Capítulo 7

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Anya y Yelena caminaron hasta un parque cercano al complejo de los Vengadores. Era su parque especial. Aunque desde que Yelena había comenzado su relación con Kate no iban tan seguido, solían visitarlo regularmente en el pasado para escapar de las responsabilidades y el ajetreo del equipo.

Al llegar al parque, no estaban seguras de qué hacer exactamente hasta que Anya recordó un detalle interesante: habían construido una pequeña cabaña cerca del lago. Yelena no tenía conocimiento de esta adición al parque que más bien era un bosque con ciertas cosas típicas de los parques.

—¿Qué te parece si vamos a la nueva cabaña que construyeron cerca del lago?—Anya sugirió, sus ojos brillando de emoción. No había tenido la oportunidad de ir a la cabaña o siquiera de estar cerca de ella, pero lo poco que había visto es que daba una hermosa vista al lago. Lugar perfecto para tomar unas fotografías, sin duda alguna.

—¿Desde cuándo hay una cabaña en el parque?—Yelena preguntó, curiosa.

—No hace mucho. Me di cuenta hace un par de semanas, pero no he tenido la oportunidad de verla de cerca. La vi desde lejos durante una carrera que tuve con Bucky. Desde entonces, he estado deseando explorarla—Anya le contó—. Ya sabes cuánto me gustan las cabañas. Si pudiera, viviría en una—confesó con una sonrisa. Yelena asintió, entendiendo perfectamente la fascinación de Anya por las cabañas. Le recordaba a su vida en Ohio, antes de que todo cambiara.

—Entonces, vamos a la cabaña —Yelena dijo con entusiasmo. Había imaginado una linda y cálida cabaña con vistas divinas y rodeada de grandes y frondosos arboles. Sin duda quería verla por sí misma.

Caminaron en silencio hasta llegar a la cabaña. Aunque no podían entrar porque era propiedad privada, se sentaron en las bancas frente a ella y disfrutaron de la vista.

Una vez que se acomodaron, Anya sacó su teléfono y comenzó a tomar fotos de la cabaña desde varios ángulos. La fotografía era una de sus pasiones, junto con pasar tiempo con su ahijado, lo que la hacía feliz. Yelena observaba con una sonrisa mientras Anya se enfocaba en capturar la esencia de la cabaña.

—Entonces, ¿quieres vivir en una cabaña? —Yelena preguntó mientras Anya terminaba de tomar fotos.

—Una pequeña casa de madera, eso es todo lo que quiero —Anya respondió con sencillez—. Me encantaría hacerla yo misma—agrego pensativa.

—¿Eso es todo? —Yelena bromeó—. ¿No quieres una mansión en los suburbios con vestidores y un tragaluz sobre el jacuzzi? —preguntó con una risa.

—¿Quién querría eso? —Anya respondió, riendo también.

—Exactamente —Yelena murmuró después de un breve silencio. No había caído en cuenta de lo que había dicho hasta que Anya respondió—. Nadie.

Tras librarse del control mental y finalmente fantasear sobre la vida que le gustaría tener, ella siempre imagino una linda cabaña en un bosque o una hermosa casa en el campo, o inclusive vivir en una linda granja. Ella era una country girl y siempre fantaseo con eso, pero Kate era todo lo contrario. Si bien no era la típica niña rica, sí era una chica de ciudad y de gustos lujosos. Siempre que hablaban sobre el futuro, Kate le decía como quería que fuera su pent-house en Manhattan. Algo totalmente opuesto a lo que Yelena quería, pero que a la vez era un deseo profundo y sincero que compartía con Anya.

Otro momento de silencio se apoderó de ellas hasta que Anya rompió la calma.

—Solo quiero estar enamorada y tener una familia —Anya confesó, mirando fijamente la cabaña. La vista le hacía pensar en todo lo que quería en su vida y a la vez le recordaba en todo lo que no podía tener con la mujer que amaba. Tal vez necesitaba esa salida con Yelena para darse cuenta de que sí quería cumplir su sueño de estar enamorada, tener una familia y vivir en una linda cabaña, debía sacarse a Yelena del corazón. No era que no lo hubiese intentando, pero ahora debía hacerlo con más ganas.

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