata era lo importante, nadie me separara de él. Me llevé con cuidado el bulto al granero donde estaba mi carro, lo deje dentro, me fui directo a la casa

-Muchacho ahora has tardado-

-Fue un día largo- fui al baño para lavarme bien las manos, quitarme la sangre de mi rata, mientras lo hacía venía a mi todo de nuevo, me sentía agotado

-La cena está lista-

-Voy- al salir tenia la mesa lista con unas hamburguesas -El presupuesto ha alcanzado- río

-Con la miseria que nos dan ni siquiera la lechuga podríamos comprar, vi a mi esposo- alce las cejas -No hubo tanto tiempo para eso-

-Liz- rei

-Me dio algo de dinero y pude comprar las- Chávez me pagaba pero ese dinero no debemos de gastarlo ya que es evidencia, aunque de ese dinero he comprado cosas para curar y alimentar a mi rata

-Solo debiste comprar para ti-

-Como lo haría, te quiero muchacho, además me comí una nieva triple así que no te sientas mal- negué riendo, en verdad sabía a gloria la hamburguesa -Sabes, dice mi esposo que aún no encuentran al agente….no lo has visto- negué, no creo que sea tiempo de decirle

-Espero que este bien- le diría pero ahora no era el momento.

Al día siguiente fui de nuevo a mi casa, estuve esperando a que Nina saliera de la casa, pase directo a su laboratorio, busque lo necesario para poder extraerle la bala, era de suma importancia sacarla de su cuerpo ya que si no lo hacia tendría una infección, su cuerpo la capsularía y en un futuro sería doloroso para él

-Tira eso o te doy un tiro- la escuche y voltee a verla -Mierda me has sacado un susto-

-Me ibas a dispara con un rodillo- rei

-Que mierda haces aquí, es la segunda vez que vienes, y ahora me dirás…..¿porque tienes esas cosas?-

-Ammm, las necesito-

HelsinkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora