Capítulo 29.

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Es hora de terminar con esta relación

Vengo diciendo eso desde hace muchos días. Cuando trato de decirle a Omar la verdad, no puedo. Me quedo callado. Antes, no me costaba tanto trabajo romper con mis ex parejas. Y ahora con él, si. Con Christopher no me costó mucho. Bueno, con él es otra historia.

Algo que me podría alegrar mí día es que muy pronto se acerca mí cumpleaños. Planeo una gran fiesta en la casa. Aunque mí papá dudo que me deje, así que se lo voy a pedir a mí mamá que me preste su casa. Mis padres se habían divorciado. Sigo en contacto con mí mamá a pesar de que casi no la veo. Así que no creo que me diga que no y menos en mí cumpleaños.

Así que después de la escuela, fui a su gran mansión. Dos pisos, piscina, casa del árbol, jardín con fuente con una gran variedad de flores silvestres. Además de que cuenta con estacionamiento para visitas. Entre otras cosas más, su casa es de color blanco con lila.

Tocó el timbre de la reja. Me dio acceso y entre a su casa por la entrada principal. Llena de flores de todo tipo, rosas, tulipanes, girasoles etcétera.

Al llegar a la casa, me abrió la puerta su ama de llaves, Nancy. Una señora de 40 años vestida elegante con camisa color café con cuadros grises, pantalón negro y zapatos negros. Me menciono que mi mamá estaba en el jardín trasero, así que fui mientras le daba mi casco y mi chaqueta.

Su casa daba un aspecto de elegancia y de alta clase por los colores claros, las paredes con cuadros de pinturas y fotografías de mi mamá de todos los logros que ha tenido, por supuesto que hay varias fotografías mías. Ninguna con mi papá, salvo el día de su boda, pero esa es un pequeño cuadro que se coloca en un mueble a lado de un jarrón de flores junto a una charola color gris que es para poner el correo.

Llegué a su jardín que también está lleno de flores con una fuente en medio de este del lado izquierdo. Del lado derecho está la piscina junto con unas sillas de playa con sombrilla y unas pequeñas mesas para poner bebidas o botanas. Ahí adentro de la piscina está mi mamá. Jugando con sus hijos, razón por la que hay una casa del árbol. Al verme salio de la piscina. Se puso una toalla de cuerpo completo y fue directo a abrazarme, yo igual la abrace, y fuerte. Tenía mucho de no ver a mi mamá, la extrañaba mucho.

– ¿Cómo estás? Hijo
– Bien, mamá, gracias. ¿Y tú?
– Bien, gracias. Me alegra mucho que estés aquí. Seguro tienes mucho que contarme. Ven, siéntate - Me invito a sentarme en una de las mesas con paraguas. En la mesa había bocadillos. Quería comerlos todos, eran cacahuates, pequeños sandwiches, nachos.

– ¿Quieres algo de comer? Hice pasta con jamón y piña, con hamburguesas de pollo – Se dio cuenta que tengo hambre. Así siempre ha sido
– Mi platillo favorito
– Luna, ¿Me podrías traer un platon de la comida de hoy? Por favor, gracias – Le grito a una señora grande, más o menos le calculo unos 30 años en adelante con uniforme blanco y negro.
– ¿Nueva sirvienta?
– Si, la anterior está de vacaciones
– Así que, cuéntame. ¿Qué te trae por aquí? ¿Paso algo?
– Quisiera hacer una fiesta por mí cumpleaños aquí en tu mansión.
– ¿Por qué no la haces en el departamento de tu padre?
– Están esos tarados y no quiero hacerla ahí
– ¿Aún no te llevas bien con ello?
– No y dudo que eso pase. Créeme
– Está bien, haz la fiesta
– ¿En serio?
– Si. Con una condición
– ¿Cuál?
– Trae a tu actual pareja
– ¿Qué?
– Se que estás saliendo con alguien y lo quiero conocer antes de que hagas la fiesta
– No estoy saliendo con nadie
– ¿Estas seguro?
– Totalmente, ¿Por qué? ¿Quieres presentarme a alguien?
– No soy así, André y lo sabes
– Si, estoy jugando
– Pero ya deberías salir con alguien
– Ah, ¿Si? ¿Y con quién?
– Con alguien que no te cause tantos problemas. Se trata de que te los resuelva, no que te los junte
– ¿Y cómo hago eso? La mayoría de mis ex parejas, me han dado problemas
– ¿No has conocido a alguien que no te los cause?
– No – Espera, hay uno. Pero él está lejos. Erick
– ¿Y bien?
– Hay uno, pero él ya no está
– ¿Se mudó a otra parte?
– Así es. Fue el único que no me dio problemas
– Deberías estar con él entonces
– Claro, algún día. Ya me tengo que ir
– Está bien. Avísame cuando haras la fiesta para no estar en la casa y planear un viaje para mis hijos
– De acuerdo. Yo te aviso
– Gracias
Nos levantamos y me acompaño a la salida de su casa. Antes de irme, le pregunté
– Mamá
– Dime, hijo
– Es un poco absurdo que te pregunté esto, pero necesito saber una cosa
– ¿Cuál?
– ¿Alguna vez amaste a mi papá? – Se quedó un momento callada, viendo a los ojos
– ¿Por qué lo quieres saber? ¿Tienes problemas con tu pareja?
– Algo así – Tomó un poco de aire y luego de un suspiro
– Si, alguna vez si lo ame. Pero luego de un momento a otro deje de tener ese sentimiento
– ¿Cómo pasó?
– Ya no teníamos la misma química que cuando nos conocimos. De esas en la que te sientes como en un sueño adolescente. Dejamos de tener amor entre nosotros, desde mucho antes de que nacieras
– ¿En serio?
– Si, de hecho no quería que supiera que estaba embarazada. Pero no tenías la culpa de nuestros problemas. Así que le dije y a pesar de que no estuvo muy contento con la noticia, hizo todo lo posible por que fueras feliz. Aunque fuera en tu niñez
– Jamás me di cuenta de que ustedes ya no se querían. Al menos no cuando era niño
– Tratábamos de que fueras feliz, a pesar de que tú padre y yo ya no nos queríamos. No merecías que te tratáramos como la culpa de tener que estar juntos. No era correcto
– ¿Y cómo le dijiste a mi papá que yo no lo querías?
– Fui sincera con él. No fue fácil, ya que tú padre si me quería, pero a pesar de que trataba de que todo  volviera a ser cómo antes. Ya no se podía. Fuimos sinceros ambos. Pusimos las cartas sobre la mesa, ya no teníamos como arreglar la relación
– ¿Solo fue eso? ¿Sinceridad?
– ¿De qué otra manera? ¿Enseñándolo con otro hombre? ¿Tener un amante? ¿Y que me descubra a propósito? No, André. De eso no se trata. No puedes engañar a tu pareja para que termines con ella, porque no le puedes decir la verdad. Es demasiado doloroso
– La verdad también duele
– Pero siempre preferiría la verdad que un engaño con alguien más
– Ah, ¿Si?
– Si, no importa quien sea. La mayoría de las personas prefieren que les digan la verdad. Por más cruel y dolorosa que sea.
– ¿Por qué?
– Generas un temor horrible si los engañas. La depresión y la ansiedad no dejan tranquilas a las personas. Pensarán que no son suficientes, cuando en realidad si lo son. Solo que no encontraron a la pareja adecuada que se los demostrará
– Tienes razón
– Andrés, cualquier cosa que decidas, recuerda que ese sentimiento que alguna vez tuviste por esa persona. Puede que se vaya de tu mente, pero no de tu corazón. Lo tendrás presente aunque no quieras y desearás miles de veces que ese sentimiento se vaya. Pero no lo hará, se quedará ahí si fue muy importante para ti
– ¿Y si no lo fue?
– Lo vas a recordar, de una u otra manera lo harás.
– ¿Tu olvidaste que alguna vez quisiste a mi papá?
– No, pero vivo con ello y lo recuerdo como un pequeño tesoro, porque con él fui feliz y él me dio el mejor regalo que pude haber recibido
– ¿Cuál?
– A ti, Andrés. Eres mi hijo y te amo
– Y yo a ti mamá

Nos abrazamos muy fuerte, no quería irme. Había pasado mucho tiempo que no tuve ese cariño de mi mamá. Pero al final me despedí y me fui a casa. Bueno, primero me detuve a comer algo a un pequeño restaurante.

Al llegar me senté con vista a la ventana. Viendo el panorama de la ciudad, más que nada veía a las parejas, tomadas de la mano, dandose un abrazo o besándose. Se veían felices...yo quiero eso. Pero teniendo en cuenta que mis parejas son unos niños, eso es imposible. Ellos solo quieren tener a alguien con quién tener sexo y no una relación. ¿Por qué nunca me di cuenta de ello?

Ninguno de los dos quería una relación conmigo. Solo...tener sexo. Al final me había enamorado de ambos y ninguno de los dos me quiere. Omar dice que si, pero no le creo y Christopher...de él todavía lo creo, pero me engaño con su amiguito. Así que lo dudo.

Tarde me di cuenta de que ambos no me quieren. Eso me pasa por enamorarme de niños que no saben lo que quieren hacer con su vida. Ni siquiera tienen idea de que estudiar cuando acaben la preparatoria. Ahora que lo pienso...¿Realmente tenían ambos dieciocho años? Otra mentira de ellos, tal vez si, tal vez no. Igual ambos...ambos son unos traidores

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– ¿Fue ahí cuando te diste cuenta de que ellos no eran para ti?
– Así es. ¿Fue demasiado tarde?
– Hay personas que tardan más en darse cuenta de que esa persona no es para ellos. No le tomes tanta importancia si te tomo tanto tiempo
– Bueno. Siempre se lo voy a agradecer a mi mamá. Gracias a ella me di cuenta de muchas cosas
– Para eso están

Tenía razón mi mamá. Ese sentimiento jamás se fue de mi corazón, he vivido con ello y aún así me sigue doliendo.

Si en ese tiempo, me había dado cuenta de que no eran para mí...¿Por qué aún me sigue doliendo?

Continuará....

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