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-Valla tan rápido te han asignado- le había contado a Nina la noticia, ahora ella sabía de mis encubiertos, se que no diría nada, al llegar a casa había pedido alitas para cenar -¿Quién será tu compañero esta vez?- mordí un pedazo de zanahoria -Emilio- sonreí

-Lo conoces- me miró confundida

-¿Liz?- negué, ella al terminar el encubierto se jubiló como había dicho ahora estaba visitando todo México

-No se despidió de ti- abrió la boca asombrada

-Pero no puede ser, él es de operativos no de encubiertos- no dije nada -No me jodas, no jodas- sonrió, ellos dos se habían llevado muy bien, pero era de esperarse que cortó comunicación con todos los que me rodeaban -¿Cuándo lo verás?-

-Hoy lo vi- chilló de emoción


-¿Cómo estas?-

-Bien supongo- sentí todo en realidad

-¿Cuándo lo verás de nuevo?-

-La próxima semana-

-Mierda, no podré ir también para verlo..tengo una clase de actualización de búsqueda de huellas-

La semana paso demasiado rápido, a dos noches de irme visite a Pablo


-Valla, hasta que te veo-


-¿Puedo pasar?- asintió, se hizo a un lado para poder entrar -Lamento no haber venido- siempre cenábamos juntos los miércoles -Y no estar tan en contacto-


-¿Qué sucede?- me sirvió una copa de vino


-Me asignaron un encubierto- me miro sorprendido


-¿Has aceptado?- asentí -Me alegra por ti, te dije que podrías regresar- no pude decirle que era con él, solamente platicamos y le dije que no podríamos vernos en un tiempo, aun no sabia exactamente cuanto tiempo estaré en misión -Te irá estupendo- me acaricio la mejilla -Cuando regreses te cocinare algo- sonrió, se acerco tomando sus labios con los míos

Acomode las últimas cosas que me faltaban, por último los mire, sonreí en automático -Listo- los puse en la maleta, Pablo se había tomado el día libre para ir a dejarme al punto de reunión que era una estación de policías

-Si- subí la maleta al auto de él y manejo directo al sitio

-¿Estas nervioso?-

-Un poco- entrelazo su mano con la mía

-Los nervios de volver- el encubierto no era lo que me estaba poniendo nervioso era volverlo a ver -Te voy a extrañar, desde esa noche no nos hemos separado-

-Lo se-

Al despertarme me dio un dolor infernal en la cabeza, me levante y mire que estaba desnudo, gire para ver la cama, estaba un chico en ella -Mierda- tome mis boxer, fui al baño -Que hiciste Emilio- los recuerdos llegaron a mi memoria, había bebido, me acerque a él para bailar, seguí bebiendo, me trajo a casa, creí que era él


-Oye, me iré- se escucho desde la recamara, salí y estaba poniéndose los zapatos


-Amm-


-Pablo-


-Oh si, am Pablo ¿quieres ir a desayunar?-


-¿Enserió?-


-Por que no- sonrió, era lindo eso no lo podía negar


-De acuerdo-

-Debes de resistir- río, me dio un apretón de mano

-Llegamos- bajamos y me dio un abrazo, aferrándose a mi cuello -Hueles bien-

-Siempre lo hago- sentí su nariz en mi cuello, me dio un beso corto

-Cuídate, regresa completo-

-Tratare- reímos pero en automático callé, mi atención se desvió, mis ojos fueron directo a él, venía con una maleta, pantalones rasgados pero ajustados, una playera un poco grande, botines, lentes de sol

-Es él cierto- mire a Pablo que su vista también era hacia él

-Amm- me miro

-Es muy guapo veo porque te fijaste en él-

-Pablo-

-Emilio cuando nos conocimos esa noche lo mencionaste- no sabía que había dicho su nombre -Yo sabía que tu corazón no estaba del todo libre, soy terco y quise entrar-

-Lo lograste- tomó mi mano

-Pero solo como amigos- sonrió -Amigos que se conocen muy bien...pero nunca tuve la oportunidad de quedarme como algo más y lo sabía, sabia que aun tenia nombre y apellido tu corazón-

-Ya paso mucho tiempo-

-Tu corazón es terco- sonreí

HelsinkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora