Todas las miradas estuvieron sobre ellos cuando llegaron a la boda de Oliver y Catalina, estaban todos los trabajadores del rancho, así como muchas personas del pueblo. Saludaron a la pareja que estaba por casarse, antes de ir a donde estaba Thomas con su esposa.
—Sí querían ser el centro de atención lo lograron. —dijo sonriendo su amigo.
—No era nuestra intención. —respondió Kerem.
—Hola. —saludó sonriendo la griega, sintiéndose nerviosa aún tomada de la mano del salvaje.
—Hola ¿Cómo estás? —saludó Hannah.
—Bien ¿Y tú? ¿el domingo iremos al café? —le preguntó.
—Estoy bien y claro que iremos, pasaré por ti antes del mediodía, podríamos comer en la ciudad. —le propuso.
—Me encantaría. —declaró sonriendo Calíope.
Continuaron conversando los cuatros, hasta que Oliver se acercó para decirles que la ceremonia estaba por empezar, así que todos tomaron sus lugares.
—¿Te gusta? —preguntó en un murmuró Kerem al verla mirar a su alrededor.
—Sí, está todo muy lindo. —respondió sonriendo.
—No más que tú. —declaró antes de besar su mejilla, las cuales acababan de teñirse de rojo.
—Gracias.
La ceremonia fue muy emotiva, los amigos del novio dieron algunos discursos, por suerte para Kerem sólo le pidieron ser testigo por lo que se limitó a firmar el acta y no tuvo que hablar, después de la ceremonia pasaron al patio el cual estaba muy bien iluminado con extensiones de luces. La comida estuvo exquisita, por supuesto fue carne pues el salvaje les regaló toda la que necesitaron, el postre fue pastel de boda y en ese momento todos bailaban.
—No sabía que Kerem tenía novia. —escuchó a alguien decir detrás de ella en la fila del baño—¿Tienen mucho tiempo juntos?
—Creo que él no es muy sociable. —dijo educadamente Calíope— No mucho.
—Ya decía yo.
—¿Qué decías? —cuestionó la griega.
—Nada, olvídalo. —respondió.
—Claro. —dijo mirando a la rubia, antes de mirar de nuevo al frente y darse cuenta que ya sólo le faltaba una persona para entrar. Entró al baño cuando fue su turno y regresó a la mesa donde la esperaba el salvaje.
—Tardaste mucho. —murmuró mirándola sentarse.
—Estaba muy larga la fila. —comentó mirando a la rubia pasar por enfrente de su mesa— ¿La conoces? —le preguntó.
—¿A quién? —cuestionó.
—A ella, la rubia de vestido azul. —la señaló discretamente.
—No, no que yo recuerde ¿por qué? —quiso saber.
—Me dijo que no sabía que tenías novia y que si teníamos mucho tiempo juntos. —le contó.
—Te digo sinceramente que no tengo idea de quién es, debe ser alguien del pueblo que solo quería el chisme. —dijo tranquilo antes de beber de su botella de cerveza.
—Pues estaba muy interesado. —comentó tranquila con la respuesta del salvaje— Claro que lo están, soy la persona más antisocial que conocen, solo me miran cuando tengo que ir a recoger algo que no pueden mandarme directamente al rancho. Tengo una idea. —dijo tomando su mano para ponerse de pie.
—¿Qué idea? —cuestionó mirándolo hacia arriba.
—Baila conmigo, démosle de que hablar. —le propuso.
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Calíope
RomanceElla es Calíope la cuarta hija de Xandro Kalonimos y es dulce por fuera, pero con el corazón difícil de domar.... Todos los derechos reservados ©®