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Estuve gran parte de la tarde en un parque necesitaba aire, despejar la mente, tenía miedo de que fuera un caos mañana y solo de pensar que algo le pasara a mi rata me daba nauseas, lo quiero demasiado que no permitiría que algo le sucediera pero existía la posibilidad de que todo se fuera al carajo, que su equipo no logre descubrir la bodega, así que compré un lápiz, una hoja de papel y un sobre, escribí las coordenadas exactas, ahora sin pistas lo tenían que tener exactas el tiempo seguía corriendo.

La noche llegó y fui de nuevo al edificio solamente quedaba el guardia y algunas luces encendidas se miraban desde afuera -Buenas noches, se le ofrece algo- asentí

-Podría darle este sobre al Sargento Garcia por favor- se lo entregué

-De parte de quien-

-Solo déselo por favor- antes que me dijera algo me fui.

Tome el transporte para mi casa necesitaba armas para mañana
-Carajo Emilio abusas de mi amor-

-Vamos Nina-

-De acuerdo- se levantó e hizo la llamada, después de 15 minutos regresó -Si, mañana tienen un operativo de emergencia- por fin pude respirar todo estaba saliendo bien -Estas nervioso, cierto-

-Si, no quiero que algo le pase-

-Nada les pasará, todo saldrá bien- asentí, eso esperaba, me fui de inmediato ya que era tarde y no quería que Chávez sospechara y aun me faltaba decirle la verdad, al llegar a la pequeña casa que fue nuestra por varios meses la vi sentada

-Liz, necesito tu ayuda- seria directo

-¿En donde y a que hora muchacho?-

-En la bodega de Chávez, algo paso que la venta será antes y nos quiere ahí durante la noche para no tener cabos sueltos-

-Pero hay algo más- asentí

-El agente que estaba desaparecido Chávez lo tenia-

-¿Tenia?-

-Mi trabajo además de cocinar era cuidar de él, estuvimos muchos tiempo conviviendo….y me enamoré de él- me miro sorprendida -Chávez lo tenia encerrado y encadenado para que no huyera, quería que accediera ser parte de su gente porque es muy bueno, pero nunca accedió-

-Y te pidió matarlo- asentí

-Pero pedí ayuda con los jefes pero me rechazaron, quería una plan de rescate…en verdad quería sacarlo de ahí, golpeé al jefe cuando me dijo que me deshiciera de él, esa noche me metió a la cárcel por eso no vine, planee un plan, mande cartas con pistas a su equipo pero no hubo respuesta….Chávez me pidió darle fin…yo no podía….no podía quitarle la vida a alguien que quiero, robe una inyección-

-La de emergencia- asentí -Nina no se dio cuenta- negué

-Lo hice pasar por muerto pero no sabia cuando despertaría, regrese a mi casa porque tuve que herirlo para que Chávez no sospechara y necesitaba cosas para extraerle la bala, Nina me atrapó y le conté todo junto con Huerta me han ayudado-

-Muchacho, no estabas solo para cargar con todo, aquí estoy yo-

-Eras mi arma mas poderosa y tenia que decirte en el momento adecuado- aunque ahora pensando lo bien, me arriesgue mucho

-Me alegra muchacho…dime que haremos- le conté todo -Valla, será la primera vez que trabaje con el FBI, muy buena despedida tendré, de acuerdo me iré a esconder antes para ayudarles con la seguridad, les despejare el camino-

-Gracias-

-Ahora lárgate- sonrió -Espero tu llamada-

Guardé muy bien mi chaleco, mis armas y el celular debajo de mi ropa, al llegar a la bodega nos esperaba afuera
-Muy bien, se quedarán arriba, en cada habitación se quedarán dos personas- me sorprendió ver a Joseph, dijo con quien nos quedaríamos y me alegro que fuera con Joseph le he tomado un gran cariño, al salir de esta lo ayudaría a salir libre -No salgan de sus habitaciones- entramos y todo estaba muy limpio, había dos camas con sus buros, un baño y regadera

HelsinkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora