Un Trato Por Conveniencia.

Capítulo 17.

Presenté Actual.

– ¿Tuviste sexo con él?
– Si
– ¿Justo después de romperle el corazón?
– No era algo que tenía planeado hacer
– ¿No?
– ¿Y luego que hiciste?
– ¿Tu alguna vez tuviste sexo sin compromiso, pero al final te enamoraste?
– ¿Eso pasó contigo?
– Y de la peor forma
– ¿Te dolió?
– ...
– Andrés
– ....

La noche anterior...

El sol había salido desde hace unas horas, desperté al rededor del medio día. Algo bueno era que es fin de semana, así pude descansar tranquilamente. Me estire en la cama de la habitación de mi trabajo, encontrando un cuerpo dormido profundamente. Omar dormía abrazado a la almohada. Su cuerpo desnudo estaba tapando por una sábana blanca, desde el pecho hasta abajo. No recuerdo a qué hora fue que acabamos dormidos. Pero el sexo fue increíble. Debo admitir.

Un rato después, Omar se despertó, estiró su cuerpo. Abrió los ojos y al mirarme a los ojos, me sonrió de una manera muy dulce.
– Buenos días – Hablo con una voz ronca, creo que lo hice gritar mucho 
– Buenos días, ¿Te sientes bien?
– Mejor que nunca, fue la mejor noche de mi vida
– Ah, ¿Si?
– Si, quiero repetirla
– Cuando quieras
– ¿Aquí podemos tener sexo?
– No, este cuarto es solo para empleados que se quedan tarde y no pueden regresar a su casa
– ¿Y no hay más?
– Si, pero no puedo usarlo para tener sexo
– ¿En un hotel?
– ¿Tienes dinero para pagar la habitación?
– No, no gano tanto dinero
– Bueno, entonces tendremos que buscar otro lugar para tener sexo
– Te diría en mi casa, pero vivo con mi hermano
– En la mía, está mi papá. Así que no se puede
– Buscaremos opciones para tener sexo cuando se nos de la gana
– Muy bien, no acepto en tu escuela
– ¿Por qué no?
– Te dobló la edad, van a pensar que te estoy violando
– No lo creo
– Bueno, eso dices tú
– Debo irme
– Te dejo en tu casa
– Gracias
– Te espero abajo, no tardes mucho
– Claro que no
Sonreímos y después nos dimos un beso largo. Luego me levanté de la cama, recogí mi ropa y me la puse de vuelta.
Baje al salón, no había nadie, así que podía salir fácilmente.
– Andrés – Escuché la voz de mi jefe, demandante y autoritario. Yo voltee a verlo lentamente. Estaba sentado en la mesa del centro del bar, con una bebida en la mesa
– ¿Si, dígame? – Hablo un poco nervioso
– ¿Puedes venir un momento?
– Claro
Me acerque a su mesa. Estaba relativamente molesto
– ¿Pasa algo?
– ¿Tuviste sexo anoche? – Okey, esa pregunta no la esperaba, me tarde en contestar.
– No... – Mi tono de voz sonó a una mentira
– André, somos adultos. Se honesto conmigo, no se porque me mientes
– Si, si tuve sexo – Alzó sus cejas y sus ojos se hicieron más pequeños – En el cuarto del bar
– ¿Si sabes que tener sexo aquí en los cuartos, no se puede, verdad?
– Me deje llevar
– Lo noté, pero que no vuelva a pasar
– Está bien
– Y lava las sábanas
– Por supuesto
– Bien, ya es todo. Ya se pueden ir
Se levantó de su asiento, tomando su bebida, para luego dirigir mi vista a la puerta, ya estaba Omar esperándome.

Nos fuimos en mi motocicleta y lo lleve a su casa. Cuando llegue, me pregunte. ¿Este niño en serio vive aquí? Literalmente, un cobertizo en el que solo vive él y su hermano. La casa a unos metros de ellos esta bonita y bien cuidada. Pero, yo no entiendo porque vive aquí si a lado está su casa. Es un cobertizo en donde hay una cocina, comedor, sala, dos camas, dos armarios. Es muy pequeño.
– ¿Puedo preguntarte algo? – Le hice una pregunta, sonando ocasional
– ¿Qué pasa?
– ¿Por qué vives en un cobertizo y no en tu casa?
– Porque mis papás ya no querían que estuviéramos en casa sin hacer nada. Mi hermano y yo armamos esto – Se dio una vuelta estirando sus brazos, mostrando el lugar – Es pequeño, pero aquí hacemos muchas cosas para que quede bien
– Okey – "¿Osea que estan jugando a la casita?" Pensé – Ahora entiendo porque no querías que tuviéramos sexo aquí – Comenté para aligerar el ambiente
– Si podemos, pero es muy arriesgado, no se a que hora vendrá mi hermano, por lo que es casi imposible
– Bueno, pero eso no es impedimento para que venga y te visite, ¿Cierto?
– No, claro que no – Me acerque a abrazarlo por detrás, bese su cuello, sus piernas estaban temblando – Oye, ¿Qué haces?
– Nada – Fingí inocencia mientras lo manoseaba – Me gusta la adrenalina, ¿A ti no?
– No podemos...ah – Un gemido salió de su boca al apretar sus botones de gomita – Andrés – Jadeo mi nombre
– Será rápido – Le di la vuelta, lo cargue de la cintura, sus piernas se rodearon a mi cadera y lo senté en la mesa – Al menos déjame besarte

Lo bese muy rudo, mordiendo su lengua y sus labios en ocasiones, sus manos se metieron debajo de la ropa, acariciando mi espalda. Me quitó la playera y yo le quite sus pantalones, pero esta vez lo lleve a su cama, se rió al momento en que lo aventé y le quite su ropa interior. Su risa se convierto en jadeo cuando le metí mis dedos. Debía prepararlo bien, aunque ya habíamos tenido mucha acción ayer. Una vez hecho eso, me puse un condón y se lo metí, su espalda se arqueó pero sus gemidos y jadeos eran de puro placer cuando comencé a mover mis caderas.

Cuando llegamos al orgasmos, lo bese al mismo tiempo que salí de su interior para luego acostarme a su lado mientras lo tapaba con su sábana.
– Eso fue increíble – Menciono de pronto Omar, tratando de regular su respiración
– Te lo dije, es adrenalina
– Debemos repetirlo
– Antes. ¿Qué es lo que quieres?
– Sexo sin compromiso
– ¿Estás seguro?
– Si, aún no estoy listo para una nueva relación, solo quiero sexo
– Está bien, gracias por aclararlo
– ¿Tendremos sexo cuando quiera?
– Cuando tu quieras
– Eso me gusta

Nos volvimos a besar, está vez por más tiempo.

Presenté actual.

– Andrés
– Dime
– ¿Por qué razón fue que se acabó lo que tenías con Omar?
– No lo sé, se supone que era sexo sin compromiso. No lo comprendo
– ¿Quién de los dos se enamoró primero?
– ¿Qué?
– Omar o tú. ¿Cuál de los dos se enamoró primero?
– ...

Continuará...

Una disculpa por tardar tanto en publicar el capítulo, pero estuve ocupado con la escuela y el trabajo. Trataré de no tardar tanto en publicar los siguientes capítulos. Gracias y espero que les este gustando la historia.
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