Capítulo 20.

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Poner celoso a Omar, es algo tan divertido, me recordaba a estar en un bosque en llamas. Jugando con fuego mientras corres a toda velocidad por escapar.

Desde el primer día que mostró sus celos, fue que comencé a divertirme. No está conmigo en la escuela, es obvio, pero tiene redes sociales y al ver mis fotos con chicas o con algún chico, él no me habla, se hace el fuerte para resistirse ante mi, pero yo sé que no puede evitar pensar en manosearme.

Al principio era divertido, ponerlo celoso, tener sexo enojado por esa rabia de saber que yo estoy con alguien más y no él. Todo eso no importaba, no éramos nada o eso creí hasta que un día, me hizo un drama como un niño, pero no sé diecinueve, uno de cinco años.
– ¿Por qué siempre te estás tomando fotos con tus amigos?
– Porque son mis amigos, no tiene nada de malo con eso
– Lo tiene, te ves como si estuvieras soltero
– ¿Cómo sabes que me veo soltero? No me conoces
– Claro que sí, te conozco hasta más de lo que debo
– Omar, tu jamás me preguntas sobre mis cosas, nada de la escuela, mi trabajo, nada. Lo único que sabes de mi, es como me gusta el sexo y ya
– ¿Y si quiero conocerte?
– ¿Y por qué querrías eso? Tu y yo tenemos la relación de sexo sin compromiso y punto final. No entiendo cual es la razón del porque te portas como un niño y como si fueras mi pareja, cuando en realidad no lo eres. Así que basta, ¿Quieres?

Lo que me parecía divertido, era molesto. Me hacía dramas muy seguido, yo no le hacía caso, lo ignoraba todo el tiempo. Debido a eso, no me hablaba por días, una vez no me habló por un mes. Pero cuando me vio con uniforme de basketball se le quitó el drama y cogimos estando molestos. Luego de esa noche, se disculpo y no volvió hacer rabietas. O eso creí porque cuando vio que me tomé una foto con un cliente en el bar y esa foto, por alguna razón, la vio. Así que ahora está enojado y estamos en mi casa, en mi habitación y solos. Por al menos unos veinte minutos, no me dirigió la palabra. Pero, cuando me estaba desvistiendo porque tenía el uniforme del basketball, no me quitaba la mirada de encima. Seguía cada uno de mis movimientos con una mirada tan pesada y tan lujuriosa que podría jugar que sentí como tragaba saliva con dureza cuando me encontré en ropa interior. Hasta que por fin hablo
– ¿Estás...haciendo esto a...a propósito? – Fue lo que pregunto con una voz nerviosa
– No tendría porqué, solo me estoy cambiando, es mi habitación y además ya me has visto sin ropa. No es algo que debas avergonzarte – Le explique mientras me ponía un conjunto deportivo color azul claro
– No estoy avergonzado, es solo que...tu tienes un buen cuerpo
– Lo sé, es algo que encanta a cualquiera que me ve sin ropa – Algo no me deja tranquilo, espero que no sea lo que creo que es
– ¿A todos los chicos de tu escuela, tu le enseñas lo que tienes?
– No soy prostituto
– Yo no quise decir eso
– Omar – Voltee a verlo – Tu y yo solo tenemos una relación de sexo sin compromiso. No sé porque estas celoso de las cosas que yo hago en la escuela. Te recuerdo que soy jugador de basketball, estoy en el club de baile, de vez en cuando tengo natación y voy al gimnasio. No soy un prostituto que se anda revolcando con el primer idiota que se me cruce en frente y tampoco me ando quitando la ropa por dónde sea para que todo el mundo me vea medio desnudo. Así que deja de hacer un drama por algo tan absurdo. ¿Okey?
– Pero...
– ¿O qué? ¿Acaso tienes una buena razón por la que me haces tanto drama?

Se quedó callado un rato, no supo que decir. Creí que me seguiría el juego, si lo hacía, significaba que todo seguía igual, tal y como está. Si no era así, entonces él siente algo por mi. Un sentimiento que se supone no debería de estar. En al menos estos tres meses que llevamos en esta relación de sexo sin compromiso, yo no he sentido nada, pero Omar me preocupa. ¿Y si se enamoró de mi?

– Tengo una razón
– Dila
– Creo que me enamoré de ti

Ahora soy yo el que se quedó callado ante esa pequeña confesión, ¿Qué se supone que debo de decir? ¿"Ya lo suponía"? O ¿"Debería sorprenderme"? O...
– ¿Estás seguro de que estás enamorado de mi?
– Totalmente
– Besame
Se levantó de la cama, fue hasta mi, se puso en frente y me iba a besar como siempre me besa cuando quiere sexo. Sus manos en mis brazos, y sus labios en línea recta para luego meterme la lengua en mi boca.
– No cuando quieres sexo. Besame como si yo fuera tu novio
– Okey
Rodeo sus brazos en mi cuello, me sonrió un poco tímido. Y luego me beso, no un beso normal, un beso de amor.
– ¿Entonces, somos novios?
– Así es
– Genial
Me sonrió alegremente y volvió a besarme.

Presente actual...

– Aceptaste ser su novio
– Si, lo acepte y fue mi peor error
– Andrés, ¿No pensabas con claridad cuando le dijiste que querías ser su novio?
– Pensé que era algo pasajero
– ¿De una relación de sexo sin compromiso a ser novios, no pensaste que eso tendría alguna sospecha?
– No, realmente pensé que era algo pasajero, algo que solo iba a durar un día, porque nosotros siempre fue sexo
– ¿Y qué cambios hubo en ello?
– Que éramos una relación tóxica
– ¿Banderas rojas?
– Así es. Éramos tóxicos el uno con el otro. Yo permitía algunas cosas y Omar también
– Tu nunca fuiste tóxico, ¿O si?
– En el pasado si. Fue en la etapa difícil de mi vida, cuando mis padres se estaban divorciando y estaba la familia de mi padre viviendo en la casa.
– ¿Qué tanto era su relación tóxica?
– Jamás llegamos a golpes. Tenía tantas ganas de hacerlo en más de una ocasión, pero nunca pude
– ¿Y él si?
– No, pero era muy grosero conmigo, me decía demasiadas groserías y me hacía dramas muy seguido.
– ¿Por qué permitas eso?
– Me enamoré de él
– Eso no significa que le permitas tanto daño hacia ti mismo
– ¿Qué querías que hiciera?
– Terminar con él antes de que te lastimara
– Nunca pude
– ¿Qué te detuvo?
– No lo sé

Continuará...

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