—Gracias, ¿sabes donde esta el hotel? —le preguntó la griega a la señorita detrás de la ventanilla.
—Sí, el único hotel del pueblo, esta al final de esta calle a tu izquierda. —le respondió.
—Eres muy amable. —dijo sonriendo— Nos vemos mañana entonces.
—Hasta mañana.
Aún seguía lloviendo y ya no iban a salir autobuses hacia la ciudad, sino hasta el dia siguiente, asi que necesitaba un lugar donde dormir, debió haber aceptado que su padre la enviara acompañada de un guardaespaldas, pero ella lo convenció para que no lo hiciera, pues no creía que corriera ningun peligro en un rancho, solo de imaginarse lo que pensaría Kerem si hubiera llagado con Claus, seguramente diría con más razón que era una niña mimada.
—Buenas tardes. —saludó entrando al hotel completamente empapada de pies a cabeza, tampoco llevó un paraguas.
—Buenas tardes ¿en que podemos ayudarle? —dijo el recepcionista.
—Necesito una habitación, para pasar la noche. —respondió acercándose a la recepción.
—Claro, deja veo si tengo alguna libre.
—Gracias. —¿alguna libre? Qué raro, no parecía un pueblo con muchos turistas, pensó.
—En un par de horas se nos desocupara una, si gusta puede esperar en el restaurante. —comentó el joven.
—¿De verdad? —preguntó sintiendo frio.
—Sí, ahora mismo no tengo ninguna disponible. —le informó— Pero en unas horas tendré varias libres.
—Está bien ¿Dónde esta el restaurante? —cuestionó.
—En esa puerta. —señaló.
—Gracias.
Arrastró su maleta hasta el pequeño restaurante, el cual estaba prácticamente solo, vio a una pareja sentadas en una de las mesas, ella eligió una al final junto a la ventana, pediría un chocolate caliente, para que se le quitara el frio.
—¡Maldición! —gritó Kerem mirando a través del parabrisa la lluvia caer como si no hubiera un mañana— En los problemas que me meto solo por ti madre. —dijo enojado entrando al pueblo, fue directo a la estación de autobuses, esperaba que aun se encontrara ahí—Buenas tardes.
—Buenas tardes ¿en que puedo ayudarte? Hace mucho tiempo que no venias al pueblo. —comentó la joven detrás de la ventanilla.
—Necesito saber si salió un autobús a la ciudad o va a salir. —respondió mirando a su alrededor la estación estaba completamente sola, ignorando su comentario.
—Por la mañana salió uno, pero ya no va a haber otro, debido a la lluvia, hasta mañana. —respondió.
—Vino una mujer ¿Dónde está? —cuestionó.
—¿Qué mujer?
—Tienes los ojos de diferente color, alta, cabello oscuro, realmente bella. —la describió.
—Sí, estuvo aquí, quería un boleto a la ciudad, pero le dije lo mismo y me pregunto por el hotel, supongo que debe estar ahí. —le contó.
—Bien, gracias. —dijo antes de dar media vuelta, para ir a buscarla, subió a la camioneta para luego estacionarse frente al hotel.
Desde la ventana donde estaba sentada, pudo observar bajar a un hombre, no lo reconoció debido a la cantidad de agua que estaba cayendo.
—Buenas tardes ¿en qué puedo ayudarlo? —dijo el recepcionista haciendo como que no lo conocía, todos sabían quién era Kerem, aunque nunca habia pisado el hotel, era la primera vez.
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Calíope
RomantizmElla es Calíope la cuarta hija de Xandro Kalonimos y es dulce por fuera, pero con el corazón difícil de domar.... Todos los derechos reservados ©®