Capítulo 1.

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Flashback.
- «¿Tenemos que ir a una preparatoria a enseñar basketball?
- Si, tú y Jean van a ir a enseñar a varios grupos de último grado
- ¿Por qué de último grado? ¿No crees que es innecesario?
- No, está bien, les ayudará mucho. Además apenas pasaron a su último grado, si les gusta, formarán equipos para competir con otras escuelas, hasta podrían tener una beca y entrarían a nuestra escuela
- ¿Solo por eso lo vamos a hacer?
- No haremos examen en dos materias en este semestre
- ¿En dónde está la escuela a la que vamos a enseñar basketball?
- No tienes remedio
- Por algo me dicen "Bar Man Calavera"
- Espero que no tengan problemas al enseñarle a adolescentes
- ¿Qué problema podríamos tener?
- No lo sé, conociéndote cualquier cosa ya nada podría sorprenderme
- Solo vamos a enseñar basketball a unos adolescentes que están todo el día pegado al celular, ¿Qué cosa podría pasar?»
Fin del Flashback

Fue lo que me pregunté hace seis años, cuando todavía era joven pero ¿Cómo es que termine de está manera? Siendo un actor de teatro con una gran popularidad debido a mi voz y a mi actuación. Viviendo en un pent House con un chico que conocí en un bar, que está en mi cama después de beber unos tragos y tener sexo. Bueno, así ha sido últimamente, conozco chicos y chicas y al menos la mayoría acaban teniendo sexo conmigo.
Pero no importa. Osea, lo único que hice fue conocer a dos chicos diferentes el mismo día que entre a esa escuela y luego salí con ellos, tuve sexo con ellos, no al mismo tiempo, pero igual lo hice y...¿Qué más? Ah, ya me acordé, uno de ellos se revolcó con su mejor amigo y el otro se veía a escondidas con su ex novio para revolcarse. No se quién de los tres tuvo la culpa, lo único que sé, es que no estoy con ninguno de ellos, no se nada de ellos. Desde que me gradué de la universidad, no he sabido nada de su vida y la verdad no me interesa. Tampoco es como que me hagan falta, claro que no. Recordar no es nada malo, igual esa etapa de mi vida está superada y aún así, no he tenido una pareja formal. Pero aprendí algo importante gracias a ese par de adolescentes traidores. No siempre te puedes quedar con el amor de tu vida.

Hagamos un repaso sobre todo lo que pasó.

Hace seis años...

Sonó mi alarma a las cinco y media de la mañana, no me quería levantar a sabiendas de que había personas de más en casa. Pero no me quedo otra, así que me di una ducha, me vestí con jeans azules claros, la playera del equipo  color rojo con blanco, y un suéter junto con mis tenis de siempre.

Tomé mis cosas con el casco de mi motocicleta, cerré la puerta de mi cuarto. Fui a la cocina con audífonos puestos para no escuchar las estupideces de esas personas.
En el comedor está el desayuno listo, mi padre está tomando café mientras revisaba unas cosas en su celular. Seguí caminando hasta el refrigerador en donde saque mi termo con agua. Por lo poco que escuché, mi padre me saludo también esas personas molestas, pero nos saludé
– Hola papá
– Hola Andrés, ¿No quieres desayunar? – Ese tipo que hablo, es uno de los amigos de mis padres. Lo odio porque su lindo princesito malcriado y presumido me quito a mi novio y para colmo lo publicó en redes sociales. Tuve que cambiarme de escuela debido a tres peleas que tuve en preparatoria – Hoy hicimos tu desayuno preferido, ensalada de frutas con yogurt natural – 'Ese es el desayuno de tu ridículo hijo' Pensé mientras metía mi termo en la mochila
– Luis, es es el desayuno de Javier, no de Andrés – Menciono mi padre
– Creí que si lo era
– El desayuno favorito de Andrés son los omellets
– Bueno la próxima vez, lo haré
– Pero hay pan tostado, puede hacerse uno – Ese otro tipo que hablo, es otro amigo de mis padres, también lo odio. Porque su estúpido hijo que es también un imbécil sin un gramo de cerebro me quitó a mi novia, otro cambio de escuela debido a peleas entre mis compañeros, de nuevo en preparatoria
– Vaya, parece que a alguien le cortaron la lengua – Su hijo estúpido llamado Roger que no tiene otra cosa que hacer
– Por eso ya no tiene parejas, el pobre hombre – Su princesita malcriada
– Oigan, no sean groseros con Andrés. Hijo, ¿No vas a comer algo? – Me pregunto papá justo cuando estaba abriendo la puerta para salir
– El día que estás estúpidas zorras se vayan de la casa, ese día voy a comer algo – Exclamé mientras azotaba la puerta y caminaba al elevador

Algo bueno es que ninguno de ellos van en la escuela en la que yo voy. Mi padre me alcanzó en el elevador
– Te he dicho muchas veces que no les digas así
– No tienen porque estar viviendo en la casa
– No te da derecho a insultarlos de esa manera – Llegó el elevador, entramos y seguimos discutiendo
– Ellos tampoco tenían derecho a quitarme mis parejas
– Andrés, ya hablamos de esto
– ¿Hasta cuándo van a estar viviendo en la casa?
– No lo sé, solo será algo temporal
– ¿Puedo quedarme con Nataly hasta que se larguen?
– Su casa está lejos de la escuela, te va a llevar mucho tiempo para llegar
– Voy en motocicleta, no hay problema
– Hijo, no hace falta que hagas eso
– Si ellos van a seguir viviendo en la casa, yo quiero irme a otra parte
– Andrés
– No voy a cambiar de opinión, papá

Llegó el elevador al estacionamiento, me subí a mi motocicleta y me fui a la escuela.

Ellos han empezado a vivir en la casa de mi padre hace dos meses. Por suerte, tenía mi propio cuarto que está cerrado con llave y candado para que no entren. Odio vivir con ellos.

Al llegar a la escuela, estacione mi motocicleta, saludé a mis amigos y compañeros. Y así comenzó mi día. Escuela, receso, escuela, práctica de deportes.

A la hora de la práctica, me puse el shorts del uniforme y jugamos basketball, hasta que Jonhy nos dio la noticia trágica de mi vida. Ir a una escuela a enseñar basketball.

Bueno, no tengo nada que perder.

Llegamos a la escuela, el guardia nos dejó estacionar nuestras motocicletas, subimos a la dirección, nos presentamos al director y a la maestra de deportes. Nos dio el horario disponible para los grupos. Luego nos dijo que nos teníamos a presentar. Bueno, hasta eso no era tan malo.

Hasta que entre al salón 6-BR, fue cuando lo vi, vi a un chico joven, de unos 18 años o tal vez menos, con lentes, cabello negro, peinado tipo nerd, con uniforme azul marino. Ese chico llamado Christopher es el jefe de grupo, el cual le di mi número para darle noticias sobre el basketball que empezaban pasado mañana. Pero a partir de ahí, todo cambio. Yo creyendo que no pasaría nada, pero fue mi peor error.

Ese chico, me miraba con ojos de bobo enamorado, además estaba hablando muy nervioso delante de mi, creo que le gusto a este niño.

Continuará...

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