Navidad

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—Entonces, hay que hacer un lavado de corazón, no puedes castigarte solo porque alguien no fue lo suficiente valiente para vencer sus miedos y luchar por ti, mereces ser amada con la misma intensidad con la que tú ames, no más porque se aprovecharía de ti, no menos porque no sería injusto, siempre en el mismo nivel, que sea recíproco. —dijo mientras la tenía abrazada por los hombros en el portal de la casa— Estoy seguro de que encontrarás a un hombre que te ame como te lo mereces. —declaró su padre antes de besar su frente.

—Lo sé. —dijo con una gran sonrisa y sintiendo que un peso que traía en los hombros había desaparecido— Gracia.

—Siempre puedes contarme lo que sea, gatita. —declaró sonriendo antes de mirar como su hijo caía al suelo cubierto por nieve. — ¡Xandro! —gritó.

—¡Oh, por dios! —salió corriendo junto a su padre.

—¡Tío! —dijeron las gemelas y Zeus dejando de reír y mirando al menor de los Kalonimos.

—Estoy bien, estoy bien, tranquilos. —dijo con la mano en el pecho, viendo llegar a su padre y a su hermana.

—¿Seguro? —preguntó su padre ayudándole a sentarse en la nieve.

—¡Xandro, hijo! —gritó Sol saliendo de la cabaña.

—Estoy bien, mamá. —declaró sonriéndole para que se tranquilizara.

—No debes agitarte mucho. —le recordó Calíope.

—Lo sé, estoy bien. Podrían dejar mi espacio personal libre, gracias. —les pidió tranquilo, Calíope dio un paso atrás al igual que sus sobrinos, sus padres lo ignoraron.

—¿Estás bien? —preguntó Ivy llegando con el bebé en brazos.

—Sí, estoy bien. —declaró, antes de ponerse de pie— Ven, estoy bien.

—¿Vas a morirte tío? —cuestionaron las hijas de Ivy.

—Ya quisieran, no crean que voy a morirme para que se queden con mis videojuegos. —bromeó con sus tres sobrinos que lo miraban con los ojos grandes por el susto.

—No va a morirse, será mejor que vayamos a dentro a cambiarlas de ropa. —dijo la pelirroja.

—Qué bueno que no va a morirse. —dijeron caminando a lado de su mamá seguido por todos.

—Tío ¿Me vas a poner en tu testamento? —le preguntó Zeus, caminando a su lado.

—Itzel me cae mejor que tú, creo que ella se quedará con todo. —dijo solo para molestarlo.

—¡Oh, no! ¡La traición! —exclamó de forma dramática llevándose las manos al pecho, haciendo reír a todos.

Después de pasar ese trago amargo, salieron de la casa para dirigirse a la cafetería donde se miraría con el resto de la familia, Ares, Dominick y Hugh habían ido al complejo para ver cómo se encontraba el lugar, Mía y Xóchitl junto con sus hijos menores estaban en la casa que había sido de los abuelos de Sol, pues la familia había crecido demasiado y ya no podían quedarse todos en la misma casa, aunque Xandro ya estaba en conversaciones con sus arquitectos para hacerla mucho más grande, así poder estar todos juntos como en Grecia.

<<<Los Hamptons, New York>>>

—No sabía que tu gusto por la bebida había aumentado. —dijo Cielo detrás de él.

—No sabía que tenía tiempo para fijarte en lo que hacías lo demás. —contradijo sonriendo.

—Estoy en todo, hermano. —declaró con una pequeña sonrisa.

Calíope Donde viven las historias. Descúbrelo ahora