Capítulo 6.

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Unas semanas, van apenas de relación con Christopher. Ha sido muy lindo. En las prácticas de basketball, él va a verme, mirándome con cara de adolescente enamorado. Antes de que lo lleve a su casa, estamos afuera de la escuela, él está recargado en mi motocicleta, rodeando mi cuello con sus brazos y yo lo estoy abrazando en su cintura, mientras nos besamos o platicamos de nuestro día. Nada fuera de lo común, como una pareja normal de adolescentes.

O bueno, eso creí hasta que una noche en el bar, de nuevo apareció Omar, está vez fue un poco camuflajeado. Solo con cubre bocas negro y una gorra. Se sentó en la barra y me habló como normalmente lo hace
– Hola
– ¿Qué desea tomar hoy?
– Vengo hablar contigo, no vengo a beber
– ¿Sobre qué?
– Vi que estás saliendo con alguien de mi escuela
– Ajá, ¿Y?
– Creí que te gustaba
– Creo que estás malinterpretando las cosas
– ¿En qué? – Recargue mis manos en la barra, inclinando mi cuerpo hacia el frente, hasta quedar frente a él
– Yo estaba soltero, fácilmente tú y yo pudimos haber tenido sexo sin compromiso esa noche. Pero tu novio te llamo, luego a los pocos días, vino al bar y me amenazo con ya no verte. Después yo me conseguí novio, y me aleje de ti. Pero tú, estás celoso de que yo esté saliendo con alguien más y que tú no pudiste tener sexo conmigo esa noche. Ahora, ya que estás aquí, quieres que tú novio me haga algo, solo porque tú malinterpretas las cosas. Entonces, ¿De quién fue la culpa? – Iba a hablar, pero fue interrumpido por su celular, lo saco y ambos vimos la pantalla de quién lo llamo "Aarón". Así que...¿Así se llama tu novio?
– Hablando del rey de Roma – Me burle de él, dándome la vuelta para preparar tragos para dos clientes que llegaron a la barra, una pareja de chicas
– ¿Qué desean tomar?
– Dos margaritas, por favor - Respondió una de ellas.
Una chica de cabello lacio, color café, piel blanca, poco maquillaje, delineador en los ojos en los párpados, brillo labial color rosa pastel. Una chica muy linda. Su compañera es igual de bonita que ella. Solo que ella es de cabello rizado y de color negro, piel blanca, sin maquillaje. Ambas venían de vestido, una de color rosa y la otra color azul
– En seguida – Les sonreí y luego prepare sus bebidas.
Mientras eso hacia, cierta personita, estaba discutiendo con su lindo novio.
Les entregué a las chicas sus bebidas y en ese mismo momento, Omar había terminado de llamar. Lo mire un poco, él igual lo hizo.
– ¿Te irás?
– Cuando termines con tu linda pareja, me llamas – Su voz sonó muy molesta, justo cuando se levantó lo llame
– Omar – Se detuvo de golpe y yo camine un poco para estar frente a él – Si realmente quieres estar conmigo, te aconsejo que está no es la forma en como lo vas a conseguir – Volteó a verme – Yo no soy ese tipo de persona que tú crees que soy. No te confundas y piensa mejor las cosas, antes de que algo salga mal. – Cuidando de que no me viera nadie, me acerque a su oído y lo amenace con una voz grave y profunda – Y ni te atrevas a tratar de terminar mi relación, porque tú no tienes ni la más mínima idea, de lo cruel que puedo ser si te metes con mi pareja – Me aleje lentamente para ver sus ojos, templo ligeramente con mi mirada pesada – ¿Entendiste? – Trago en seco, su manzana de Adán hizo un movimiento muy notorio
– Me ha quedado claro – Su voz por poco sale temblorosa
– Muy bien

Por fin se fue y pude suspirar pesadamente. Espero que este niño no me traiga más problemas.

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Un mes después, llegó el día de jugar contra un equipo de basketball. Invite a Christopher al juego, su hermana también vino, o bueno, lo acompaño.

Estando en los vestidores, los chicos y yo planeamos varias estrategias para ganar al equipo contrario, mientras nos poníamos el uniforme. Salimos a la cancha y las gradas estaban llenas, carteles de nuestro equipo, banderas, las chicas gritando nuestros nombres y el nombre de nuestro equipo.

Nos colocamos en nuestras posiciones de juego, el equipo contrario, es uno con los que tenemos rivalidad, pero algo bueno es que nosotros si sabemos perder. Algo que esté equipo y por supuesto los de fútbol americano no saben. Por eso es que les ganamos en todo tal vez esa es la razón por la que nos odian.

Deje de pensar en eso, mejor me concentre en el partido. Primera ronda, 14 - 30. Ganamos nosotros, la segunda 40 - 40. Empate. Tomamos un descanso y planeamos una estrategia para ganar. Así que volvimos a la cancha, directo a ganar.

Diez minutos faltaban para acabar el partido, de nuevo estábamos en empate. Hasta que decidimos planear una última estrategia, una que no se la saben. Cada uno de nosotros estábamos en nuestras posiciones, el balón paso a Jonhy y luego a Jean y de nuevo a Jonhy, para luego pasar a mi, de ahí a Oscar, pasar el balón a cada uno, hasta que uno de los contrincantes, se canso y de la nada, empezamos a correr con el balón y luego anotamos dos canastas que nos sirvieron para ganar en el último minuto.

Nuestros fanáticos gritaron de celebración, nos aplaudieron y gritaron. Como siempre ha pasado cuando ganamos un partido. Después las parejas de los chicos los abrazaron y los besaron, creí que Christopher no lo haría porque estaba su hermana, pero en cuento volteó, Christopher me abrazo y luego me beso.

Fue una gran noche para mí, y hubiera sido todavía más genial si hubiéramos tenido sexo.

Pero su hermana lo llevo a su casa y yo me fui a la mía. Cansado y enojado. Lo peor es que el fin de semana tengo que ir a su casa a conocer a sus padres. Cosa que no soy bueno en ello, porque siempre me terminan odiando los padres. Pero lo haré por Christopher, ojalá que esto no acabe mal.

Continuará...

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